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11/2/13

LA CONDENA DEL RIO.

A lo largo de la Historia, los reyes
han condenado a muerte a muchas
personas, pero un poderoso rey
condenó a un río a muerte! … y lo
más curioso es que la pena fue
ejecutada. El rey en cuestión Ciro II
el Grande, y su victima, el río
Gyndes, hoy llamado Diyala, situado
entre Irak e Irán.
Lo cuenta Heródoto de Halicarnaso
en el primero de sus nueve libros de
Historia (apartados CLXXXIX y CXC),
considerado por muchos como la
fuente griega más fiable sobre Ciro
II el Grande de Persia.
Alrededor del año 540 a.C, el Rey
persa Ciro II el Grande, estaba
barriendo con sus ejércitos el este
de Europa y muchos territorios del
cercano oriente. Ahora avanzaba
hacia la ciudad de Babilonia. Un
día, él y su ejército llegaron a las
orillas del río Gyndes
(probablemente el actual río Diyala
que fluye entre Irán e Irak y
desemboca en el río Tigris).
Antes de que se terminaran los
preparativos para cruzarlo (lo cual
no podía hacerse sino con barcas),
uno de sus caballos blancos
sagrados se lanzó al agua y trató de
cruzar a nado, pero sumergido
entre los remolinos, murió ahogado.
El gran rey Ciro no estaba
acostumbrado a recibir el desafío de
nadie, ni siquiera de un río, y
enfurecido por la muerte del
caballo, le condenó con dejarle tan
pobre y desvalido que hasta las
mujeres pudiesen atravesarlo sin
que les llegase el agua a las rodillas.
Ciro aplazó su campaña contra
Babilonia y ordenó ejecutar la
sentencia. Para ello dividió en dos
partes su ejército, cada uno en una
orilla del Gyndes, marcando con
cordeles 180 acequias a cada lado
del río… y les ordenó que
comenzasen a cavar…
Cerca de tres meses duró la
empresa, hasta que al final las
acequias se convirtieron en 360
canales que desangraron el río. Al
final de la colosal obra, Ciro marchó
en señal de triunfo con sus hombres
sobre el Gyndes, que quedó
reducido a una red de arroyos
insignificantes.
Por suerte, la Naturaleza quiso que
muchos años después el río volviese
de nuevo a su cauce revocando la
sentencia de muerte de aquel
poderoso rey.
Imagen: Localizacion actual del rio
Diyala.

Fuentes:
http://cajondecuriosidades.blogspot.com/2010/07/ciro-ii-el-rey-que-condeno-un-rio-morir.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Tumba_de_Ciro
http://www.oem.com.mx/oem/notas/n897063.htm
http://tejiendoelmundo.wordpress.com/2010/11/20/el-poderoso-rey-que-condeno-a-muerte-a-un-rio/

25/4/12

Leteo

(AL) Hay un término griego, lethe (o
leteo, letheia) que significa olvido. Es
uno de los cinco ríos del Hades que
fluyen desde la cueva de Hypnos, que
provoca olvido completo al beber de
sus aguas. Algunas leyendas griegas
hablan de que se hacía beber de este
río a las almas antes de reencarnarlas,
de forma que así no recordaban sus
vidas pasadas.
Lete es también una deidad femenina
en algunas leyendas griegas que forma
pareja con su opuesta Mnemósine, la
diosa de la memoria y madre de las
musas. Posteriormente se enseñaba en
círculos mistéricos que tras la muerte
se daría a elegir de qué río beber y que
debían beber del Mnemósine en lugar
del Lete.
Entre los autores antiguos se decía que
el pequeño río Limia cerca de Ginzo de
Limia (Orense) tenía las mismas
propiedades de borrar la memoria que
el legendario Lete. En el año 138 a.C.,
el general romano Décimo Junio Bruto
intentó deshacer el mito, que
dificultaba las campañas militares en la
zona. Se dice que cruzó el Limia y
entonces llamó a sus soldados desde
el otro lado, uno a uno, por su
nombre. Éstos, asombrados de que su
general recordara sus nombres,
cruzaron también el río sin temor,
acabando así con su fama de
peligroso.
Erasmo de Rótterdam, menciona el río
Leteo en su obra “Elogio de la
Locura” (Cap. XIII), haciendo coincidir
el “chocheo” de la vejez con el “olvido”
de la cordura:
“Pues como los dioses de que nos
hablan los poetas, suelen salvar en los
peligros a sus protegidos mediante
alguna metamorfosis, así yo [la locura,
la estulticia], cuando los veo próximos
al sepulcro y en cuanto me es posible,
los torno a la infancia; razón por la
cual la gente suele llamar a la vejez
segunda infancia.
Si alguien desea saber cómo hago este
rejuvenecimiento, no voy a ocultarlo.
Para hacerlo, condúzcolos a las
márgenes del Leteo, río que nace en
las islas Afortunadas (pues por el
Infierno no corre más que un
pequeño riachuelo), para que allí,
bebiendo a grandes sorbos el agua del
Olvido, vayan poco a poco
aminorando sus cuidados y vuelvan a
la juventud. Se me objetará que esto
no es otra cosa que hacerlos divagar y
chochear. Lo concedo”.
Volviendo al mundo griego, Lete es hija
de Éride, la discordia, la oveja negra de
la familia, de la estirpe de la noche,
(Nix en griego). Pero es, ante todo, el
río del infierno que otorga el olvido a
las almas de los muertos. El olvido se
sumerge por completo en el elemento
líquido (agua), donde se disuelven los
duros contornos del recuerdo de la
realidad, y son de esta manera
liquidados. Lo contrario, a-letheia, no
es “recuerdo” para los griegos, sino
VERDAD, porque consideran que el
olvido es el velo que tapa la verdad
(verdad como lo no escondido, lo no
oculto, lo no latente). La memoria, lo
contrario del olvido, es por lo tanto, la
Verdad.

30/3/12

El río de los cinco colores

Caño Cristales, también conocido
por los nombres del río más
hermoso del mundo o el río que
escapó del paraíso, durante un
breve periodo de tiempo al año se
vuelve multicolor por los
endemismos presentes en sus
aguas.
Predominan el amarillo, azul, verde,
negro y rojo; los cinco colores que
le dan su nombre.
El color rojo es debido a la planta
Macarenia clavigera.
El río tiene unos 100 kilómetros de
longitud y está situado dentro del
Parque Nacional de La Macarena
(Colombia).
Está declarado patrimonio biológico
de la humanidad.

Via: wikipedia.org