31/12/13

EL PORVENIR

No quieras asaber, pues ello nos está vedado, qué fin, Liconoe, han señalado para mi y para ti lo dioses. Y no interrogues a los cálculos babilónicos. ¡ Cuánto mejor es sufrir todo lo que pueda suceder! Y ora Júpiter te conceda más de un invierno, ora sea éste el último que ahora quebranta el mar Tirreno contra los acantilados de desgastadas rocas, sé prudente. Filtra tus vinos y, ya que la vida es corta, ajusta esperanza larga. Mientras hablamos, el tiempo celoso huyó. Atiende al día presente, y no te fíes lo más mínimo del porvenir.

Oda XI, Horacio,  Libro I
Traducción Felipe Payró Carrió