17/2/13

Efialtes

En el fondo del sueño están los
sueños. Cada
Noche quiero perderme en las aguas
obscuras
que me lavan del día, pero bajo esas
puras
Aguas que nos conceden la
penúltima Nada
Late en la hora gris la obscena
maravilla.
Puede ser un espejo con mi rostro
distinto,
Puede ser la creciente cárcel de un
laberinto,
Puede ser un jardín. Siempre es la
pesadilla.
Su horror no es de este mundo.
Algo que no se nombra
Me alcanza desde ayeres de mito y
de neblina;
La imagen detestada perdura en la
retina
E infama la vigilia como infamó la
sombra.
¿Por qué brota de mí cuando el
cuerpo reposa
Y el alma queda sola, esta insensata
rosa?