28/2/13

EN EL MOMENTO JUSTO, EN EL LUGAR PRECISO…

Uno de los cuentos de Asimov
(Anochecer, 1941) plantea una
visión del Universo por los
habitantes del planeta Lagash, el
cual está ubicado en un sistema de
6 estrellas, de tal manera que
siempre hay alguna sobre el
horizonte y no existe la noche.
Más allá de cómo se desarrolla la
historia en el cuento, es interesante
ponerse a pensar que la humanidad
se ha desarrollado en este planeta,
en un lugar adecuado para poder
observar el Universo, en una época
propicia en la que podemos
observar inclusive el universo
lejano.
Si la Tierra fuese un planeta que
orbita a una estrella en un cúmulo
globular, tal como Omega Centauri
por ejemplo, muy probablemente
viviríamos en las condiciones del
cuento de Asimov: el único universo
observable serían las estrellas
cercanas que iluminarían tanto que
nunca conoceríamos el cielo
nocturno, desconoceríamos la
existencia de otros miles de
millones de estrellas, y más aún, de
los miles de millones de galaxias
¿Cuáles habrían sido las teorías del
origen de ese pequeño universo?
¿Creeríamos que somos
privilegiados por albergar vida en
ese universo desprovisto de
opciones?
O una civilización que se
desarrollara dentro de unos miles
de millones de años, cuando el
Universo siga expandiéndose y
envejeciendo, sólo podría ver las
pocas estrellas sobrevivientes de su
propia galaxia. El Universo será un
lugar frío y oscuro, y la gran
variedad de objetos que hoy
observamos habrán de desaparecer
de nuestra vista. ¿Nos sentiríamos
solitarios en la inmensa oscuridad?
¿No son buenas excusas para salir a
observar el cielo esta noche desde
este lugar preciso en este momento
justo?
Extraído de OAC.