8/2/13

EL AUGUR.

Un augur era un sacerdote de la Antigua Roma que practicaba oficialmente la adivinación. De allí, la palabra augurio. Los augures existían desde la fundación de Roma, ejerciendo una práctica tomada de griegos y etruscos. Su corporación constituía uno de los cuatro prestigiosos colegios sacerdotales de la Antigua Roma. Era un cargo oficial, aunque también había augures particulares. Sólo los magistrados podían consultar a los augures oficiales, en recintos especiales. El cargo oficial era vitalicio, compatible con magistraturas o con otros cargos sacerdotales. Disponían para su labor de dos tipos de libros: rituales y de comentarios. Los primeros contenían fórmulas fijas; los segundos recogían resúmenes de las actuaciones. Había dos clases de augures: -los que impetraban a los dioses la manifestación de su voluntad, mediante fórmulas rituales. -los que descifraban los signos de la voluntad de los dioses, manifestada sin previa solicitud. Estos fueron los más importantes, hasta el punto de que con solo declarar que los augurios eran desfavorables, podían anular asambleas, elecciones o cualquier resolución de los magistrados. En principio el cargo estaba reservado a los patricios, pero, a partir de la Lex Ogulnia, quedó accesible a los plebeyos. En tiempos de la monarquía eran elegidos por el rey. Con la República, al principio eran elegidos por cooptación en el Colegio, pero luego fueron elegidos por el pueblo, con la excepción del período de la dictadura de Sila, en que se volvió al sistema anterior. Finalmente, en el Imperio fueron nombrados por el emperador. El cargo quedó suprimido por el emperador Teodosio. Tipos de adivinación: Señales del cielo: En el caso de rayos y relámpagos, estimaban el augurio favorable, si mirando al sur, caían a su izquierda (derecha de Júpiter). Gritos y vuelos de aves: Analizaban el graznido de cuervos, grajos y lechuzas. También el vuelo de águilas, buitres y halcones. Ingesta de los pollos sagrados: Se estimaba auspicio favorable si tenían apetito y desfavorable si estaban inapetentes. Posiciones y actitudes de mamíferos y reptiles. Acontecimientos imprevistos extraordinarios: En general, considerados de mal augurio. El buen augur, se le representa bajo la forma de un joven ágil, apuesto, vestido con una túnica verde, símbolo de la esperanza y la cabeza cubierta con un velo blanco asegurado por medio de una estrella. En la mano derecha tiene el bastón augural y con la izquierda acaricia un cisne. El mal augur es la figura de un hombre severo en el aspecto y de siniestra mirada. La túnica que lleva es color de hoja seca. En la mano tiene también el bastón augural y está en actitud de observar una corneja que vuela hacia su izquierda.