10/6/12

Klomino

El pueblo de Klomino, situado al
noroeste de Polonia, es la única
ciudad fantasma oficial de Polonia.
Conocida originalmente como
Westfalenhof, fue un importante
campo de entrenamiento militar de
la Wehrmacht alemana. Después de
la Segunda Guerra Mundial, el
pueblo, rebautizado como Gródek,
era una base del Ejército Rojo y por
muchos años existió únicamente en
los mapas militares de Rusia. Dado
que en 1993 el Ejercito Rojo retiró
sus fuerzas de Polonia, ahora
permanece vacía.
Klomino se situa en una zona
boscosa de la antigua provincia de
Pomerania, y en el siglo XX era un
pequeño pueblo conocido como
Westfalenhof. En la decada de 1930,
la Wehrmacth planificó construír una
base militar grande allí, junto a un
campo de entrenamiento. Segun la
edición polaca de Newsweek, en
1939 unos 60.000 efectivos militares
residían en los cuarteles de la
Westfalenhof.
En otoño de 1939, después de la
campaña polaca "Septiembre", los
alemanes abrieron un campo de
prisioneros allí, en el que, en 1939,
había unos 6.000 soldados polacos,
así como unos 2.300 civiles polacos,
detenidos por la Wehrmacth
durante la invasión. En junio de
1940, el campamento fue nombrado
"oflag II D Gross-Born", y poco
después los agentes del Ejército
Rojo fueron traídos a la ciudad y en
1941 había unos 3.731 de ellos. Más
tarde el número de prisioneros
franceses disminuyó y éstos fueron
reemplazados por prisioneros de
guerra polacos, traídos de otros
campos.
Westfalenhof fue capturado gracias
al avance del Eército Rojo en enero
de 1945, y después de la II Guerra
Mundial quedó en manos soviéticas,
siendo transformada en base militar.
Incluso aunque oficialmente era
parte de la República Popular de
Polonia, era de hecho un territorio
de la Unión Soviética, y los polacos
no tenían permiso para entrar a la
ciudad. Renombrada como Gródek,
la ciudad todavía no se mostraba en
los mapas de Polonia. Alrededor de
6.000 soldados soviéticos vivían allí,
y las partes de la base alemana que
no eran necesarias fueron arrasadas
por el EjércitoRojo. Las ruinas
fueron enviadas a Varsovia para
reconstruir la ciudad destruida.
Después del colapso de la Unión
Soviética, los rusos se retiraron de la
ciudad en 1993. El pueblo
abandonado se convirtió en uno de
los cientos de antiguas instalaciones
militares en los países del Bloque
del Este. Gródek, ya en manos
polacas, consiguió un nuevo
nombre: Klomino. El pueblo fue
custodiado por el ejército polaco
para más tarde ser transferido a las
autoridades civiles.
Actualmente los funcionarios
polacos han tratado de vender el
pueblo por unos 2 millones de
euros, sin resultados.