17/2/13

El Hindenburg

El Hindenburg era más largo que
tres Boeing 747 juntos.
Originalmente, tenía capacidad para
50 pasajeros —siendo aumentada
hasta 72 en 1937—, y una
tripulación de 61 personas. Por
razones aerodinámicas, las
dependencias de los pasajeros se
encontraban dentro del propio
cuerpo del dirigible, y no en
góndolas. Fue construido con
algodón, barnizado con óxido de
hierro y acetato-butirato de
celulosa impregnado de polvo de
aluminio (el polvo de aluminio y el
óxido de hierro forman una mezcla
llamada "termita" que es muy
inflamable). Fabricado por
Luftschiffbau Zeppelin en 1935 con
un coste de 500.000 libras, hizo su
primer vuelo el 4 de marzo de
1936.
En un primer momento, se
pretendió llenar el Hindenburg con
helio, pero un embargo del ejército
de Estados Unidos sobre este
elemento obligó a los alemanes a
cambiar el diseño para pasar a usar
hidrógeno altamente inflamable. A
pesar de que la densidad del
hidrógeno es la mitad de la del
helio, la capacidad de levante
apenas aumentó en un 10%. Gracias
a este pequeño incremento de
potencia, en el invierno de 1936 se
añadió capacidad para 10 cabinas
de pasajeros más. Nueve de ellas
disponían de dos camas, y la última
de cuatro. También se quitó un
piano para ahorrar peso.
Los alemanes tenían experiencia en
el uso del hidrógeno, sin sufrir
nunca un accidente relacionado con
la alta inflamabilidad del gas. Aun
así, y para mayor seguridad, se
trató la envoltura del dirigible para
que no acumulara electricidad
estática y saltaran chispas. Tenían
tanta confianza en su capacidad
para manejar hidrógeno, que los
ingenieros alemanes incluyeron una
sala para fumar en el Hindenburg.
El 6 de mayo de 1937, tras haber
cruzado el Atlántico, el Hindenburg
se acercó a la base de amarre en la
Estación Aeronaval de Lakehurst
(Nueva Jersey), después de esperar
varias horas a que el tiempo
tormentoso le permitiera las
maniobras de atraque.
A las 19:25, mientras el Hindenburg
ya había largado los amarres y se
acercaba a la torre, se observó a
popa un destello de fuego de San
Telmo, que son chispas extensas e
inermes de electricidad estática
(había una tormenta eléctrica y el
aire estaba cargado eléctricamente).
Repentinamente, se prendió fuego
en la parte superior de la popa,
extendiéndose casi instantáneament
e por todo el dirigible mientras la
estructura caía lentamente sobre los
pasajeros que saltaban desde una
altura de 15 m y marinos que
ayudaban en las maniobras. Quedó
destruido por completo en menos
de 40 s y su esqueleto permaneció
largo tiempo en el suelo hasta que
fue vendido como chatarra.
A pesar de lo impactante del
desastre, de las 97 personas que
había a bordo solo 35 murieron, la
mayoría de ellas quemadas o
aplastadas bajo la estructura. En
concreto, de los 36 pasajeros y 61
personas de la tripulación, 13 y 22
personas murieron, respectivamente
. Muchos de los tripulantes y
pasajeros se salvaron gracias a la
rotura de los tanques de agua, que
cayó sobre ellos, salvándolos de las
llamas.
Recientes investigaciones han
sugerido que el fuego, aunque
causado principalmente por el
hidrógeno del dirigible, pudo
haberse visto favorecido por el
revestimiento del Hindenburg a
base de nitrato de celulosa (pólvora)
impermeabilizado y protegido con
capas de óxido de hierro y polvo de
aluminio (termita). Esto habría
colaborado a acelerar el fuego,
pudiendo alcanzar específicamente
temperaturas de hasta 3.000 °C.
Fuente: La Wiki