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Kahn el arquitecto

Arthur Kahn diseñó el Pasaje Zingg, el emblemático Edificio Altamira de la Plaza Francia , el del Instituto Anatomo-Patológico del conjunto de la Ciudad Universitaria de la UCV, el célebre Hotel Nacional. También la primera etapa del IVIC (Instituto
Venezolano de Investigaciones Científicas), el edificio BECO-Blohm de la esquina de Puente Yánez, la Torre Aco de Las Mercedes, entre tantos otros íconos de Caracas. A pesar de una obra arquitectónica tan relevante, son casi inexistentes los registros de su trabajo en los libros de historia de la arquitectura en Venezuela. Todavía hay quienes se preguntan quién es Arthur Kahn.
Un relato de vida. Kahn es venezolano por nacionalización, con casi 70 años de residencia en el país. Nació en Estambul, Turquía, el 10 de octubre de 1910. Es el segundo de dos hijos de una pareja de aristócratas turcos. Su temprana infancia la vivió junto a su hermano mayor, O. San, y sus padres, en la parte oriental de Estambul a orillas del Bósforo. Su primer idioma fue el
griego dado que en aquel entonces todas las niñeras en Turquía eran inmigrantes del país helénico. En 1915, poco después de estallar la Primera Guerra Mundial, Arthur Kahn, un niño de cinco años, se trasladó junto a su familia a Viena. En la capital austriaca recibió sus primeras clases de dibujo y piano. Descubrió su facilidad para expresarse gráficamente y su pasión por la música.
A la edad de 15 años ya dominaba el trombón, la guitarra, el piano y el bajo. Con 17 años, viajó a Suiza para concluir la secundaria. Hablaba griego, alemán e inglés y a partir de esta etapa se acostumbró a su nuevo idioma: el francés. Durante su estancia en el colegio alpino compartió clases con dos venezolanos: Alejandro Lara y Juan Liscano, a quienes llamaba "americanos del sur".
En 1932 trabajó como trombonista en la orquesta de la famosa cantante y bailarina americana Josephine Baker durante su gira por Austria. Años después sería ella, su amiga Josephine, la persona que salvaría a sus padres y a su hermano durante la invasión alemana a Francia. Ese gesto le permitiría huir con su familia a Venezuela.
A los 24 años se trasladó a Francia para iniciar sus estudios de arquitectura en la Escuela de Bellas Artes de París, en el prestigioso taller del profesor George Gromort.
Su vida de estudiante coincidió con la recesión previa a la guerra, por lo que se vio obligado a trabajar como mago y bailarín profesional de tap en cafés, cabarets y teatros de vaudeville parisinos para conseguir un dinero extra que le permitiera cubrir sus gastos. Se graduó de arquitecto en 1939, cuando inicia la Gran Guerra, y finalmente, en 1942, salió de Marsella con destino a Puerto Cabello.
Kahn, el arquitecto. Llegó a Venezuela en julio de 1942. En su primer empleo como músico duraría pocos meses, al ser contratado como dibujante de arquitectura en e Ministerio de Obras Públicas. "Un día encuentro al arquitecto Carlos Raúl Villanueva. Había sido contratado por el Ministerio de Obras Públicas para elaborar el proyecto de la Ciudad Universitaria.
Me propuso trabajar con él, renuncié al ministerio y me incorporé al equipo de Villanueva", recuerda a sus 100 años. Con Villanueva trabajó en las primeras proyecciones de la Ciudad Universitaria, en el diseño del Hospital Universitario y del edificio del Instituto de Anatomo-
Patología. En paralelo, Kahn fue contratado para el proyecto del Hotel Nacional (1947) de la avenida Bolívar, su primera gran obra en Venezuela, lamentablemente demolido, y aún recordado por el roof bar que diseñó para la terraza.
Eso ameritó una jornada intensiva.
"Trabajaba de día con Villanueva en el proyecto de la Ciudad Universitaria y de noche, en casa, en el proyecto del Hotel Nacional".
Inmediatamente surgieron otras oportunidades para Kahn y después de dos años de trabajo, dejó a Villanueva e inició su propia
compañía, Arquidec C. A. "Tenía entre manos muy buenos proyectos: además del hotel, inicié el Edificio Altamira para Luis Roche en Altamira (1947) y el Edificio BECOBlohm (1948) en la esquina de Puente Yánez para Jorge Blohm". Según el propio Kahn, la obra del Edificio Altamira la obtuvo de manera casi fortuita. Kahn supo que Luis Roche, uno de los mayores constructores de entonces, planificaba urbanizar una gran extensión de terreno en el este de la ciudad. Así consiguió una entrevista con él y le ofreció sus servicios como arquitecto. Acto seguido, Luis Roche le dijo: "Nosotros no somos arquitectos, pero tenemos muy buenos libros de arquitectura y por eso nunca utilizamos los servicios de un arquitecto". Frase a la que Kahn respondió: "Estimado señor Roche, gracias por su hospitalidad y si un día se siente mal de salud llámeme por favor, no soy médico pero tengo muy buenos libros de medicina".
Al día siguiente, Roche llamó a Kahn para discutir los términos de un contrato en el que lo empleaba en la elaboración del proyecto del Edificio Altamira. Pocos años después, en 1951, inició el Pasaje Zingg, el primer centro comercial de Caracas y el primer edificio con escaleras mecánicas (de madera) en un pasaje que albergaba 40 de las más elegantes tiendas de la ciudad y cuyo diseño conectó dos calles de diferentes alturas a través de un corredor interior. En 1954, el profesor Humberto Fernández Morán ­ creador del bisturí de diamante le propuso a Kahn hacer el diseño de un Instituto de Ciencias que se proponía crear en Venezuela. "La entrevista duró siete horas. Al concluir el encuentro teníamos un proyecto y había nacido una amistad que duraría hasta el día de su muerte. Diseñé así la Unidad Piloto Experimental del IVNIC (1954-55), primer cuerpo de edificios del actual IVIC".

Fuente:
(Jonathan Gutiérrez y Efrén
Hernández)
El Nacional Todo en Domingo -
Domingo 28 de Noviembre de 2010