Mostrando entradas con la etiqueta mitologia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mitologia. Mostrar todas las entradas

27/9/15

Dvergatal

Los Dvergar (sing. Dvergr) esenciales en la mitología nórdica, se vinculan a la piedra, la tierra, el trabajo del metal, la tecnología, la sabiduría, la suerte, la muerte y la codicia. Se les llamaba también Svartálfar o Dokkálfar (elfos negros u oscuros).
Una teoría dice que estos seres en la mitología nórdica eran del tamaño humano hasta que “encogieron” a partir de las sagas legendarias del siglo XIII, como motivo de burla. De ahí el término inglés Dwarf, que originariamente significa “torcido”, “deforme”, otra en cambio cree que eran así desde el principio ya que creen que el origen de dicha palabra deriva del protogermánico dweraz, y este del protoindoeuropeo dhwegwhos que viene a significar “algo pequeño”. Estas criaturas tenían la facultad de cambiar de forma y tamaño a voluntad, aunque parece que su forma normal era de piel pálida, casi cadavérica, cabellos y barbas negros y de complexión extremadamente delgada. En el Völuspá (La Profecía de la Vidente), primer y más conocido poema de la Edda poética, en la sección Dvergatal (sobre enanos), divide a los enanos en tres tribus:
- La tribu de Mótsognir (primer enano nacido)
- La tribu de Durin (segundo enano
nacido)
- La tribu de Dvalin (padre de la escritura de los enanos: las runas)
Según el Völuspá, Mótsognir (el del feroz rugido) y Durin (el durmiente) nacieron de forma espontánea cuando Odín y sus hermanos crearon el mundo a partir del cuerpo del gigante Ymir. Como se formaron en las entrañas del cuerpo estaban hechos de piedra y tierra. Los dioses les concedieron inteligencia y apariencia humanas, ya que en principio eran gusanos.
Según este poemario eran feos, pequeños en estatura y temerosos de la luz, ya que les podía convertir en piedra. Su reino era el reino subterráneo de Nidavellir (campos oscuros), uno de los nueve mundos del árbol-mundo Yggdrasil. Fueron ellos los artífices del martillo Mjolnir de Thor, la lanza Gungnir de Odín, el anillo mágico Draupnir o el collar Brisingamen de Freyja, entre otras maravillas.

6/1/14

Izanagi e Izanami

Izanagi e Izanami fueron encargados
por los demás dioses de formar las
islas japonesas. Estos hundieron una
jabalina adornada con piedras
preciosas en el mar inferior, la
agitaron y al sacarla, las gotas que de
ella resbalaban formaron la isla de
Onokoro.
Descendiendo de los cielos, Izanagi e
Izanami resolvieron construir allí su
hogar, así que clavaron la jabalina en
el suelo para formar el Pilar Celestial.
Descubrieron que sus cuerpos
estaban formados de manera
diferente, por lo que Izanagi preguntó
a su esposa Izanami si sería de su
agrado concebir más tierra para que
de ella nacieran más islas. Como ella
accedió, ambos inventaron un
matrimonio ritual; cada uno tenía
que rodear el Pilar Celestial andando
en direcciones opuestas. Cuando se
encontraron, Izanami exclamó:
“¡Que encantador! ¡He encontrado un
hombre atractivo!”
Y a continuación hicieron el amor.
En lugar de parir una isla, Izanami
dio a luz a un malforme niño-
sanguijuela al que lanzaron al mar
sobre un bote hecho de juncos.
Después se dirigieron a los dioses
para pedir consejo, y estos les
explicaron que el error estaba en el
ritual del matrimonio, ya que ella no
debía de haber hablado primero la
encontrarse alrededor del pilar. Así
pues, ambos repitieron el ritual, pero
esta vez Izanagi habló primero, y todo
salió según sus deseos.
Con el tiempo, Izanagi concibió todas
las islas que forman el Japón,
creando, además, dioses para
embellecer las islas, y después
hicieron dioses del viento, de los
árboles, de los ríos y de las
montañas, con lo que su obra quedó
completa. El último dios nacido de
Izanami fue el dios del fuego, cuyo
alumbramiento produjo tan
graves quemaduras en los genitales
de la diosa que murió. Y todavía,
mientras moría, nacieron más dioses
a partir de su vómito, su orina y sus
excrementos. Izanagi estaba tan
furioso que le cortó la cabeza al dios
del fuego, pero las gotas de sangre
que cayeron a la Tierra dieron vida a
nuevas deidades.

1/1/14

PABLO PICASSO Y EL MINOTAURO

Ningún artista plástico ha convertido en símbolo tan recurrente la imagen del minotauro como el pintor
malagüeño Pablo Picasso. Este animal híbrido aparece en muchos de sus trabajos, especialmente en los que
corresponden a la década del `30. En algunos es retratado como un ser perverso, que viola y mata, pero en otros cuadros se lo muestra más como un amante que como un monstruo,
en una relación consensuada con una
mujer. Algunos críticos sugieren que
Picasso utiliza al minotauro para
plasmar la fuerza incontenible de sus
impulsos sexuales. De esta manera, el
minotauro se convertiría en una
especie de “alter ego” del artista, por
medio del cual éste retrata los
avatares de su vida íntima.
Cabe destacar que la identificación
del pintor con figuras de sus lienzos
es común: en su “época rosa”
proyectaba sus experiencias en el
personaje del “arlequín”, mientras
que en los años `50 se identifica con
el protagonista de la serie de El
pintor y la modelo. Según Paloma
Esteban leal, la bestia cretense
bicorne está cargada de una
simbología evidente, que es
inseparable de los otros motivos
taurinos picasianos, el mundo
español y la religión minoica. Como
precedente es necesario mencionar el
culto persa de la deidad Mitra; se
han conservado motivos iconográficos
que la muestran sacrificando a un
toro.
El semi-toro, como personaje, aparece
por primera vez en el lienzo de
Picasso hacia el año 1933, mostrando
su sexo desinhibidamente y un
cuchillo. Siempre se lo retrata con un
carácter hedonista, obsceno, soberbio,
orgiástico. En los grabados donde se
lo representa como un animal ciego,
se combina la mitología minoica con
el mito griego, en especial la historia
de Antígona, hija de Edipo. Los
críticos la han interpretado como una
“ficcionalización plástica” de Marie-
Thérèse, la mujer con quien Pablo
Picasso engañó a su esposa Olga
Koklova.
Cuando la historia se encamina a la
eclosión de la Guerra Civil española,
hacia 1936, el minotauro es
paradójicamente dotado de colores,
cromatismos, dinamismo... Se lo
retrata con diferentes materiales:
gouache, lápiz, óleo, tinta china,
entre otros. Entonces hace su
aparición la figura repetitiva del
caballo, y Dora Maar es la dama que
reemplaza a Marie-Thérèse en la
representación del minotauro como
símbolo de pasiones incontenibles e
irracionales. Nuevamente, obra y
biografía parecen ir de la mano.

29/12/13

CASANDRA.

En la mitología griega, Casandra (en griego antiguo "la que enreda a los hombres" o "hermana de los
hombres"), era hija de Hécuba y
Príamo, reyes de Troya.
Fue sacerdotisa de Apolo, con quien
pactó, a cambio de un encuentro
carnal, la concesión del don de la
profecía.
Apolo amaba a Casandra pero,
cuando ella no le correspondió, él la
maldijo: su don se convertiría en una
fuente continua de dolor y
frustración. En algunas versiones de
este mito, Apolo escupe en su boca al
maldecirla; en otras versiones griegas
este acto suele suponer la pérdida
del don recientemente adquirido,
pero el caso de Casandra es
diferente. En Orestes ella promete a
Apolo que se convertirá en su
consorte, pero no lo cumple, por lo
que desata su ira.
Aunque Casandra previó la
destrucción de Troya, la muerte de
Agamenón y su propia desgracia, fue
incapaz de evitar estas tragedias, tal
era la maldición de Apolo. Su familia
creía que estaba loca y, en algunas
versiones, la mantuvieron encerrada
en casa o encarcelada, lo que la hace
enloquecer. En otras versiones,
simplemente era una incomprendida.
Una vez concluida la guerra de Troya,
durante el saqueo de la ciudad, Áyax,
hijo de Oileo, encontró a Casandra
refugiada bajo un altar dedicado a
Atenea. Aunque la princesa se agarró
a la sagrada estatua de la diosa,
(bien fuera el Paladio, bien otra
estatua distinta), en el frenesí del
saqueo Áyax desoyó los ruegos, y la
arrastró junto con la estatua. Según
algunas fuentes la violó en ese
preciso lugar; para otras fuentes el
sacrilegio cometido por Áyax había
consistido en no respetar la sagrada
estatua de la diosa. Este hecho
condenó al guerrero, pues Poseidón,
impelido por la humillada Atenea,
hundió su barco al provocar una
tormenta en las cercanías del
promontorio de las rocas Giras,
donde Áyax muere ahogado o clavado
a las rocas por el tridente de
Poseidón, según otra variante de la
leyenda.
Más tarde fue entregada como
concubina al Rey Agamenón de
Micenas. Éste ignoraba que mientras
guerreaba en Troya, su esposa
Clitemnestra había comenzado un
romance con Egisto. Cuando
Agamenón y Casandra regresaron a
Micenas, Clitemnestra le pide a su
marido que anduviera por encima de
una alfombra morada, el color que
simboliza a los dioses. A pesar de
que Casandra le avisó que no lo
hiciera reiteradamente, el Rey la
ignoró y cruzó la alfombra,
cometiendo un sacrilegio.
Clitemnestra y Egisto asesinaron a
ambos. En algunas versiones,
Casandra y Agamenón habían tenido
gemelos: Telédamo y Pélope. Ambos
fueron asesinados también por
Egisto.
Télefo, hijo de Heracles, también
amaba a Casandra. Sin embargo, ella
se burlaba de él y le ayudó a seducir
a su hermana Laódice.
Hay versiones alternativas de la
historia en las que, siendo niña, pasó
la noche en el templo de Apolo con
su hermano gemelo Héleno y las
serpientes del templo chuparon y
limpiaron sus orejas, por lo que
ambos fueron capaces a partir de
entonces de oír el futuro. Este es un
tema recurrente en la mitología
griega. Otras versiones sugieren que
Casandra consiguió la habilidad de
entender el idioma de los animales,
en lugar de conocer el futuro.
En la literatura moderna, Casandra es
a menudo usada como modelo de
tragedia y romance, y a menudo
simboliza el arquetipo de alguien
cuya visión profética es oscurecida
por la locura, convirtiendo sus
revelaciones en cuentos o
afirmaciones inconexas que no son
comprendidas plenamente hasta que
ocurre lo vaticinado.
El «síndrome de Casandra» es un
concepto ficticio, usado para describir
a quien cree que puede ver el futuro,
pero no puede hacer nada por
evitarlo. Por ejemplo, en la película
Doce Monos la Doctora Kathryn Railly
investiga este síndrome y a aquellos
que lo sufren.
En la película de Woody Allen.
Poderosa Afrodita, Casandra aparece
como uno de los personajes avisando
al protagonista de su mal futuro.
La imagen: Áyax y Casandra por
Solomon Joseph Solomon, 1886
Fuente: Wikipedia.

13/10/13

ACIS Y GALATEA

Hija de Nereo y Doris, Galatea (blanca
como la leche en griego antiguo) era
una nereida de Sicilia amada por el
cíclope Polifemo. Galatea rechazó al
cíclope al enamorarse de Acis, un
joven pastor siciliano que con
frecuencia era considerado hijo de
Dioniso o, según otras fuentes, de
Pan y la náyade Simetis. El caso es
que Polifemo no se dio por vencido y
cuando, celoso, sorprendió a la
pareja, mató a Acis arrojándole una
roca. Desesperada por el dolor,
Galatea transformó la sangre de su
amado en el río Acis (en Sicilia)
aunque según otras fuentes escriben
que Acis se transformó a sí mismo en
río para evitar ser aplastado. Según
el historiador Apiano, Galatea terminó
siendo madre con Polifemo de Celto,
Ilirio y Gala, dioses epónimos de los
celtas, los ilirios y los gálatas,
respectivamente (así son las cosas
del querer, incluso en la mitología)
Esta preciosa escultura "Polifemo
sorprendiendo a Acis y Galatea" que
podemos ver en la foto haciendose
eco del suceso, es obra del escultor
Auguste Ottin y se encuentra en la
fuente Medici dentro de los Jardines
de Luxemburgo en París y fue
construida en 1630 por María de
Médicis, viuda del rey Enrique IV de
Francia y regente del rey Luis XIII de
Francia. La escultura, se añadió a la
fuente en 1866.

16/9/13

OGDÓADA.

Ogdóada es el nombre del conjunto
de ocho deidades primordiales,
también llamadas "las almas de
Thot", que constituían una entidad
indisoluble y actuaban juntas, según
la mitología egipcia.
La Ogdóada consta de cuatro
parejas de dioses (encarnando
cuatro conceptos en sus aspectos
masculino-femenino), que juntos,
personifican la esencia del caos
líquido primigenio existente antes de
la creación del Mundo.
La primera pareja la forman Nun y
Naunet, "las aguas primordiales",
"el océano primordial" o "el caos";
la segunda, Heh y Hehet, "el espacio
infinito" o "lo
ilimitado" (simbolizada por el agua
que se estanca y busca su camino);
la tercera, Kuk y Kauket, "las
tinieblas" o "la oscuridad" y la
cuarta, Nia y Niat, "la vida", "la
indeterminación espacial" o "la que
se separa", a veces sustituídos por
Tenemu y Tenemet, "lo oculto" o,
más tarde, por Amón y Amonet, "el
principio de lo misterioso" o "el
oculto".
Juntos, los cuatro conceptos
representan el estado primordial, lo
que no se ve ni se toca, la antítesis
de la vida, pero por su concepción
de parejas de ambos sexos,
representan al tiempo lo que puede
ser, el estado fundamental del
comienzo. En el mito, sin embargo,
su interacción en última instancia,
resultó ser tan desequilibrada, que
produjo un cataclismo y dio como
resultado el surgimiento de un
montículo primigenio, en cuyo
interior había un huevo cósmico. La
teología hermopolitana atribuye el
suceso a Tot, dios protector de
Hermópolis. El montículo se
convirtió en una "isla de fuego" y el
huevo se fue incubando, hasta que
salió del mismo el dios del sol, Ra,
que ascendió hasta el cielo. Después
de un largo descanso, Ra, junto con
las otras deidades, crearon todas las
demás cosas del mundo.
Las omnipresencias masculinas de la
Ogdóada son representadas como
ranas, o personajes con cabeza de
rana, mientras que las diosas son
simbolizadas con forma de
serpiente, o como mujeres con
cabeza de serpiente. También
podían representarse como parejas
de babuinos (que representaban al
dios Tot), por estar asociados al
dios sol, puesto que anunciaban el
amanecer con sus aullidos. Mas
tarde, fueron incluso representados
como cuatro toros y cuatro vacas.
Las deidades fueron especialmente
veneradas en Hermópolis Magna, la
ciudad del Alto Egipto, que en
idioma egipcio se denominaba
Jemenu, "la octava ciudad". Existe
una leyenda que dice que parte de la
cáscara del huevo cósmico está
enterrada en su templo.
También tenían un santuario en
Medinet Habu, al oeste de Tebas.
VARIANTE CON EL HUEVO.
La primera versión del mito dice
que una entidad surge de las aguas
como un montículo de tierra, la Vía
Láctea, que fue deificada como
Hathor. Un pájaro celestial deja un
huevo sobre este montículo. El
huevo contenía a Ra. En la versión
original de esta variante, el huevo es
puesto por un ganso cósmico. Sin
embargo, después del incremento
del culto a Tot, se dijo que había
sido un regalo de este dios y que lo
había puesto un ibis, el pájaro con
el que se le asoció.
VARIANTE CON EL LOTO.
Posteriormente, cuando Atum se
había asimilado a Ra como Atum-Ra,
fue adoptada la cosmogonía de la
Enéada, en la creencia de que Atum
surgió de una flor de loto azul
egipcio y unido a Ra. El loto habría
surgido de las aguas después del
cataclismo como un capullo, que
flotaba en la superficie, y poco a
poco abrió sus pétalos del que salió
de su interior el escarabajo Jepri.
Este dios, un aspecto de Ra que
representa al sol naciente, se
convierte en un niño llorando -
Nefertum (el joven Atum), cuyas
lágrimas formaron a las criaturas de
la tierra. Más adelante, cuando el
dios Jepri fue absorbido totalmente
por Ra, se dijo entonces que Ra
había salido del loto, de niño, en
lugar de que Ra fuese Jepri
temporalmente. A veces el niño es
identificado como Horus, aunque
esto se debe a la fusión de los mitos
de Horus y Ra en el dios Ra-
Herakty.

11/9/13

EROS Y PSIQUE

Según la historia, inmortalizada por
Apuleyo en su Metamorfosis (El asno
de oro), Psique era la menor y más
hermosa de tres hermanas, hijas de
un rey de Anatolia. Afrodita, celosa
de su belleza, envió a su hijo Eros
(Cupido) para que le lanzara una
flecha de oro oxidado, que la haría
enamorarse del hombre más
horrible y ruin que encontrase. Sin
embargo, Eros se enamoró de ella y
lanzó la flecha al mar; cuando
Psique se durmió, se la llevó
volando hasta su palacio.
Para evitar la ira de su madre, una
vez que tiene a Psique en su
palacio, Eros se presenta siempre de
noche, en la oscuridad, y prohíbe a
Psique cualquier indagación sobre
su identidad. Cada noche, en la
oscuridad, se amaban. Una noche,
Psique le contó a su amado que
echaba de menos a sus hermanas y
quería verlas. Eros aceptó, pero
también le advirtió que sus
hermanas querrían acabar con su
dicha. A la mañana siguiente, Psique
estuvo con sus hermanas, que le
preguntaron, envidiosas, quién era
su maravilloso marido. Psique,
incapaz de explicarles cómo era su
marido, puesto que no le había
visto, titubeó y les contó que era un
joven que estaba de caza, pero
acabó confesando la verdad: que
realmente no sabía quién era. Así,
las hermanas de Psique la
convencieron para que en mitad de
la noche encendiera una lámpara y
observara a su amado, asegurándole
que sólo un monstruo querría
ocultar su verdadera apariencia.
Psique les hace caso y enciende una
lámpara para ver a su marido. Una
gota de aceite hirviendo (de la que
Apuleyo hace un tópico medieval:
stilla olei ardentis) cae sobre la cara
de Eros dormido, que despierta y
abandona, decepcionado, a su
amante.
Cuando Psique se da cuenta de lo
que ha hecho, ruega a Afrodita que
le devuelva el amor de Eros, pero la
diosa, rencorosa, le ordena realizar
cuatro tareas, casi imposibles para
un mortal, antes de recuperar a su
amante divino. Como cuarto
trabajo, Afrodita afirmó que el
estrés de cuidar a su hijo,
deprimido y enfermo como
resultado de la infidelidad de
Psique, había provocado que
perdiese parte de su belleza. Psique
tenía que ir al Hades y pedir a
Perséfone, la reina del inframundo,
un poco de su belleza que Psique
guardaría en una caja negra que
Afrodita le dio. Psique fue a una
torre, decidiendo que el camino más
corto al inframundo sería la muerte.
Una voz la detuvo en el último
momento y le indicó una ruta que le
permitiría entrar y regresar aún con
vida, además de decirle cómo pasar
al perro Cerbero, Caronte y los
otros peligros de dicha ruta. Psique
apaciguó a Cerbero con un pastel de
cebada y pagó a Caronte un óbolo
para que le llevase al Hades. En el
camino, vio manos que salían del
agua. Una voz le dijo que les tirase
un pastel de cebada, pero ella
rehusó. Una vez allí, Perséfone dijo
que estaría encantada de hacerle el
favor a Afrodita. Una vez más pagó
a Caronte y le dio el otro pastel a
Cerbero para volver.
Psique abandonó el inframundo y
decidió abrir la caja y tomar un
poco de la belleza para sí misma,
pensando que si hacía esto, Eros le
amaría con toda seguridad. Dentro
estaba un «sueño estigio» que la
sorprendió. Eros, que la había
perdonado, voló hasta su cuerpo y
limpió el sueño de sus ojos,
suplicando entonces a Zeus y
Afrodita su permiso para casarse
con Psique. Éstos accedieron y Zeus
hizo inmortal a Psique. Afrodita
bailó en la boda de Eros y Psique, y
el hijo que éstos tuvieron se llamó
Placer o (en la mitología romana)
Voluptas.
Imagen: Antonio Canova.- Eros y
Psique

4/5/13

Dirce

Dirce era una ninfa de la mitología
griega, esposa de Lico y sacerdotisa
del dios Dioniso. No existe acuerdo
sobre quien era su padre, asi que
según la fuente es hija de los dioses-
río Aqueloo, Ismeno o Asopo, o de
los dioses Apolo o Helios.
Estando casada con Lico, usurpador
del trono de Tebas, hizo la vida
imposible a la sobrina de su marido,
Antíope, que vivía con ellos desde
que fue repudiada por su esposo, y
a la que trataba como una esclava
por envidia a su belleza y los
rumores que afirmaban que Lico
estaba enamorado de ella. La acusó
de haberse acostado con su marido,
y disfrutaba dándole salvajes tirones
de sus trenzas y arañando su cara.
Su odio visceral la llevó a encerrar
a la desafortunada a oscuras,
privándole incluso de agua para
beber. Pero Antíope logró escaparse
y huyó hasta el monte Citerón,
donde vivían sus hijos Anfión y
Zeto. Éstos, para vengar a su
madre, atacaron Tebas, destronaron
a Lico y ataron a Dirce a un toro
que la arrastró hasta matarla.
Después arrojaron su cuerpo a un
manantial que, desde entonces, lleva
el nombre de la malograda ninfa,
bien porque fue allí donde la
arrojaron sus verdugos o bien
porque el mismo manantial brotó
del cuerpo de Dirce a instancias de
Dioniso.

DIRCE
LORENZO BARTOLINI (1777-1850) -
Italia
Mármol - Museo del Louvre

1/4/13

OGDÓADA.

Ogdóada es el nombre del conjunto
de ocho deidades primordiales,
también llamadas "las almas de
Thot", que constituían una entidad
indisoluble y actuaban juntas, según
la mitología egipcia.
La Ogdóada consta de cuatro
parejas de dioses (encarnando
cuatro conceptos en sus aspectos
masculino-femenino), que juntos,
personifican la esencia del caos
líquido primigenio existente antes de
la creación del Mundo.
La primera pareja la forman Nun y
Naunet, "las aguas primordiales",
"el océano primordial" o "el caos";
la segunda, Heh y Hehet, "el espacio
infinito" o "lo
ilimitado" (simbolizada por el agua
que se estanca y busca su camino);
la tercera, Kuk y Kauket, "las
tinieblas" o "la oscuridad" y la
cuarta, Nia y Niat, "la vida", "la
indeterminación espacial" o "la que
se separa", a veces sustituídos por
Tenemu y Tenemet, "lo oculto" o,
más tarde, por Amón y Amonet, "el
principio de lo misterioso" o "el
oculto".
Juntos, los cuatro conceptos
representan el estado primordial, lo
que no se ve ni se toca, la antítesis
de la vida, pero por su concepción
de parejas de ambos sexos,
representan al tiempo lo que puede
ser, el estado fundamental del
comienzo. En el mito, sin embargo,
su interacción en última instancia,
resultó ser tan desequilibrada, que
produjo un cataclismo y dio como
resultado el surgimiento de un
montículo primigenio, en cuyo
interior había un huevo cósmico. La
teología hermopolitana atribuye el
suceso a Tot, dios protector de
Hermópolis. El montículo se
convirtió en una "isla de fuego" y el
huevo se fue incubando, hasta que
salió del mismo el dios del sol, Ra,
que ascendió hasta el cielo. Después
de un largo descanso, Ra, junto con
las otras deidades, crearon todas las
demás cosas del mundo.
Las omnipresencias masculinas de la
Ogdóada son representadas como
ranas, o personajes con cabeza de
rana, mientras que las diosas son
simbolizadas con forma de
serpiente, o como mujeres con
cabeza de serpiente. También
podían representarse como parejas
de babuinos (que representaban al
dios Tot), por estar asociados al
dios sol, puesto que anunciaban el
amanecer con sus aullidos. Mas
tarde, fueron incluso representados
como cuatro toros y cuatro vacas.
Las deidades fueron especialmente
veneradas en Hermópolis Magna, la
ciudad del Alto Egipto, que en
idioma egipcio se denominaba
Jemenu, "la octava ciudad". Existe
una leyenda que dice que parte de la
cáscara del huevo cósmico está
enterrada en su templo.
También tenían un santuario en
Medinet Habu, al oeste de Tebas.
VARIANTE CON EL HUEVO.
La primera versión del mito dice
que una entidad surge de las aguas
como un montículo de tierra, la Vía
Láctea, que fue deificada como
Hathor. Un pájaro celestial deja un
huevo sobre este montículo. El
huevo contenía a Ra. En la versión
original de esta variante, el huevo es
puesto por un ganso cósmico. Sin
embargo, después del incremento
del culto a Tot, se dijo que había
sido un regalo de este dios y que lo
había puesto un ibis, el pájaro con
el que se le asoció.
VARIANTE CON EL LOTO.
Posteriormente, cuando Atum se
había asimilado a Ra como Atum-Ra,
fue adoptada la cosmogonía de la
Enéada, en la creencia de que Atum
surgió de una flor de loto azul
egipcio y unido a Ra. El loto habría
surgido de las aguas después del
cataclismo como un capullo, que
flotaba en la superficie, y poco a
poco abrió sus pétalos del que salió
de su interior el escarabajo Jepri.
Este dios, un aspecto de Ra que
representa al sol naciente, se
convierte en un niño llorando -
Nefertum (el joven Atum), cuyas
lágrimas formaron a las criaturas de
la tierra. Más adelante, cuando el
dios Jepri fue absorbido totalmente
por Ra, se dijo entonces que Ra
había salido del loto, de niño, en
lugar de que Ra fuese Jepri
temporalmente. A veces el niño es
identificado como Horus, aunque
esto se debe a la fusión de los mitos
de Horus y Ra en el dios Ra-
Herakty.

8/3/13

APOLO Y DAFNE - GIAN LORENZO BERNINI

Entre las mejores esculturas del
barroco hay que dar un lugar de
honor a esta marvillosa obra
llamada "Apolo y Dafne", una
escultura realizada en marmol y a
tamaño natural por el sensacional
escultor italiano Gian Lorenzo
Bernini entre los años 1622 y 1625
y que actualmente se expone en la
Galeria Borghese de Roma.
La escultura se basa en el mito que
cuenta como Apolo, muy hábil con
el arco, quiso competir con Eros en
el arte de lanzar flechas. Eros,
molesto por la arrogancia de Apolo,
ideó vengarse de él y para ello le
arrojó una flecha de oro, que
causaba un amor inmediato a quien
hiriere y paralelamente hirió a la
ninfa Dafne con una flecha de
plomo que por contra causaba el
rechazo amoroso. De esta manera
cuando Apolo vio un día a Dafne se
sintió herido de amor y se lanzó en
su persecución, pero Dafne, que
sufría el efecto contrario, huyó de
él con todas sus fuerzas y corrió
hasta quedar agotada, momento en
el que pidió ayuda a su padre, el río
Peneo, el cual determinó convertir a
Dafne en laurel. Cuando Apolo
alcanzó a Dafne, ésta iniciaba la
transformación: su cuerpo se cubrió
de dura corteza, sus pies fueron
raíces que se hincaban en el suelo y
su cabello se llenó de hojas. Apolo
se abrazó al árbol y se echó a llorar.
Y dijo: «Puesto que no puedes ser
mi mujer, serás mi árbol predilecto
y tus hojas, siempre verdes,
coronarán las cabezas de las gentes
en señal de victoria», resultando
este el origen de las coronas de
laurel.
Gian Lorenzo Bernini (1598-1680)
posiblemente el mejor escultor del
barroco, captura la transformación
de Dafne con intensa emoción,
retratando las diferentes etapas de
sus cambios. Al igual que sucede en
otra de sus sensacionales obras, el
Rapto de Proserpina, la obra nos
pide una visión global y que la
rodeemos para ver todos sus
ángulos ya que vista desde la
espalda de Apolo, la figura de Dafne
queda oculta, mostrándonos sólo el
árbol en que quedará transformada,
pero si buscamos la parte frontal de
la estatua tendremos la visión de la
ninfa en pleno proceso de
metamorfosis. Bernini nos deja esas
marvillosas manos convirtiendose
en ramas pobladas de unas
delicadisímas hojas de marmol
completamente imposibles a
nuestros ojos, o su piel haciendose
corteza, o la maravilla de su pelo
agitado por la carrera. La figura de
Apolo tiene ecos del Apolo
Belvedere de Leocares, mostrandose
como un muchacho andrógino,
joven y delgado, adornado con un
peinado casi femenino, tal y como
era concebido en el perido
helenistico en el que busca
inspiración el escultor. Apolo en la
mitologia predicaba la moderación y
la sobriedad, pero aqui Bernini lo
muestra decidido y anhelante,
persiguiendo desesperadamente el
amor de una Dafne que en último
instante escapa a sus deseos. La
composición se encuentra llena de
dinamismo y el grito de horror que
escapa de Dafne y el rostro perplejo
de Apolo muestran el interes del
escultor por plasmar el memento
con el mayor realismo posible. Y
vaya si lo consiguió!!!
El texto es una adaptación personal
de la reseña de Wikipedia

LEDA Y EL CISNE

En la mitología griega Leda, era hija
de Testio y esposa de Tindáreo de
Esparta, una de las doncellas
seducidas por Zeus. Cuando
caminaba junto al río Eurotas, se le
presentó Zeus transformado en
cisne y fingiendo ser perseguido por
un águila, la violó. Esa misma noche
yació con Tindáreo. Como
consecuencia, puso dos huevos de
los cuales nacieron cuatro hijos:
Helena de Troya, Pólux (inmortales,
presumidos hijos de Zeus) y
Clitemnestra y Cástor (mortales,
supuestos hijos de Tindáreo). Sin
embargo, se considera a Pólux y a
Castor gemelos, conocidos como los
Dioscuros. Leda luego es divinizada
por Némesis, la diosa del castigo
justo. En las versiones más antiguas,
Leda simplemente encuentra un
huevo en donde está el germen de
Helena, hija de Zeus y Némesis. En
ese relato, Némesis trata de escapar
de Zeus mediante la metamorfosis,
convirtiéndose en distintos animales
para poder escapar del dios. Pero
Zeus hace exactamente lo mismo y
compensando cada cambio con el
suyo propio, hasta que finalmente
ella se convierte en una oca y él la
viola en forma de cisne. Pone luego
el huevo en un pantano en donde lo
encuentra Leda. En otras versiones,
Zeus transformado en cisne y
fingiendo estar en peligro, se refugia
en el seno de Némesis y luego la
viola. Hermes pone el huevo en los
muslos de Leda para que sea ella
quien lo "alumbre".
La leyenda de Leda y el Cisne ha
dado en la Historia del Arte
numerosas obras: desde Dalí, en su
cuadro Leda atómica, a Tintoretto,
pasando por Matisse o Paul
Cézanne, o el mismo Leonardo da
Vinci, muchísimos autores han
retratado esta escena.
También hay referencias a Leda en
poemas de Rubén Darío:
1. Blasón: «Es el cisne, de estirpe
sagrada, cuyo beso, por campos de
seda, ascendió hasta la cima rosada
de las dulces colinas de Leda». 2. "
El cisne en la sombra parece de
nieve": << (...)Tal es, cuando
esponja las plumas de seda,
olímpico pájaro herido de amor, y
viola en las linfas sonoras a Leda,
buscando su pico los labios en flor.
(...)>>
Otra referencia a Leda viene
ofrecida en el extenso poema que
da también título al cuarto
poemario publicado por el novelista
y ensayista Aldous Huxley en 1920:
Leda, Chatto & Windus, Londres.
Véase también la traducción al
español del poemario en: Gómez
López, J. Isaías (Editor y traductor),
Aldous Huxley: Poesía completa
(edición bilingüe), Editorial
Universidad de Almería, Almería,
2008, pp. 170-227.
En la novela "El rapto del cisne", de
Elizabeth Kostova (Umbriel Editores,
2010), la trama gira entorno al
cuadro "Leda", del pintor Gilbert
Thomas. En realidad, el cuadro que
ilustra la portada del libro es
"Leda", de François-Edouard Picot.
Inspirado en el mito, Charly Garcia,
compositor del duo argentino Sui
Generis, escribe la cancion Un
Hada, un Cisne.
(De Wikipedia)
Imagen: Auguste Clesinger

17/2/13

El Domovoi

Domovói es la deidad del hogar, que
cuida de la vida de toda la familia
que vive en la casa.
Literalmente significa el espíritu de
la casa en el folclore eslavo.
En Ucrania se considera al Domovói
como el espíritu que vive al lado del
fuego, defiende a la familia pero
que si se disgusta traerá mala suerte
y el gafe .
Se dice que el Domovoi parece un
niño, con pies de cabra, pantalones
rojos, sombrero en forma de cuerno
con un tubo largo.
Los Domovois (la forma plural
correcta es Domovye) son
masculinos, pequeños, muchas
veces están totalmente cubiertos de
pelo. De acuerdo con algunas
tradiciones, el Domovoy toma el
aspecto de los actuales o antiguos
habitantes de la casa, y tiene una
barba gris, unas veces con cola, otra
con cuernos.
En algunas leyendas se dice haber
visto al dueño de la casa en el
jardín, aunque de hecho estuviese el
dueño real dormido en su cama. En
algunas tradiciones lo describen
como un perro o un gato, pero la
descripción mas extendida no es
esta.
No le gustan los espejos ni la gente
que duerme cerca de las puertas. A
veces se oye, por la noche, como
hace algunos trabajos de la casa. La
gente respeta a Domovik, y cuando
alguien habla de él, le llaman
respetuosamente abuelo o dueño.
El lugar favorito para vivir estos
espíritus es debajo de la puerta o
debajo de la estufa o cocina. El
centro de la casa es su domino
también. El domovoi mantiene la
paz y el orden, y disfruta con una
casa bien ordenada. Los campesinos
lo alimentan por la noche como
pago a la protección de su casa.
La tradición indica que en la casa
permanecen únicamente los
animales que el Domovoi quiere,
atormentando a los que rechaza.
En invierno vive al lado de la estufa,
pero si el dueño tiene caballos o
cuadra pasa el invierno allí.
Si el Domovoi se vuelve infeliz, le
juega malas pasadas a los miembros
de la casa. Esto incluye el
movimiento de pequeños objetos,
rotura de platos, ensuciando con
pequeñas manchas de barro,
causando el crujido de las paredes
de la casa, golpeando ollas o
gimiendo. Si la familia puede
determinar la causa del descontento
del Domovoi, pueden rectificar la
situación volviendo las cosas a la
situación normal. En caso contrario,
la actuación del espíritu se
incrementará en intensidad. Lo
habitual es que la familia viva en
armonía con el espíritu, y no
ocurran problemas. Si quiere a
alguien le hace trenzas en el pelo y
si tiene antipatía le da pellizcos,
hasta cardenales. También puede
asustar por la noche se echa encima
de la persona, mientras esta duerme
y empieza a apretarla...

Fuentes:
El Domovoi en las presentaciones
eslavas.
Antigüedades Eslavas .
Diccionario etnoligüístico

9/11/12

THUNDERBIRD

El pájaro de trueno llamado
“Thunderbird”es una criatura
legendaria en la historia de muchos
pueblos indígenas de América del
Norte. Es considerado un ser
"sobrenatural" un pájaro de poder y
fuerza. Es especialmente importante, y
ricamente representado, en el arte,
amuletos, canciones e historias orales
en muchas culturas del Pacífico en la
costa noroeste, y se encuentra
también en leyendas entre los pueblos
del suroeste de Estados Unidos y las
Grandes Llanuras.
Se le llama pájaro del trueno, porque
los golpes de sus alas enormes causan
truenos cuando las agita en el viento.
El viento se agita y caen lluvias.
A través de muchas culturas indígenas
de América del Norte, el pájaro del
trueno tiene mucho en común. Se
describe como un pájaro grande,
capaz de crear tormentas y truenos,
mientras vuela. Las nubes se juntan
por su aleteo, el sonido de un trueno
se forma al batir su alas, los
relámpagos son la luz intermitente de
sus ojos cuando parpadea. En las
máscaras, es representado como de
muchos colores, con un gran sol en su
centro y, a menudo, los dientes en su
pico. Los nativos americanos creían
que el gigante de Thunderbird podría
disparar rayos de sus ojos.
En todas las mitologías de las tribus de
Norteamérica, el pájaro del trueno es
inteligente, poderoso y lleno de ira.
Todos están de acuerdo en que se
debe uno quitar de su camino para
evitar el trueno enojado.
El pájaro del trueno reside en la cima
de una montaña, y era el siervo del
Gran Espíritu. El pájaro del trueno sólo
volaba para llevar mensajes de un
espíritu a otro. Además de controlar
las lluvias. Por eso es un pájaro
sagrado, pues se mueve entre los
dioses y espíritus superiores.
El pájaro del trueno tiene el poder de
adoptar la forma humana,
simplemente inclinando el pico y
quedando como una máscara y sus
plumas quedan como una manta,
pareciendo entonces un nativo más.
Hay historias de pájaros del trueno que
se casaron con bellas nativas, y algunas
familias lo cuentan con orgullo como
un ancestro. (en la zona de Vancouver
son usuales estos linajes mitológicos).
Fuente: AmericanNative

14/7/12

EL JARDÍN DE LAS HESPÉRIDES

En la mitología griega las Hespérides,
eran las ninfas que cuidaban un
maravilloso jardín en un lejano rincón
del occidente, situado según diversas
fuentes en las montañas de Arcadia en
Grecia, cerca de la cordillera del Atlas
en Marruecos, o en una distante isla
del borde del océano.
A veces se las llamaba Doncellas de
Occidente, Hijas del Atardecer o Diosas
del Ocaso, aparentemente aludiendo a
su imaginada situación en el lejano
oeste, y de hecho Hésperis es
apropiadamente la personificación del
atardecer (como Eos es la del
amanecer) y Héspero la de la estrella
vespertina.
Al casarse Hera, Zeus le dio unos
manzanos con frutos de oro que
fueron plantados en el jardín de las
Hespérides bajo la protección del
dragón Ladón. La Discordia se valió de
una de esas manzanas para separar a
los dioses.
Euristeo envió a Heracles para buscar
las manzanas. Prometeo le indicó el
camino donde moraban las Hespérides
y lo que debía hacer. Al final fueron
recuperadas.
El Jardín de las Hespérides es el huerto
de Hera en el oeste, donde un único
árbol o bien toda una arboleda daban
manzanas doradas que
proporcionaban la inmortalidad. Los
manzanos fueron plantados de las
ramas con fruta que Gea había dado a
Hera como regalo de su boda con
Zeus. A las hespérides se les
encomendó la tarea de cuidar de la
arboleda, pero ocasionalmente
recolectaban la fruta para sí mismas.
Como no confiaba en ellas, Hera
también dejó en el jardín un dragón de
cien cabezas llamado Ladón que nunca
dormía, como custodio.
Imagen: pintura de Frederic Leighton

2/7/12

HELIOS Y SELENE

Largos cabellos dorados, cuerpo
esbelto, ojos serenos, Helios (Sol) es
hermoso. Es feliz. Y por esa razón sus
tíos, los otros Titanes, lo odian: no
pueden perdonar tanta armonía en un
solo ser.
Hiperión y Thea (o Tía), padres de
Helios, perciben desde temprano la
hostilidad existente en la familia. Pero
nunca imaginaron que, siendo de la
misma sangre, los Titanes llegaran a
cometer aquel horrendo crimen. Un
día, en efecto, movidos por la furia de
la envidia, arrojan al inocente Helios a
las aguas del Erídano.
El joven lucha, pero su valentía es
vana. La fuerza violenta del rio acaba
por tragarlo, sofocando su último
soplo de vida.
La hermosa Selene (Luna), al tomar
conocimiento del trágico destino su
hermano, se arroja desde lo alto del
palacio. Y muere también.
Hiperión y Tía, pálidos de espanto,
observan la tragedia sin poder salvar a
Selene.
Tía no cree que su hijo esté muerto.
Como loca, comienza a rondar todas
las noches y todos los días las negras
aguas del Erídano, en un inútil intento
de hallar al joven.
Sin alimento y sin reposo, se va
debilitando, hasta que al fin la fatiga la
duerme. Entonces, un sueño viene a
liberarla de la infinita angustia que la
devoraba.
Helios se le aparece, sonriente,
agitando suavemente los largos
cabellos dorados, sereno y confiado
como siempre lo fuera en vida. Con
mucho cariño le pide a su madre que
no lo llore, pues ahora vive en el
Olimpo, junto a Selene, al lado de los
inmortales.
Cuando Tía despierta, la inunda una
extraña paz. Mira hacía lo alto y
comprende. Sus hijos están allí. El
sueño no era una mentira. Entre los
dioses poderosos. Helios y Selene
iluminan tanto el sufrimiento como la
alegría de los mortales.
Fuente: Nuestros Antepasados
Imagen: Sobre Leyendas

CICLOPES.

Cíclope es una criatura mitológica de
un solo ojo.
Había dos generaciones de Cíclopes:
Los Cíclopes de la primera generación
eran hijos de Urano y Gea, y conocidos
artesanos y constructores. Eran
gigantes con un solo ojo en mitad de la
frente y un temperamento horrible.
Según Hesíodo eran fuertes,
testarudos, y de «bruscas emociones».
Con el tiempo, sus nombres llegaron a
ser sinónimo de fuerza y poder, y se
usaban para referirse a armas
especialmente bien manufacturadas.
Fueron tres: Brontes, Estéropes y Arges
(aunque algunas fuentes cambian a
Arges por Acmónides o Piracmón).
Había también otros cuatro llamados
Euríalo, Elatreo, Traquio y Halimedes,
que presumiblemente eran hijos de los
tres primeros.
Urano temía su fuerza y los encerró en
el Tártaro. Más tarde Crono, otro hijo
de Urano y Gea, liberó a los Cíclopes,
junto con los Hecatónquiros y los
Gigantes. Le ayudaron a derrocar y
castrar a Urano, pero Crono los volvió
a encarcelar en Tártaro, donde
permanecieron, guardados por
Campe, hasta que Zeus los liberó.
Forjaron rayos para que Zeus los usase
como arma y le ayudaron en la guerra
para derrocar a Crono y a los otros
Titanes (Titanomaquia). Los rayos que
se convirtieron en el arma predilecta
de Zeus fueron forjados por los tres
Cíclopes: Arges ponía el brillo, Brontes
el trueno, y Estéropes el relámpago.
Esta primera generación de Cíclopes
también creó un tridente que producía
terremotos para Poseidón, el arco y las
flechas de Artemisa, y el casco de
invisibilidad que Hades le dio a Perseo
en su búsqueda para matar a Medusa.
Ayudaron a Hefesto y se dice que
construyeron el primer altar, así como
las murallas y fortificaciones de Tirinto
y Micenas en el Peloponeso, entre
otras. Los ruidos que surgían del
corazón de los volcanes se atribuían a
sus operaciones.
Se cuenta posteriormente que fue
Apolo quien mató a los Cíclopes,
después de que Zeus matase a su hijo,
Asclepio, con un rayo forjado por ellos.
Aunque puede suponerse que estos
cíclopes eran inmortales, por lo que
quizá los cíclopes que Apolo mató
fuesen sus hijos.
La segunda generación de Cíclopes fue
una primitiva tribu de enormes
monstruos de un solo ojo descubierta
por Odiseo en una remota isla (en
ocasiones identificada con Hesperia).
Se decía que estaban estrechamente
relacionados con los Gigantes y con
una tribu fenicia (los Phaiakai) surgidos
de las gotas de sangre que cayeron
sobre Gea (la tierra) cuando Urano fue
castrado.
Sin embargo, el cíclope más conocido
de esta generación era un hijo de
Poseidón y la ninfa Toosa llamado
Polifemo.Quien pierde el ojo por culpa
de Odiseo. Otro de los cíclopes de la
segunda generación fue Telemo, un
vidente.
Fuente: Wikipedia.
Imagen: Grabado de Erasmus Francisci
zu Nürnberg (1627-1680), en el que
aparece un cíclope

24/6/12

ECO.

Eco es, en la mitología griega, una
oréade, ninfa de la montaña, del
monte Helicón, que amaba su propia
voz. Fue criada por ninfas y educada
por las musas.
La bella y joven Eco era una ninfa de
cuya boca salían las palabras más
bellas jamás nombradas. En cuanto a
las palabras ordinarias, se oían de
forma más placentera. Esto molestaba
a Hera, celosa de que Zeus, su marido,
pudiera cortejarla como a otras ninfas.
Y así sucedió. Cuando Hera descubrió
el engaño, castigó a Eco quitándole la
voz y obligándola a repetir la última
palabra que decía la persona con la
que mantuviera la conversación.
Incapaz de tomar la iniciativa en una
conversación, limitada sólo a repetir las
palabras ajenas, Eco se apartó del
trato humano.
Retirada en el campo, Eco se enamoró
del hermoso pastor Narciso, hijo de la
ninfa Liríope de Tespia y del dios-río
Céfiso. Sin embargo, el vanidoso joven
no tenía corazón y la consideró loca,
ignorándola totalmente. Con el
corazón roto, Eco pasó el resto de su
vida en cañadas solitarias, suspirando
por el amor que nunca conoció,
debilitándose y adelgazando, hasta
que sólo quedó su voz.
Algunos dicen que Narciso se rió de
ella al descubrir que repetía su última
palabra y se escondió entre las
montañas, donde hoy puede
escucharse su voz.
Otros añaden que un muchacho que
también se había enamorado de Eco
oró a los dioses, pidiendo que Narciso
sufriera al sentir un amor no
correspondido, como el que había
hecho sufrir a otros. La oración fue
respondida por Némesis, la que
arruina a los soberbios, quien maldijo
a Narciso a enamorarse de su propio
reflejo.
El joven terminó muriendo de desamor
(otros dicen que se ahogó mirándose
su rostro en el río) y bajó al
Inframundo, donde fue atormentado
para siempre por su propio reflejo en
el río Estigia.
Alternativamente, Eco era una ninfa
que cantaba y bailaba muy bien y
desdeñaba el amor de todos los
hombres. Esto enfureció a Pan, que
ordenó a sus seguidores matarla. Eco
fue descuartizada y esparcida por toda
la Tierra. Gea recibió los trozos de Eco,
cuya voz permanece repitiendo las
últimas palabras de los demás.
Imagen: Eco y Narciso, Nicolas Poussin,
Museo de Louvre.
Fuente: Wikipedia.

El nombre secreto de Ra

Cuenta la leyenda que en un principio
no había luz. Solo existía la oscuridad y
una gran extensión de agua con el
nombre de Num. El poder de Nun era
tan grande que desde el interior de la
penumbra hizo brotar un huevo
grande y brillante. Y del interior de ese
huevo surgió Ra.
Ra tenía el poder de hacer lo que
quisiera, incluso cambiar de forma. Lo
que el nombraba, adquiría forma y se
volvía real. Era tan importante el poder
del nombre, que guardaba bien
secreto su propio nombre para que
nadie pudiera usarlo.
Ra se dispuso a crear el sol diciendo:
“Al amanecer me llamo Kephera, al
mediodía Ra y al atardecer Tem”. Y
entonces, el sol apareció posprimera
vez iluminando la oscuridad, se elevó
sobre el horizonte y al atardecer
descendió para volver a ocultarse.
Luego nombró a Shu, y los vientos se
congregaron por primera vez y
comenzaron a soplar.
Cuando Ra nombró a Tefnut, la lluvia
se hizo presente con sus gotas. Más
tarde nombró a Geb y con solo
nombrarla, se formó la tierra y para
hacerle compañía nombró a la diosa
Nut, y el firmamento se arqueó sobre
la tierra. Y cuando quiso coronar a
Egipto con el río Nilo, nombró a Hapi. Y
el Nilo comenzó a fluir a través de
Egipto fertilizando su amplio valle. Ra,
comenzó a nombrar una por una
todas las cosas que existen sobre la
tierra y estas se hicieron visibles
crecieron. Finalmente les dio nombre a
los hombres y a las mujeres, y desde
entonces la humanidad pobló la tierra.
Ra podía asumir la forma que quisiera.
Entonces, tomó la forma de un
hombre y se convirtió en el primer
faraón de Egipto.
Ra gobernó Egipto durante miles de
años llevando bienestar y prosperidad
a sus habitantes gracias a las fabulosas
cosechas y a sus magníficas leyes. Los
egipcios solo tenían palabras de
agradecimiento y no dejaban de
ensalzar su nombre.
Pero Ra, había tomado forma humana
y por lo tanto envejecía día a día. Un
buen día, los egipcios, dejaron de
respetarlo, comenzaron a burlarse de
su aspecto senil y a desobedecer sus
órdenes.
Ra no pudo evitar oír las burlas y
comentarios y cuando vio que los
hombres no obedecían las leyes, se
enojó de tal manera que decidió
convocar a los dioses que había
creado en un lugar secreto para pedir
consejo. Allí estaban Shu ,Tefnut, Geb,
Nut y Nun escuchando el problema
que aquejaba al dios Ra.
Nun habló diciendo:
- Lo que debes hacer es destruirlos con
la forma de tu hija, la diosa Sekhmet.
Los otros dioses, al ver el mal
comportamiento de los hombres, le
aconsejaron también destruir a los
hombres por intermedio de la diosa
Sekhmet.
Ra, con su ojo, que despedía una
mirada aterradora, creó a la diosa
Sekhmet. Feroz y sanguinaria cual
leona que persigue su presa y se
deleita en la matanza y en la sangre.
Siguiendo las órdenes de Ra,
desencadenó su furia sobre todos los
que ridiculizaron a su padre,
sembrando el terror y la desesperación
en todo Egipto.
Los hombres huían a esconderse, pero
la diosa Sekhmet, los perseguía y los
asesinaba relamiéndose con la sangre.
Cuando Ra vió lo que Sekhmet había
hecho la llamó a su presencia para
preguntarle si lo había obedecido.
Sekhmet le respondió que estaba feliz
porque había vengado a su padre Ra,
eliminando a todos los hombres que
éste le había entregado. Todo Egipto
estaba teñido del color de la sangre y
era imposible detener la furia de la
cruel y sanguinaria Sekhmet.
Pero Ra se apiadó de los hombres y
decidió hacer algo para frenar la
matanza. Envió entonces a mensajeros
rápidos y silenciosos en busca de
grandes cantidades de ámbar. Luego
ordenó preparar mucos litros de
cerveza hasta llenar siete mil jarras.
Más tarde, mandó mezclar el ámbar
con la cerveza. A la luz de la luna, la
cerveza adquiría el color rojo de la
sangre. Hizo llenar nuevamente las
jarras y envió a sus mensajeros a
volcarlas en el lugar donde se
encontraba Sekhmet. Al salir el sol,
Sekhmet estaba preparada para su
próxima cacería, cuando vio la tierra
inundada de color rojo y creyó que
sería sangre real porque no había
cerca ningún hombre. Se acercó y
bebió alborozada mientras reía y
disfrutaba pensando que era sangre.
Bebió tanto, que ese día, que presa de
la ebriedad, no pudo matar a ningún
hombre.
Cuando Sekhmet volvió ante la
presencia de Ra, el dios la recibió con
alegría pues no había matado a
ninguna persona y decidió cambiar su
nombre por el de Hathor. A partir de
ese momento se convirtió en la diosa
Hathor fue la diosa de la dulzura, el
amor y la pasión.
La humanidad fue redimida y Ra
continuó reinando en su ancianidad,
aunque sabía que había llegado el
momento de delegar el gobierno de
Egipto en los dioses jóvenes. No
olvidemos que el poder de Ra estaba
en su nombre secreto. Si alguien lo
descubría, Ra dejaría de reinar. Ra
sabía esto y lo mantenía oculto en su
corazón. Solo utilizando grandes
poderes mágicos se podría conocer.
La diosa Geb se unió con Nut y
tuvieron varios hijos: Isis, Osiris, Neftis
y Seth. Isis era la más sabia de todos
ellos. Isis conocía todos los secretos
del cielo y de la tierra, pero lo que no
conocía era el nombre secreto de Ra y
se propuso descubrirlo.
Ra, era muy anciano. Caminaba con
dificultad. Su cuerpo entero temblaba.
Sus palabras se escuchaban
entrecortadas y débiles e Isis comenzó
a seguirlo a escondidas y cuando una
gota de la baba de Ra cayó sobre la
tierra formando barro, ella lo recogió y
modeló una serpiente. Colocó la
serpiente cerca del camino y cuando
Ra paseaba, la serpiente lo mordió y
luego huyó a ocultarse. El veneno
corrió rápidamente por el cuerpo de
Ra, provocándole un dolor hasta
ahora desconocido. Ra gritó con todas
sus fueras y los dioses corrieron a su
encuentro.
Ra estaba desconcertado. Sentía que
un fuego lo quemaba por dentro y no
encontraba explicación a lo sucedido.
Los dioses convocados, lloraban y se
lamentaban por lo sucedido. Entre
estos dioses, se encontraba la astuta
Isis que se acercó preguntando:
- ¿Qué sucede padre todopoderoso?
¿Acaso te ha mordido una de las
serpientes que has creado?
- Me ha mordido una serpiente que yo
no he creado -dijo Ra-, no puedo dejar
de temblar. Siento que un fuego
abrasador me quema por dentro y me
devora.
Isis se acercó con dulzura y le dijo al
oído:
- Si me dices tu nombre secreto, podré
hacer uso de mis poderes mágicos y
podré sanarte.
-Yo soy el que hizo el cielo y la tierra -
respondió Ra. El que creó las aguas,
los vientos, la luz, la oscuridad. Soy el
creador del gran río Nilo. Yo soy
Khepera por la mañana, Ra al
mediodía y Tum al atardecer.
- Tú sabes bien, padre todopoderoso,
que esos nombres son conocidos por
todos –dijo Isis-. Lo que yo necesito
para curarte es tu nombre secreto.
Ra la tomó de la mano y le susurró al
oído:
- Antes que mi nombre pase de mi
corazón al tuyo, júrame que no se lo
dirás a nadie salvo al hijo que tendrás
que se llamará Horus. Y Horus deberá
jurar que el nombre permanecerá en él
por siempre. No se lo debe comunicar
ni a otros dioses ni a otros hombres.
Isis realizó su juramento y el
conocimiento del nombre secreto pasó
del corazón de Ra al corazón de Isis.
Entonces, Isis haciendo uso de todos
su poderes mágicos dijo: Por el
nombre que conozco, ordeno que el
veneno abandone el cuerpo de Ra
para siempre.
El veneno desapareció y Ra se sintió
bien, pero dejó de reinar sobre Egipto.
Encontró un lugar en el cielo donde
pasear siguiendo la trayectoria del sol.
Por las noches se trasladaba al mundo
subterráneo de Amenti, donde habitan
los difuntos. En su Barca llevaba las
almas de los muertos que conocían a
la perfección las plegarias y las
palabras que se debían decir para
llegar al otro mundo.

13/6/12

Mitología Nórdica Las Eddas septima y ultima parte

El Ragnarok
El Ragnarok, en contra de la creencia
popular no tiene nada que ver con el
fin del mundo ni el Crepúsculo de los
Dioses, sino que significa "El Destino
de los Dioses".
Vendrá el invierno llamado Fimbulvetr,
con inmensas nevadas, hielos y
vientos gélidos en todas las
direcciones. El sol no será capaz de
calentar. Tres inviernos seguirán sin
ningún verano por medio, pero antes
vendrán otros tres, en los que el
mundo se sumirá en grandes batallas,
y los hermanos se matarán entre sí
por avaricia, y no respetarán al padre
y al hijo, ni en las matanzas ni en el
incesto.
El lobo que persigue al sol se lo
tragará, y lo mismo sucederá con el
que sigue a la Luna. Las estrellas se
precipitarán desde el cielo. Temblará
la tierra y las montañas se
derrumbarán, y todas las cadenas se
romperán y quebrarán.
Entonces se soltará el Lobo Fenris
(atrapado gracias al sacrificio de la
mano de Tyr por una cadena mágica
que construyeron los enanos).
Las aguas inundarán la Tierra, pues la
Serpiente de Midgard se revolverá con
furor de gigante y saltará a la tierra.
Se soltará entonces el barco Nafglari,
hecho con las uñas de los muertos
(por eso se evita que un muerto sea
enterrado sin cortarle las uñas, para
no dar fuerza a ese barco y retrasar el
Ragnarok). Su piloto es el gigante
Hrym.
Fenris abrirá su boca hasta tocar cielo
y tierra, y saldrá fuego por ella. La
serpiente escupirá veneno y se
encrespará por los aires haciendo
compañía al lobo.
Se rasgará el cielo y vendrán
cabalgando los hijos de Muspell,
presididos por Surtur y su brillante
espada. Cuando cabalguen sobre
Bifrost se romperá. A la llanura de
Vigrid también llegarán Loki y Hrym y
todos los Gigantes de la Escarcha, y a
Loki lo seguirán todas las criaturas del
Averno. Y Heimdall se levantará y
soplará el cuerno Gjallarhorn y
despertará a todos los dioses y se
reunirán en asamblea. Odín cabalgará
hasta el puente de Mímir y le pedirá
consejo. Entonces temblará Yggdrasil,
el fresno del mundo, y no habrá
nadie sin miedo.
Los Ases y los Einherjard, los
guerreros del Valhalla, vestirán sus
armas y cabalgarán hasta el llano.
Primero irá Odín, con su yelmo y su
coraza de oro, y su lanza Gungnir, y lo
atacará el lobo Fenris, y Thor no le
podrá ayudar pues tendrá que
enfrentarse a la serpiente de Midgard,
Jormungand. Frey luchará contra
Surtur, mas morirá por no tener la
espada que le dio a Skirnir. Entonces
soltarán al perro Garm, el más
horrible de los monstruos, que está
atado ante Gripahell, y luchará contra
Tyr y se matarán los dos. Thor dará el
golpe de muerte a la serpiente de
Midgard y entonces retrocederá
nueve pasos y morirá por el veneno
de la serpiente. El lobo se tragará a
Odín, y así morirá el Padre de Todos.
Pero Vidar pisará la mandíbula de
Fenris con su zapato hecho de las
suelas que los hombres desechan (lo
cual es bueno, pues ayuda a los Ases)
y se la romperá al tirar de la
mandíbula superior. Loki luchará con
Heimdall y los dos morirán. Entonces
Surtur arrojará fuego sobre la tierra y
quemará todos los mundos.
Pero no todo el mundo morirá. Los
que estén en el cielo Gimlé se salvarán
y beberán, y también los que estén en
el palacio Brimir en Okolnir, pero
otros estarán en lugares horribles,
palacios hechos de serpientes que
escupen ríos de veneno que los
asesinos y los que rompen
juramentos tendrán que vadear. Y aún
peor será en Hvergelmir.
Pero la tierra volverá a surgir de los
mares y será verde y bella y crecerán
los campos sin sembrarlos. Vivirán
Vidar y Vali, a quienes el fuego de
Surtur no dañará, y habitarán en
Idavellir, donde estuvo Asgard. Y allí
irán Magni y Modi, los hijos de Thor, y
tendrán el Mjolnir. Y del infierno
vendrán Balder y Hödr, y hablarán de
las viejas runas, y encontrarán en la
hierba los escaques de oro que
pertenecieron a los Ases. En un
bosque llamado Hoddmímir se habrán
escondido del fuego dos hombres
llamados Líf y Leifthrasir, y comerán
rocío y serán los padres de una
descendencia que habitará todos los
mundos. Y el Sol tendrá una hija no
menos bella que ella misma. Y nadie
puede hablar más allá de la marcha
de los tiempos.
Y termina la profecía de la vidente con
el dragón Nidhögg hundiéndose en
los infiernos:
Llegará volando el oscuro dragón,
la sierpe brillante, desde Nídafjöll;
llevará en sus plumas los muertos de
Nighögg.
Allí se hundirá.


Fuente: www.portal.bibliotecasvirtuales.com

Mitología Nórdica Las Eddas sexta parte

La Muerte de Balder
Tuvo Balder el bueno unos sueños
horribles sobre su muerte, lo cual
comunicó a los Ases, que reunidos en
asamblea decidieron protegerlo de
todo mal. Frigga, su madre, tomó
juramento a todas las cosas para que
respetaran a Balder: al agua, al fuego,
al hierro y todos los metales, a las
piedras y la tierra, a los árboles, a las
enfermedades, a las aves, los
animales, los venenos, las serpientes,
etc... Cuando esto se hizo y se supo,
se divertían los Ases poniendo a
Balder en el Thing (el lugar de
reunión) y arrojándole toda clase de
Objetos: piedras y flechas, lo
golpeaban con la espada, e hicieran
lo que hicieran no lo dañaban,
quedando todos asombrados. Más
Loki, hijo de Laufey, se disgustó al ver
esto y fue a casa de Frigga en Fensalir
Disfrazado de mujer para preguntarle
si sabía lo que estaban haciendo los
ases en el Thing. "Ni armas ni maderas
dañarán a Balder, les he tomado
juramento a todas", "¿A todas?",
preguntó Loki. "Al Oeste del Valhalla
crece una rama mágica a la que
llaman muérdago. Me pareció
demasiado joven para pedirle
juramento", reveló Frigga
inocentemente. Loki cogió el
muérdago y lo desenterró. Fue al
Thing con él. Allí estaba Hödr,
apartado del círculo por ser ciego.
Loki lo animó a hacerle los honores a
Balder tirándole también algo, le dio
la rama de muérdago y le indicó
donde estaba Balder, que cayó
muerto a tierra al ser golpeado por la
rama. Cuando Balder cayó muerto los
Ases perdieron el habla por el susto,
y se miraban unos a otros con
lágrimas en los ojos, y supieron
inmediatamente quien lo había hecho,
pero no podían vengarse por que era
un lugar de tregua.
Quien más sufrió en silencio el dolor
de la pérdida de Balder fue su padre
Odín, que sabía lo que ésta pérdida
costó a los Ases. Entonces los dioses
se reunieron y Frigga preguntó quien
sería el que, ganándose todo su amor
y su favor, viajaría al infierno e
intentaría encontrar a Balder y rogarle
a Hela, la diosa de los muertos, que lo
devolviese a Asgard si ella lo permitía.
Hermod el vigoroso, hijo de Odín, fue
quien se ofreció voluntario, montó el
veloz Sleipnir, el caballo de ocho
cascos de Odín y partió hacia Hel.
Los Ases mientras tomaron el cadáver
de Balder y lo llevaron al mar, junto a
su barco Hringhorni, el mejor de
todos, que pensaron utilizar como su
pira echándolo al mar. pero el barco
no se movía. Entonces mandaron
mensaje a Jötunheim para que viniera
una giganta de nombre Hyrrokin, que
llegó cabalgando un lobo y usando
como brida una víbora. Saltó de su
montura que tuvo que ser sujetada
por tres berserker (guerreros/oso
poseídos de una furia incontrolable).
La giganta echó la nave al agua del
primer empujón. Thor empuñó su
martillo e intentó matarla, pero los
dioses pidieron tregua para ella.
Llevaron el cadáver al barco junto con
el de su mujer, Nanna hija de Nep,
que se quebró de dolor y murió.
Entonces se levantó Thor y consagró
el fuego con Mjölnir, y ante sus pies
salió corriendo un gnomo llamado
Litr, y Thor le dio una patada y lo
arrojó al fuego y murió. Al funeral
acudieron gentes de toda Condición:
Odín, con Frigga y las Valquirias y con
sus cuervos, Frey con su carro tirado
por el jabalí Gullinbursti, Heimdall
montando a su caballo Gulltopp,
Freya conducida por sus gatos. Odín
puso en la pira su anillo de oro,
Draupnir, que cada nueve noches
goteaban de él ocho anillos de gran
peso, y también el caballo de Balder,
que fue llevado a la pira con sus
arreos.
Hermod cabalgó nueve noches por
oscuros valles hasta que llegó al río
Gjall y cruzó el puente Gjallarbun,
cubierto de oro. Modgud, la doncella
que vigila el puente le preguntó por
qué cabalgaba hacia el infierno, si el
puente no resonaba bajo él,
revelando que no estaba muerto. Le
indicó que Balder, a quien buscaba,
había cruzado el puente y "hacia
abajo y hacia el norte va el camino del
infierno". Hermod cabalgó hasta las
Puertas del infierno, allí desmontó,
cinchó al caballo, montó y picó
espuelas, y el caballo saltó tan alto
por encima de las puertas que no
volvió a bajar. Hermod llegó al
palacio, desmontó y allí vio sentado
en el escaño más alto a su hermano
Balder. Pasó allí la noche y por la
mañana rogó a Hela que le dejara
cabalgar a Balder con él de vuelta,
contándole el luto que había
levantado. Hela dijo que debía
demostrar que Balder era tan querido
como contaban; si todas las cosas del
cielo, vivas y muertas, lo lloraban, Hela
soltaría a Balder, pero si una sola se
negaba quedaría en Hel por siempre.
Balder despidió a Hermod y le
devolvió a Odín a Draupnir, y Nanna
envió a Frigga linos y el anillo Fulla.
Enseguida enviaron mensajes los Ases
a todas las cosas para que lloraran a
Balder, a los hombres y los animales,
a piedras y metales, a árboles y
plantas; pero de vuelta los mensajeros
encontraron en una cueva a una
giganta (de nuevo Loki disfrazado)
que se negó a llorarlo: Thökk llorará
lágrimas secas por la pira de Balder;
ni vivo ni muerto me sirvió el hijo del
hombre que guarde Hel lo suyo.
Y por eso se dice de Loki que es quien
más daño ha causado a los Ases...

Fuente: www.portal.bibliotecasvirtuales.com