El mimetismo (del griego, μιμητός,
imitable) es una habilidad que ciertos
seres vivos poseen para asemejarse a
otros seres de su entorno (con los que
no guarda relación) y a su propio
entorno para obtener alguna ventaja
funcional.
El objeto del mimetismo es engañar a
los sentidos de los otros animales que
conviven en el mismo hábitat,
induciendo en ellos una determinada
conducta. Los casos más conocidos
afectan a la percepción visual, pero
también hay ejemplos de mimetismo
auditivo, olfativo o táctil.
Probablemente el ejemplo más
popular es el del camaleón, cuyos
colores de la piel cambian según el
entorno donde se desplace. Aunque
algunos científicos consideran que no
es un verdadero mimetismo sino una
coloración críptica.
La finalidad del mimetismo puede ser
la cripsis (camuflaje) pero, aunque
muchos de los mejores ejemplos lo
son a la vez de ambos fenómenos, no
deben confundirse ambos conceptos.
La diferencia radica en que el
mimetismo consiste en que un ser vivo
se asemeja a otros de su entorno y la
cripsis en que el ser vivo se asemeja al
propio entorno donde vive para
asegurar su supervivencia.
Muchos ortópteros y algunos fásmidos
tropicales parecen hojas, lo mismo que
algunas mariposas; el aspecto típico de
los Phasmatodea (insectos palo) es el
de una ramita o paja. Las orugas de las
mariposas de la familia geométridos se
posan con el cuerpo rígido adoptando
el aspecto de una pequeña rama o
pecíolo foliar seco.
En muchas ocasiones coinciden
mimetismo y aposematismo (señales
de advertencia). Es el caso de animales
inofensivos que adoptan los rasgos de
advertencia de otros peligrosos, como
algunas orugas que presentan ocelos
espectaculares, manchas pares
concéntricas que imitan a un par de
ojos abiertos.
Henry Walter Bates observó que en
ocasiones una especie inofensiva se
asemejaba a otra peligrosa o
repugnante y que con esto conseguía
eludir la acción de los depredadores.
Se llama mimetismo batesiano a este
fenómeno. Es el que observamos, por
ejemplo, en el caso de las moscas cuyo
aspecto emula el de abejas y avispas.
En el grupo de los vertebrados existe
un grupo de serpientes de coral, muy
venenosas, imitadas en la composición
de sus colores por una falsa coral
totalmente inofensiva.
Fuente: Wikipedia