Guinness es una cerveza negra seca del
tipo stout elaborada por primera vez
por el cervecero Arthur Guinness en la
empresa cervecera denominada St.
James's Gate Brewery ubicada en la
ciudad de Dublín, Irlanda. Guinness se
elabora desde el año 1759. La cerveza
se basa en el estilo porter, originado
en Londres a principios de 1700. Se
trata de una de las marcas de cerveza
más conocidas y se exporta a la mayor
parte de los países. Ha llegado a batir
a muchos imitadores. La característica
distintiva en el sabor es la cebada
tostada que se mantiene sin fermentar.
Durante muchos años una parte de la
cerveza se envejecía para dar un sabor
láctico, pero Guinness ha renunciado
confirmar si esto sigue ocurriendo. La
gruesa y cremosa espuma es resultado
de una mezcla de nitrógeno añadida
en el envasado.
La cerveza de malta de Guinness
(Guinness stout) se compone de: agua,
cebada, malta, lúpulo y levadura de
cervecero. Se menciona que en su
elaboración se emplea el agua
procedente de las Wicklow Mountains.
Una porción de la cebada es escamada
y asada para darle a Guinness su color
oscuro rubí y su sabor característico. Es
pasteurizada y filtrada.
La cerveza comercializada en barriles
(Draught beer) contiene ciertas
cantidades de nitrógeno (N2) así como
dióxido de carbono. El nitrógeno es
mucho menos soluble que el dióxido
de carbono (CO2), lo que permite a la
cerveza almacenarse en estos
recipientes sin que se convierta en una
bebida carbonatada. La alta presión
del gas disuelto, permite que se
formen pequeñas burbujas y al
servirse se genere su espuma
característica. La cremosidad de la
Guinness de barril es debido en parte
a su pequeña cantidad de dióxido de
carbono y de esta forma se generan
pequeñas burbujas debido al uso de
gas de nitrógeno a alta presión. La
versión de la cerveza denominada
Original Extra Stout sabe bastante
diferente y contiene sólo dióxido de
carbono, causándole un sabor más
ácido.
A pesar de su reputación de «comida
en un vaso» o «pan líquido», Guinness
sólo contiene 198 calorías por pinta
imperial (1460kJ/L), menos que la
misma cantidad que un vaso
equivalente de leche desnatada o de
un zumo de naranja.
La Guinness se sirve algo fría, con una
breve estancia en un refrigerador para
que tome la temperatura adecuada.
Debido a la naturaleza espumante del
nitrógeno debe dejarse reposar tras su
vertido un rato (oscila entre 1 min y los
90 segundos) antes de que este gas se
desvanezca del todo. Esta pausa ha
hecho que los anuncios comerciales
de la Guinness mencionen como
eslogan la virtud de good things come
to those who wait (‘cosas buenas les
llegan a aquellos que aguardan’) y de
la misma forma it takes 119.5 seconds
to pour the perfect pint (‘se necesitan
119,5 segundos para verter una
perfecta pinta’).La cerveza Guiness de
barril se debe servir a 6 °C,7 mientras
que la Guiness extra fría se debe servir
a 3,5 °C, según indicaciones de la
propia cervecera irlandesa.