Filólogo y egiptólogo francés,
considerado el padre de la
egiptología por haber conseguido
descifrar la piedra de los tres
idiomas, la Piedra Rosetta y haber
encontrado el sonido de cada uno de
los jeroglíficos. Decía de sí mismo:
«Soy adicto a Egipto, Egipto lo es
todo para mí».
Champollion creía que para entender
los textos egipcios, era necesario
conocer, traducir e interpretar sin
error alguno el copto, capacidad de la
que carecían todos aquellos eruditos
que aspiraban a descifrar los
jeroglíficos. Su esquema de estudio
predecía que a través del copto
entendería las inscripciones en
demótico (una forma abreviada de la
escritura hierática) y con la ayuda de
la lengua egipcia, alcanzaría a
descifrar la escritura jeroglífica.
Para ello estudió el copto en El
Colegio de Francia, en la Escuela de
Idiomas Orientales y en la Biblioteca
Nacional de París. También aprendió
el copto litúrgico de la mano de un
sacerdote egipcio. Siendo apenas un
adolescente logró compilar un
diccionario de copto conformado por
2000 palabras. El experto en
jeroglíficos Silvestre de Saçy, fue uno
de sus nuevos maestros. Por
desgracia, y debido a la gestión de
Napoleón, que no cesaba en su
empeño de orquestar constantes
campañas militares que
desmoralizaban a la nación entera, y
ante la escasez de alimentos y la
elevada inflación, no existía tiempo
para el estudio, y quien quisiera
sobrevivir en tales circunstancias,
debía de tener la enorme suerte de
poseer un trabajo constante y
remunerado, algo de lo que carecía
Jean-François.
Vivía con el eterno temor a ser
reclutado en el ejército, escaseaban
los jóvenes sanos; su salud estaba
muy deteriorada, estaba hundido en
una profunda depresión,
terriblemente delgado y
prácticamente vestido con harapos. El
que sería uno de los padres de la
egiptología, y el hombre que
DESCIFRO LA PIEDRA DE ROSSETTA