Varusha es un barrio en la ciudad
chipriota de Famagusta que por
cuestiones políticas - entre otras - se
ha visto abandonada en los 70 y
dejada tal cual estaba. Ahora, si
paseasemos por sus calles,
veríamos perfectamente una ciudad
de los setenta, con coches de la
época, tiendas de ropa, hoteles,
bares,...
En los setenta, Famagusta era el
destino turistico número uno de
Chipre. Para atender a tal demanda
turística se construyeron muchos
nuevos rascacielos y hoteles.
Durante su apogeo compitió con
otros destinos turísticos pero fue
entre 1970 y 1974 cuando llegó su
época dorada, siendo el destino
favorito de muchos ricos y famosos
como Elizabeth Taylord, Richard
Burton, Raquel Welch o Brigitte
Bardot.
La calle principal era Varosha JFL
Boulevard donde había muchos
hoteles de categoría como el Hotel
King George, Florida u Hotel Argo, el
favorito de Elizabeth Taylor. Otra
calle importante en Varosha fue
Leonidas, una calle comercial y de
ocio muy importante en Varosha, la
cual estaba (y todavía está) repleta
de bares, restaurantes y discotecas.
Después de la segunda invasión
turca en Chipre el 15 de agosto de
1975, el ejército griego-chipriota
envió sus fuerzas a Larnarca. El
ejercito turco avanzó hasta la linea
Atilla, que es la frontera actual entre
las dos comunidades. Apenas una
hora antes de que el ejército turco y
el ejército griego chipriota se
reunieran en un combate militar en
las calles de Famagusta, Varosha fue
evacuada, y muchos refugiados
huyeron hacia el sur a las ciudades
de Paralimni,Deryneia y Larnaca.
Cuando el ejército turco obtuvo el
control de la zona durante la
intervención, lo cercaron y desde
entonces han prohibido la entrada a
la zona, excepto militares turcos y
personal de las Naciones Unidas. El
Plan Annan habría cumplido con la
devolución de Varosha a control de
los griego-chipriotas, pero esto
nunca sucedió ya que el plan fue
rechazado por los votantes griego-
chipriotas.
Como no ha habido reparaciones en
la zona desde 1974, los edificios se
están cayendo a pedazos poco a
poco. La naturaleza ha empezado a
recuperar la zona, rompiendo
ventanas, corroyendo el metal y
agrietando paredes y pavimentos.
Incluso se han visto tortugas
marinas anidando en las desiertas
playas.