Mitsuko Uchida es una pianista japonesa, nacida en Tokio en 1948, pero que por la profesión diplomática de sus padres, se mudó a Viena, lugar en el que recibió clases de uno de los grandes pianistas de la historia, Wilhelm Kempff, además de Stefan Askenase. Su solvencia está sobradamente contrastada y ya en 1969 ganó el Concurso de Piano Beethoven de Vienna y en 1970 se hizo con el segundo puesto del muy exigente Concurso de Piano Frédéric Chopin. Ella es especialista entre otros en Beethoven, Schubert, Debussy, Chopin pero especialmente en Mozart y dentro de la obra de este en los movimientos lentos de sus sonatas.
La razón de haberla escogido para disfrutar del concierto nº 20 de Mozart no es sólo su calidad pianística, sino que además asume la dirección de la obra, con lo que podemos verla en acción en dos frentes muy sugerentes y sobre todo es una elección marcada por la hipnótica gestualidad con la que transmite todo el torrente de sensaciones que está experimentando mientras toca y dirige.
El Concierto para piano y orquesta nº 20 en re menor K 466 de Mozart fue compuesto en Viena en 1875 y es considerado el más dramático de la producción mozartiana. El muy exigente padre de Mozart, el señor Leopoldo, lo alababa sin reservas. Para el cascarrabias de Beethoven era uno de los conciertos que conformaban su repertorio e incluso le dedicó algunas cadencias, al igual que también lo hizo Brahms, otro genial pianista además de compositor. El concierto se divide en tres movimientos, a cual más hermoso. Se comienza por un movimiento rápido (Allegro), seguido de uno lento (Romanza), para terminar en el frenesí de un Rondo: Allegro assai, muy rápido.