Querido Dante:
(...) Dicen que la Divina Comedia sea la
obra más audaz del ingenio humano,
que su enseñanza es tan profunda que
puede haber descendido al
pensamiento humano sólo por
revelación, y que por la primera vez, en
la historia del mundo, nos has hecho
explorar la remota región de lo Eterno,
“físicamente, corporalmente”…
Con la Divina Comedia nos has hecho
entender…:
que Dios tiene necesidad de los
hombres;
que cada vez que el hombre hace el
mal, Dios retiene el respiro;
que no hay mal que no pueda ser
consolado;
que cada uno de nosotros está aquí
para completar y complicar el fresco;
que la poesía es canto y cuento;
que las mujeres son el ápice de la
creación, el alivio del abismo;
que te has ocupado de este extraño
regalo que hemos tenido en suerte: la
vida;
que, luego de haberte leído, no se
miran más las personas con distracción
sino como cofres de un misterio,
depositarias de un destino inmenso;
que el arte se debe interesar por la
vida;
que la vida es mucho más de cuanto
podamos entender, por esto resiste;
que ninguno es demasiado extraño
para ser entendido;
que cada uno de nosotros es único, y
hace la diferencia;
que se puede hablar de los otros
cuando hablamos de nosotros;
qué cosa nos hace felices;
qué cosa amamos y odiamos en serio;
que todos nosotros estamos aquí por
el sí de una mujer;
que estamos en crisis por el duro
deseo de durar;
que nos has vuelto posible vivir en un
mundo más grande;
que nos has vuelto el mundo menos
extraño y enemigo;
que cada persona es el héroe de la
propia historia, aunque sus días y sus
noches no parezcan excepcionales a
ninguno;
que los hechos del mundo no son el
fin de la cuestión;
que en poesía se usa el mismo amor y
el mismo número de palabras para
describir los órdenes angelicales y el
gesto de un sastre que con poca luz
introduce el hilo en el ojo de una
aguja;
que se puede hablar de tú al
desconocido;
que el paraíso está colmado de la
deslumbrante belleza del verbo ser;
que la vida es destino y viaje,
conocimiento y amor;
que alguno no quita jamás la vista de
nosotros, porque nos ama;
que la belleza nace terriblemente;
que el arte es un don...”
Roberto Benigni
La Carta a Dante fue presentada por
primera vez el 27 de octubre de 2007
en Roma en el ámbito de una
ceremonia para la entrega de un
Premio conferido a Benigni por la
meritoria difusión de la Divina
Comedia.
Imagen: Agnolo Bronzino, Retrato
alegórico de Dante