13/6/12

Mitología Nórdica Las Eddas septima y ultima parte

El Ragnarok
El Ragnarok, en contra de la creencia
popular no tiene nada que ver con el
fin del mundo ni el Crepúsculo de los
Dioses, sino que significa "El Destino
de los Dioses".
Vendrá el invierno llamado Fimbulvetr,
con inmensas nevadas, hielos y
vientos gélidos en todas las
direcciones. El sol no será capaz de
calentar. Tres inviernos seguirán sin
ningún verano por medio, pero antes
vendrán otros tres, en los que el
mundo se sumirá en grandes batallas,
y los hermanos se matarán entre sí
por avaricia, y no respetarán al padre
y al hijo, ni en las matanzas ni en el
incesto.
El lobo que persigue al sol se lo
tragará, y lo mismo sucederá con el
que sigue a la Luna. Las estrellas se
precipitarán desde el cielo. Temblará
la tierra y las montañas se
derrumbarán, y todas las cadenas se
romperán y quebrarán.
Entonces se soltará el Lobo Fenris
(atrapado gracias al sacrificio de la
mano de Tyr por una cadena mágica
que construyeron los enanos).
Las aguas inundarán la Tierra, pues la
Serpiente de Midgard se revolverá con
furor de gigante y saltará a la tierra.
Se soltará entonces el barco Nafglari,
hecho con las uñas de los muertos
(por eso se evita que un muerto sea
enterrado sin cortarle las uñas, para
no dar fuerza a ese barco y retrasar el
Ragnarok). Su piloto es el gigante
Hrym.
Fenris abrirá su boca hasta tocar cielo
y tierra, y saldrá fuego por ella. La
serpiente escupirá veneno y se
encrespará por los aires haciendo
compañía al lobo.
Se rasgará el cielo y vendrán
cabalgando los hijos de Muspell,
presididos por Surtur y su brillante
espada. Cuando cabalguen sobre
Bifrost se romperá. A la llanura de
Vigrid también llegarán Loki y Hrym y
todos los Gigantes de la Escarcha, y a
Loki lo seguirán todas las criaturas del
Averno. Y Heimdall se levantará y
soplará el cuerno Gjallarhorn y
despertará a todos los dioses y se
reunirán en asamblea. Odín cabalgará
hasta el puente de Mímir y le pedirá
consejo. Entonces temblará Yggdrasil,
el fresno del mundo, y no habrá
nadie sin miedo.
Los Ases y los Einherjard, los
guerreros del Valhalla, vestirán sus
armas y cabalgarán hasta el llano.
Primero irá Odín, con su yelmo y su
coraza de oro, y su lanza Gungnir, y lo
atacará el lobo Fenris, y Thor no le
podrá ayudar pues tendrá que
enfrentarse a la serpiente de Midgard,
Jormungand. Frey luchará contra
Surtur, mas morirá por no tener la
espada que le dio a Skirnir. Entonces
soltarán al perro Garm, el más
horrible de los monstruos, que está
atado ante Gripahell, y luchará contra
Tyr y se matarán los dos. Thor dará el
golpe de muerte a la serpiente de
Midgard y entonces retrocederá
nueve pasos y morirá por el veneno
de la serpiente. El lobo se tragará a
Odín, y así morirá el Padre de Todos.
Pero Vidar pisará la mandíbula de
Fenris con su zapato hecho de las
suelas que los hombres desechan (lo
cual es bueno, pues ayuda a los Ases)
y se la romperá al tirar de la
mandíbula superior. Loki luchará con
Heimdall y los dos morirán. Entonces
Surtur arrojará fuego sobre la tierra y
quemará todos los mundos.
Pero no todo el mundo morirá. Los
que estén en el cielo Gimlé se salvarán
y beberán, y también los que estén en
el palacio Brimir en Okolnir, pero
otros estarán en lugares horribles,
palacios hechos de serpientes que
escupen ríos de veneno que los
asesinos y los que rompen
juramentos tendrán que vadear. Y aún
peor será en Hvergelmir.
Pero la tierra volverá a surgir de los
mares y será verde y bella y crecerán
los campos sin sembrarlos. Vivirán
Vidar y Vali, a quienes el fuego de
Surtur no dañará, y habitarán en
Idavellir, donde estuvo Asgard. Y allí
irán Magni y Modi, los hijos de Thor, y
tendrán el Mjolnir. Y del infierno
vendrán Balder y Hödr, y hablarán de
las viejas runas, y encontrarán en la
hierba los escaques de oro que
pertenecieron a los Ases. En un
bosque llamado Hoddmímir se habrán
escondido del fuego dos hombres
llamados Líf y Leifthrasir, y comerán
rocío y serán los padres de una
descendencia que habitará todos los
mundos. Y el Sol tendrá una hija no
menos bella que ella misma. Y nadie
puede hablar más allá de la marcha
de los tiempos.
Y termina la profecía de la vidente con
el dragón Nidhögg hundiéndose en
los infiernos:
Llegará volando el oscuro dragón,
la sierpe brillante, desde Nídafjöll;
llevará en sus plumas los muertos de
Nighögg.
Allí se hundirá.


Fuente: www.portal.bibliotecasvirtuales.com