- ¿Sabes, Sócrates, lo que acabo de oír
sobre uno de tus discípulos?
- Antes me gustaría que pasaras la
prueba del triple filtro. El primero es el
de la Verdad. ¿Estás seguro de que lo
que vas a decirme es cierto?
- Me acabo de enterar y…
- ... o sea, que no sabes si es cierto. El
segundo filtro es el de la Bondad.
¿Quieres contarme algo bueno sobre
mi discípulo?
- Todo lo contrario.
- Conque quieres contarme algo malo
de él y sin saber si es cierto. No
obstante aún podría pasar el tercer
filtro, el de la Utilidad, ¿me va a ser
útil?
- No mucho.
- Si no sabes es ni cierto, no es bueno,
ni útil, ¿para qué contarlo?
Imagen: Detalle del cuadro de Rafael
Sanzio “La escuela de Atenas”.