"Estaba tan concentrada en el
hombre, que no me quedaba tiempo
para ocuparme del mundo. Luego
perdí al hombre y a cambio hallé al
mundo"
"Me di cuenta de que las personas
no aguantan para siempre las
situaciones en que las pone la vida...
ni los individuos ni las naciones...
Llega un momento en que alguien
empieza a gritar que ya basta, que
hace falta un cambio. Y es cuando la
gente se echa a la calle y empieza a
destrozarlo todo... Pero eso ya sólo es
un circo. La revolución, la verdadera,
ya ha ocurrido antes, en silencio, en
el interior de las personas"
"Nosotros no vivimos en una
auténtica cultura, lo nuestro es una
civilización de masas, anodina,
mecanizada y enigmática. Todos se
llevan su parte, pero a ninguno le
proporciona verdadera felicidad"
"Sólo obtienes algo de los libros si
eres capaz de poner algo tuyo en lo
que estás leyendo. Quiero decir que
sólo si te aproximas al libro con el
ánimo dispuesto a herir y ser herido
en el duelo de la lectura, a polemizar,
a convencer y ser convencido, y luego
una vez enriquecido con lo que has
aprendido, a emplearlo en construir
algo en la vida o en el trabajo..."
"El artista no tenía miedo. Decía que
si Dios existiera no podría ser tan
cruel como para conceder la vida
eterna a los hombres... Pero los
burgueses sí que tenían miedo a
morir, igual que a vivir. Por eso eran
religiosos, parcos y virtuosos. Porque
tenían miedo"
Imagen: Henri Lanrtigue