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18/11/14

Preguntas

¡Escríbeme qué llevas puesto! ¿Es cálido?
¡Escríbeme en qué duermes! ¿Es también blando?
¡Escríbeme qué aspecto tienes! ¿Sigue siendo el mismo?
¡Escríbeme qué echas de menos! ¿Mi brazo?
¡Escríbeme cómo te va! ¿Te respetan?
¡Escríbeme qué andan haciendo! ¿Tienes bastante valor?
¡Escríbeme qué haces tú! ¿Sigue siendo bueno?
¡Escríbeme en qué piensas! ¿En mí?
¡La verdad es que sólo tengo preguntas para ti!
¡Y espero con ansiedad la respuesta!
Cuando tú estás cansada, nada puedo llevarte.
Si pasas hambre, no puedo darte de comer.
Así que estoy como fuera del mundo,
perdido, como si te hubiese olvidado.

Bertolt Brecht

Imagen: Dans le blue - Amelie Beaury Saurel (1848-1924)

3/11/14

BERTOLT BRECHT.- QUIERO IR CON AQUEL A QUIEN AMO

Quiero ir con aquel a quien amo.
No quiero calcular lo que cuesta.
No quiero averiguar si es bueno.
No quiero saber si me ama.
Quiero ir con aquél a quien amo

Imagen: Camile Claudel.- El baile
Fotografía de Sébastien Le Gourriérec

27/2/14

Muchas maneras de matar

Hay muchas maneras de matar.
Pueden meterte un cuchillo en el
vientre.
Quitarte el pan.
No curarte de una enfermedad.
Meterte en una mala vivienda.
Empujarte hasta el suicidio.
Torturarte hasta la muerte por medio
del trabajo.
Llevarte a la guerra, etc.
Solo pocas de estas cosas están
prohibidas en nuestro Estado.

Bertolt Brecht: “Muchas maneras de matar” (1926)

Imagen: “El infierno” (detalle), panel
derecho de “El jardín de las
delicias” (ca. 1500-1505), de El Bosco.

26/2/14

Bertolt Brecht: “A los hombre futuros” (III)

Vosotros, que surgiréis del marasmo
en el que nosotros nos hemos
hundido,
cuando habléis de nuestras
debilidades,
pensad también en los tiempos
sombríos
de los que os habéis escapado.
Cambiábamos de país como de
zapatos
a través de las guerras de clases, y
nos desesperábamos
donde solo había injusticia y nadie se
alzaba contra ella.
Y, sin embargo, sabíamos
que también el odio contra la bajeza
desfigura la cara.
También la ira contra la injusticia
pone ronca la voz. Desgraciadamente,
nosotros,
que queríamos preparar el camino
para la amabilidad
no pudimos ser amables.
Pero vosotros, cuando lleguen los
tiempos
en que el hombre sea amigo del
hombre,
pensad en nosotros
con indulgencia.

Bertolt Brecht: “A los hombre
futuros” (y III), de “Poesías escritas
durante el exilio” (1933-1947)

Imagen: “La torre de Babel” (1563),
de Pieter Brueghel El Viejo, detalle.

Bertolt Brecht: “A los hombre futuros” (II)

Llegué a las ciudades en tiempos del
desorden,
cuando el hambre reinaba.
Me mezclé entre los hombres en
tiempos de rebeldía
y me rebelé con ellos.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.
Mi pan lo comí entre batalla y
batalla.
Entre los asesinos dormí.
Hice el amor sin prestarle atención
y contemplé la naturaleza con
impaciencia.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.
En mis tiempos, las calles
desembocaban en pantanos.
La palabra me traicionaba al verdugo.
Poco podía yo. Y los poderosos
se sentían más tranquilos, sin mí. Lo
sabía.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.
Escasas eran las fuerzas. La meta
estaba muy lejos aún.
Ya se podía ver claramente, aunque
para mí
fuera casi inalcanzable.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

Bertolt Brecht: “A los hombre
futuros” (II), de “Poesías escritas
durante el exilio” (1933-1947)

Bertolt Brecht: “A los hombre futuros” (I)

Verdaderamente, vivo en tiempos
sombríos.
Es insensata la palabra ingenua. Una
frente lisa
revela insensibilidad. El que ríe
es que no ha oído aún la noticia
terrible,
aún no le ha llegado.
¡Qué tiempos estos en que
hablar sobre árboles es casi un
crimen
porque supone callar sobre tantas
alevosías!
Ese hombre que va tranquilamente
por la calle
¿lo encontrarán sus amigos
cuando lo necesiten?
Es cierto que aún me gano la vida
Pero, creedme, es pura casualidad.
Nada
de lo que hago me da derecho a
hartarme.
Por casualidad me he librado. (Si mi
suerte acabara,
estaría perdido).
Me dicen: “¡Come y bebe! ¡Goza de lo
que tienes!”
Pero ¿cómo puedo comer y beber
si al hambriento le quito lo que como
y mi vaso de agua le hace falta al
sediento?
Y, sin embargo, como y bebo.
Me gustaría ser sabio también.
Los viejos libros explican la sabiduría:
apartarse de las luchas del mundo y
transcurrir
sin inquietudes nuestro breve
tiempo.
Librarse de la violencia.
dar bien por mal,
no satisfacer los deseos y hasta
olvidarlos: tal es la sabiduría.
Pero yo no puedo hacer nada de esto:
verdaderamente, vivo en tiempos
sombríos.

Bertolt Brecht: “A los hombre
futuros” (I), de “Poesías escritas
durante el exilio” (1933-1947)