7/12/13

HENRIETTA SWAN LEAVITT

Su historia no figura en muchos
libros, a pesar de sus importantes
descubrimientos en astronomía,
tradicionalmente una ciencia
considerada "sólo de hombres".
La astrónoma estadounidense
Henrietta Swan Leavitt nació el 4 de
julio de 1868 en Lancaster,
Massachusetts. Hija del ministro
protestante George Roswell Leavitt y
Henrietta Swan Kendrick, fue la mayor
de siete hermanos.
Su familia se mudó a Cleveland y a
los 17 años se inscribió en el Oberlin
College de Ohio. Tres años después,
se cambió a lo que ahora es el
Radcliffe College, que era la rama
femenil de la Universidad de Harvard
en Cambridge.
Se graduó en 1892 y durante su
último año universitario descubrió la
astronomía. A los 24 años, decidió
permanecer otro año, para tomar
cursos adicionales sobre el tema.
Luego viajó por América y Europa,
tras lo cual tuvo una grave
enfermedad que la dejó sorda.
Al recuperarse, consiguió empleo en
el Observatorio del Harvard College.
Varias mujeres como Henrietta
Leavitt, interesadas en la astronomía,
trabajaban como "calculadoras". Sus
tareas eran mecánicas, como
examinar fotografías y hacer aburridos
cálculos.
El equipo femenino fue reclutado por
el astrónomo Edward Charles
Pickering, para un programa de
investigación destinado a medir
magnitudes estelares. Con un
presupuesto limitado, contrató a
mujeres para ahorrar, porque podía
pagarles la mitad que a los hombres,
25 centavos de dólar por hora.
Siete años después, Pickering le
ofreció a Leavitt un empleo de planta,
como jefa del Departamento de
Fotometría Fotográfica, dedicado a
estudiar fotografías de estrellas para
determinar su magnitud. Ganaba un
poquito más por la tediosa tarea de
catalogar estrellas variables, cuyo
brillo parecía fluctuar.
Pese a su preparación y talento, el
trabajo teórico era casi nulo. A
Pickering no le gustaba que las
mujeres se involucraran en teorías
científicas. Les pagaba por trabajar,
no por pensar.
Los grandes descubrimientos
científicos a veces tienen orígenes en
el análisis detallado de datos
aburridos y repetitivos. Así sucedió
en el caso de Leavitt. Pickering le
pidió establecer una secuencia del
brillo de las estrellas con base en la
estrella polar, que podría servir como
estándar para todo el firmamento.
Durante el estudio de las placas
fotográficas, ella observó cierto patrón
en el comportamiento de un tipo de
estrellas variables, llamadas cefeidas.
En dos áreas brumosas, las Nubes
Magallánicas, notó que el brillo
estelar variaba durante periodos de
días o semanas, según un patrón fijo
y rítmico.
Encontró que su resplandor total
determinaba el tiempo que tomaba
en cambiar su magnitud. Dedujo que
a mayor periodo de pulsación, la
estrella era más brillante; así,
estableció el revolucionario concepto
de la relación entre periodo y brillo.
Henrietta Leavitt publicó en 1908 un
trabajo original, "Periodos de 25
Estrellas Variables en la Pequeña
Nube Magallánica". Explicaba que,
según sus datos, esas estrellas
palpitaban con un ritmo regular y
tenían una mayor luminosidad
intrínseca cuanto más largo era su
periodo, lo cual sucedía de una forma
predecible.
Tenía apenas tres páginas e iba
firmado por Pickering, aunque
empezaba con la nota: "Este trabajo
ha sido preparado por la Srita.
Leavitt". En esa época, los
supervisores se llevaban todo el
mérito.
Un año después se calculó la
distancia a algunas cefeidas
conocidas por otros métodos, como el
de triangulación. Gracias a los
patrones descubiertos por Leavitt,
pudieron determinarse poco a poco
más distancias entre las estrellas.
En 1912 se confirmaron esos datos. Al
año siguiente, su sistema de cálculo
fue adoptado por el Comité
Internacional de Magnitudes
Fotográficas y llamado Estándar
Harvard. Pickering estableció 48
regiones en el cielo y Leavitt derivó
sus estándares lumínicos
secundarios. Después estableció las
secuencias lumínicas de 108 áreas
celestes.
Hasta entonces, sólo había sido
posible calcular distancias cósmicas
menores a 100 años luz. Su
descubrimiento permitió calcularlas
hasta 100 millones de años luz, un
número casi incomprensible para los
astrónomos de esa época.
Por fin existía una forma para medir
de forma bastante precisa la
distancia entre estrellas muy lejanas.
Empleando su sistema, en 1918 se
calculó por primera vez el tamaño de
la Vía Láctea.
Durante su carrera, Leavitt descubrió
2,400 estrellas variables,
aproximadamente la mitad de las
conocidas en su tiempo.Y Pickering
siguió tratándola como una simple
asistente, pero ella nunca pidió que
la llamaran de otra forma. No se sabe
si tuvo algún interés en otros temas
científicos, aparte del asignado por
su jefe.
Trabajó en el Observatorio del
Harvard College durante toda su vida.
El silencio que la acompañó siempre,
debido a su sordera, le permitió
concentrarse en sus observaciones y
quizá, aislarse de las mezquinas
luchas de poder entre sus colegas.
No recibió reconocimientos, ni
ninguna medalla o premio. Pasó a la
historia dejando muy pocos
documentos sobre su vida, buena
parte de la cual es un misterio. Murió
de cáncer en 1921, a los 53 años.
Su historia no figura en muchos
libros, ni es conocida por el gran
púbico, a pesar sus importantes
descubrimientos en astronomía,
tradicionalmente una ciencia
considerada "sólo de hombres".
Se cuenta que en 1925, ignorando su
muerte, un académico sueco escribió
una carta a Leavitt. Su intención era
nominarla al Premio Nobel, por sus
trabajos sobre las estrellas variables
y los cálculos de las distancias
estelares. Desgraciadamente, los
premios Nobel no pueden ser
entregados póstumamente.
Aunque nunca tuvo la oportunidad
de utilizar su intelecto al máximo,
algunos colegas reconocieron, años
después, que poseía la mejor mente
del observatorio y era la mujer más
brillante de Harvard.
Datos tan relevantes como la
extensión de nuestra galaxia, la
distancia a estrellas lejanas o el
tamaño del universo están basados
en sus descubrimientos, realizados en
los albores del siglo XX.
Edwin Hubble combinó las ideas de
Leavitt con datos astronómicos
descubiertos por otros científicos. En
1923 reveló que una mancha borrosa
en la constelación de Andrómeda era
una enorme galaxia de 100,000 años
luz de diámetro y con millones de
estrellas, situada a unos 900,000
años luz de la Tierra.
Un año después, Hubble afirmó que
el universo no sólo estaba formado
por nuestra galaxia, la Vía Láctea,
sino por muchas otras galaxias
lejanas. Luego siguieron otros
trabajos que indicaban que el
universo estaba en expansión.
Mucho después, otros astrónomos
aplicaron los descubrimientos de
Leavitt para determinar un nuevo
valor de la Constante de Hubble,
ecuación matemática de la que se
deriva la edad del universo. Sus
cálculos dieron como resultado entre
8 y 12 mil millones de años, número
que fue anunciado al mundo en
1994.
Recientes observaciones con el
telescopio espacial Hubble han
permitido ajustar la edad del
universo a aproximadamente 14 mil
de millones de años, con base en las
fórmulas de Leavitt. Sus datos,
patrones y formulas se siguen usando
para estudiar las distancias relativas
entre las estrellas y otros objetos
estelares.
El Asteroide Leavitt 5383 y el Cráter
Leavitt en la Luna deben su nombre a
Henrietta Swan Leavitt, hoy
reconocida como la gran astrónoma
que hizo posible medir el universo.