Expertos forenses de Estados Unidos,
Alemania e Israel se encargaron de las
investigaciones. Se enviaron muestras
óseas a Inglaterra, donde existen
bancos de datos para su comparación.
Esa comparación se retrasó muchos
años debido a que la ex esposa de
Mengele, Irenna, y su hijo Rolf, se
negaban a dar muestras de sangre.
"Fue allí que decidí ir a Alemania con
mi hermana gemela, y durante tres
semanas protestamos frente a la
fábrica Mengele. Yo simplemente dije:
¡nosotros entregamos la sangre de
millones en Auschwitz! ¡Cómo pueden
negarse a dar una simple gota, para el
estudio de la verdad!" (Eva Mozes
Kor). Finalmente las autoridades
alemanas presionaron a Rolf y a su
madre, y se obtuvieron las muestras
requeridas. El examen de ADN dió un
resultado: el hombre sepultado en
Ambu, Brasil, fue el padre biológico de
Rolf Mengele.
En 1992, el Departamento de Justicia,
cumpliendo con una solicitud del
Departamento de Estado de los
Estados Unidos, publicó dos grandes
volúmenes titulados "En cuanto al
tema Josef Mengele". El informe
concluía que Estados Unidos nunca
tuvo relaciones con Mengele, y que las
investigaciones forenses determinaban
que los restos exhumados en Brasil,
correspondían a Mengele. Los
gobiernos de Alemania e Israel
estuvieron de acuerdo con el informe.
Otro extracto del informe del
Departamento de Estado de los
Estados Unidos de 1992, concluye con
que el hecho que el Ángel de la Muerte
haya sido capaz de perpetrar sus
crímenes, para luego morir
familiarmente como un anciano en
Brasil, evidencia de una enorme
conspiración para la impunidad.
A pesar de todo ello, muchas de las
víctimas o sus descendientes quedaron
inconformes con la forma de la
muerte, e incluso con la veracidad de
la misma. "La muerte de Mengele no se
condice con el sentido de justicia. Si
pensamos que murió, quisiéramos que
haya muerto de cáncer u otra
enfermedad, muy lentamente, órgano
por órgano, y sólo luego de una muy
larga y dolorosa agonía. Sin embargo,
y aunque hubiera estado consciente
durante el ataque cardíaco, su muerte
se habría consumado en sólo dos o
tres minutos. La muerte fue
terriblemente benévola con él, e injusta
con nosotros" (Michael Rosembaum).
La doctora Gissela Weird, sobreviviente
de Auschwitz, quien hizo sus estudios
de medicina en la Alemania de
preguerra, afirmó: "Sé que todos los
estudiantes de medicina realizan el
juramento de Hipócrates. Es como una
página de la Biblia que Mengele
ensució". De hecho, alguna vez
Mengele pronunció las palabras
sagradas del juramento hipocrático: "Si
cumplo acabadamente con este
juramento, ganaré para siempre
reputación entre los hombres, por mi
vida y mi arte. Si lo transgredo, que lo
opuesto recaiga sobre mí". En cierta
forma, su juramento se ha cumplido: el
Ángel de la Muerte, demonio-médico
de Auschwitz, es un sinónimo universal
de muerte y genocidio.
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13/5/12
JOSEF MENGELE, "EL ÁNGEL DE LA MUERTE" tercera parte
Josef Mengele fue la personificación
del peor demonio. Se convirtió en un
verdadero símbolo del terror nazi. Es
absolutamente imposible leer la
acusación hecha contra él en la ex
Alemania Oriental, que describe
cabalmente sus atrocidades, sin
siquiera dejar caer una lágrima.
"Fuimos completamente sobrepasados
por su monstruosidad" (Eli M.
Rosenbaum, director de la Oficina de
Investigaciones Especiales del
Departamento de Justicia del Gobierno
de los Estados Unidos). Lo más
importante es ver que su mente
operaba como la de un científico,
concentrándose en sus estudios y
experimentaba dejando de lado los
sentimientos. "Realmente no pienso
que Mengele tuviera remordimientos
por lo que hacía. Pienso que en su
mente de científico, justificaba lo que
hacía. El nos inyectaba hasta cinco
inyecciones juntas, para ver qué
pasaba. Muchas veces uno
simplemente se moría. No teníamos
idea de qué eran esas
inyecciones" (Eva Mozes Kor). Mengele
inyectaba en las venas toda clase de
substancias, como fenoles, cloroformo,
nafta, insecticidas... Algunas veces,
directamente en el corazón. El mataba
a los objetos de sus experimentos para
hacerles autopsias. Hacía vivisecciones,
para estudiar los límites de resistencia
a los traumas y el dolor en los seres
humanos. Una vivisección, es lo mismo
a hacer la autopsia en un ser vivo. De
más está decir que lo hacía con la
persona consciente y sin anestesia...
Obviamente, nadie sobrevivía. De esta
forma, los experimentos de Mengele
cobraron hasta 60 víctimas diarias.
Demente o no, los experimentos de
Mengele llegaron a su fin. El invierno
se acercaba y el Ejército Rojo avanzaba
hacia el campo de muerte. El 26 de
noviembre de 1944, Einrich Himmler,
máximo jefe de las SS, telegrafió a
todos los Comandantes de Campo
ordenando suspender las muertes. Así
comenzaría la huida de Mengele,
desde Auschwitz hacia una vida de
constante tortura.
Antes del desmantelamiento del
campamento, Mengele hizo su
selección final, enviando a 461, de un
total de 509 prisioneros recién
llegados, a una muerte instantánea.
Fue su último servicio en Auschwitz.
Con el sonido de los cañones rusos
cada vez más fuertes, Mengele reunió
sus registros y anotaciones, y el 18 de
enero de 1945, el Ángel de la Muerte
desapareció para siempre.
"Los experimentos duraron hasta el
momento mismo en que se dio la
orden a todos los nazis, de abandonar
el campo. Esa fue la última vez que vi a
Mengele" (Eva Mozes Kor). Así
comenzó uno de los más grandes
movimientos evasivos de la historia
Mengele dejó su uniforme de oficial de
la SS, y vistió el de oficial de la
Wehrmatch (ejército alemán) y se
dirigió a una unidad hospital que iba
hacia el sur. Cuando finalmente, en
mayo de 1945 Alemania capituló,
Mengele terminó en dos campos de
prisioneros de los aliados, ignorado
por sus captores. Ello se debió a que
él había pasado por alto muchos de
los trámites necesarios para ser parte
de las SS. Esos trámites, capturados
por los oficiales aliados de Estados
Unidos, eran utilizados para
determinar qué sujeto era arrestado en
forma automática. No hay documento
que explique por qué Mengele carecía
del tatuaje obligatorio de oficial de las
SS, que se hacía en la parte interior del
brazo izquierdo, dos pulgadas por
debajo de la axila. Antiguos doctores
de las SS, confirmaron que no estaba
tatuado. Otro de los elementos que
jugó a su favor fue la urgencia con que
los aliados liberaron a millones de
prisioneros de guerra alemanes.
Mengele se retiró calladamente entre la
multitud, usando un nombre falso, y
con la ayuda de su familia trabajó en
una granja de la zona de Rosenheimm,
cercana a su ciudad natal de
Gÿinzburg. Entre 1945 y 1949, fue
visitado varias veces por Irenna. Ella
no estaba feliz con la situación, aún
cuando en 1942 dio a luz un hijo de
Mengele, producto de una de sus
visitas a Auschwitz
Las listas de criminales de guerra
circulaban por la República Federal de
Alemania y los doctores y oficiales de
las SS estaban siendo juzgados.
Mengele estaba atemorizado y pidió a
Irenna que huyera del país con él.
Irenna se negó. Decepcionado pero
resuelto, huyó a Italia en 1949; poco
después abordó un buque que lo llevó
a Buenos Aires. En Argentina se
sentiría seguro, gracias a una
organización secreta conocida como
ODESSA, encargada de otorgar
salvoconductos a antiguos oficiales SS.
La presencia de comunidades
alemanas ofrecía confianza, y ciertas
zonas de Argentina le recordaban las
montañas de su Baviera nativa.
Mengele se sentía como en casa, en su
residencia en la zona de Florida, en
Buenos Aires, viviendo bajo el nombre
de Helmut Gregor. Más tarde en la
década del ‘50, consideró que la caza
de criminales de guerra había
terminado, y comenzó a decir su
nombre. Incluso, habría llegado a
obtener la nacionalidad argentina.
Inició una compañía de implementos
agrícolas con su verdadero nombre...
¡Hasta figuró en la guía telefónica!
Tiempo después su abogado le
informó que el Gobierno alemán había
mandado cartas al Gobierno argentino,
solicitando la extradición de nazis. .
Con la ayuda de ODESSA huyó al
Paraguay, donde tramitó su
ciudadanía. Bajo las leyes paraguayas
ya no podía ser extraditado. En
aquellos tiempos, este país era
gobernado por el dictador Alfredo
Stroessner, descendiente de alemanes
y admirador de los nazis. Seguro,
aunque intranquilo, Mengele se dejaba
ver en las calles de Asunción.
En 1960, en Argentina tuvo lugar el
secuestro de "Otto" Eichmann, a
manos de un comando de la policía
secreta israelí. Eichmann estuvo a
cargo de la sección judía de la Gestapo
y de los traslados a los campos de
concentración. En Paraguay, Mengele
ya no se sentía seguro, e incluso antes
de enterarse de la noticia, se ocultó
aún más. El MOSSAD, servicio secreto
israelí y creador intelectual del
secuestro de Eichmann, estaba tras sus
huellas. En aquellos días, era un hecho
público que perseguían a otros
jerarcas nazis, por lo que Mengele
debió huir... el juicio de Eichmann
hacía eco en sus oídos...
Las recompensas ofrecidas por
Alemania, el Centro Weisenthal e Israel
para su captura, sumaban US$ 3,4
millones, cifra que hoy en día debiera
ser multiplicada por doce, una suma
impresionante, pero que no dio
resultados. En junio de 1985, la noticia
del descubrimiento de la tumba de
Wölfgang Gërhard recorrió al mundo.
Los restos que habían permanecido
bajo tierra desde 1979 fueron
exhumados. El equipo forense
concluyó que eran los restos de Josef
Mengele, el nazi más buscado desde la
Segunda Guerra. Si esto era cierto,
¿cómo fue su vida desde su huida del
Paraguay en 1960, hasta su presunta
muerte en 1979? En Brasil fue puesto
en contacto con refugiados bávaros,
todos ex pertenecientes al movimiento
nazi que se habían refugiado en Brasil
luego de la guerra. Ellos se alegraron al
encontrar a Mengele en la frontera,
donde lo instruyeron sobre su nueva
"identidad". Se disfrazó como un suizo
de apellido Stammer, comerciante de
implementos agrícolas. Una familia
adoptiva que verdaderamente llevaba
el apellido Stammer, lo estaría
esperando. Además, fue entrenado
para mantenerse anónimo, ocultarse y
a quiénes recurrir si alguien intentara
detenerlo.
Mengele pasó dieciséis años viviendo
con los Stammer en una granja cercana
a Sâo Paulo, adquirida por la firma
alemana Mengele. En 1976 la
convivencia con sus familiares
adoptivos se tornó imposible, por lo
que solicitó una nueva familia. Peter y
Geza Bossert se ofrecieron para acoger
a Mengele en su hogar, donde
permaneció hasta su muerte. Según
testigos, Mengele pasaba sus horas
construyendo botes y jugando con los
hijos de sus anfitriones. Su temor a ser
atrapado crecía, y siempre dormía en
su pequeña y oscura habitación, con
una pistola al alcance. En 1976 recibió
la visita de su hijo Rolf, quien luego
declararía para una revista alemana "Mi
padre asegura que nunca hizo algo
incorrecto en Auschwitz. Dice que sólo
seleccionaba prisioneros para trabajar,
y nada más. Odio lo que hizo, pero es
mi padre, y quiero creer en él".
Según la evidencia descubierta en
1985, 1979 sería un año marcado en la
vida de Mengele. "En 1979 fue invitado
a pasar un día de playa, a 50 millas de
Sao Paulo. Mengele se introdujo en el
mar, hasta que el agua alcanzó sus
rodillas. En ese momento desapareció.
Sufrió un ataque cardíaco, cayó al
agua y se ahogó. Cuando fue llevado a
la playa, y a pesar de los esfuerzos, no
pudo ser resucitado". Geza Bossert
hizo los arreglos para que Mengele
fuera enterrado en el cementerio de
Ambu, bajo una lápida que lleva el
nombre de Wölfgang Gërhard, y allí
permaneció hasta su exhumación en
1985.
del peor demonio. Se convirtió en un
verdadero símbolo del terror nazi. Es
absolutamente imposible leer la
acusación hecha contra él en la ex
Alemania Oriental, que describe
cabalmente sus atrocidades, sin
siquiera dejar caer una lágrima.
"Fuimos completamente sobrepasados
por su monstruosidad" (Eli M.
Rosenbaum, director de la Oficina de
Investigaciones Especiales del
Departamento de Justicia del Gobierno
de los Estados Unidos). Lo más
importante es ver que su mente
operaba como la de un científico,
concentrándose en sus estudios y
experimentaba dejando de lado los
sentimientos. "Realmente no pienso
que Mengele tuviera remordimientos
por lo que hacía. Pienso que en su
mente de científico, justificaba lo que
hacía. El nos inyectaba hasta cinco
inyecciones juntas, para ver qué
pasaba. Muchas veces uno
simplemente se moría. No teníamos
idea de qué eran esas
inyecciones" (Eva Mozes Kor). Mengele
inyectaba en las venas toda clase de
substancias, como fenoles, cloroformo,
nafta, insecticidas... Algunas veces,
directamente en el corazón. El mataba
a los objetos de sus experimentos para
hacerles autopsias. Hacía vivisecciones,
para estudiar los límites de resistencia
a los traumas y el dolor en los seres
humanos. Una vivisección, es lo mismo
a hacer la autopsia en un ser vivo. De
más está decir que lo hacía con la
persona consciente y sin anestesia...
Obviamente, nadie sobrevivía. De esta
forma, los experimentos de Mengele
cobraron hasta 60 víctimas diarias.
Demente o no, los experimentos de
Mengele llegaron a su fin. El invierno
se acercaba y el Ejército Rojo avanzaba
hacia el campo de muerte. El 26 de
noviembre de 1944, Einrich Himmler,
máximo jefe de las SS, telegrafió a
todos los Comandantes de Campo
ordenando suspender las muertes. Así
comenzaría la huida de Mengele,
desde Auschwitz hacia una vida de
constante tortura.
Antes del desmantelamiento del
campamento, Mengele hizo su
selección final, enviando a 461, de un
total de 509 prisioneros recién
llegados, a una muerte instantánea.
Fue su último servicio en Auschwitz.
Con el sonido de los cañones rusos
cada vez más fuertes, Mengele reunió
sus registros y anotaciones, y el 18 de
enero de 1945, el Ángel de la Muerte
desapareció para siempre.
"Los experimentos duraron hasta el
momento mismo en que se dio la
orden a todos los nazis, de abandonar
el campo. Esa fue la última vez que vi a
Mengele" (Eva Mozes Kor). Así
comenzó uno de los más grandes
movimientos evasivos de la historia
Mengele dejó su uniforme de oficial de
la SS, y vistió el de oficial de la
Wehrmatch (ejército alemán) y se
dirigió a una unidad hospital que iba
hacia el sur. Cuando finalmente, en
mayo de 1945 Alemania capituló,
Mengele terminó en dos campos de
prisioneros de los aliados, ignorado
por sus captores. Ello se debió a que
él había pasado por alto muchos de
los trámites necesarios para ser parte
de las SS. Esos trámites, capturados
por los oficiales aliados de Estados
Unidos, eran utilizados para
determinar qué sujeto era arrestado en
forma automática. No hay documento
que explique por qué Mengele carecía
del tatuaje obligatorio de oficial de las
SS, que se hacía en la parte interior del
brazo izquierdo, dos pulgadas por
debajo de la axila. Antiguos doctores
de las SS, confirmaron que no estaba
tatuado. Otro de los elementos que
jugó a su favor fue la urgencia con que
los aliados liberaron a millones de
prisioneros de guerra alemanes.
Mengele se retiró calladamente entre la
multitud, usando un nombre falso, y
con la ayuda de su familia trabajó en
una granja de la zona de Rosenheimm,
cercana a su ciudad natal de
Gÿinzburg. Entre 1945 y 1949, fue
visitado varias veces por Irenna. Ella
no estaba feliz con la situación, aún
cuando en 1942 dio a luz un hijo de
Mengele, producto de una de sus
visitas a Auschwitz
Las listas de criminales de guerra
circulaban por la República Federal de
Alemania y los doctores y oficiales de
las SS estaban siendo juzgados.
Mengele estaba atemorizado y pidió a
Irenna que huyera del país con él.
Irenna se negó. Decepcionado pero
resuelto, huyó a Italia en 1949; poco
después abordó un buque que lo llevó
a Buenos Aires. En Argentina se
sentiría seguro, gracias a una
organización secreta conocida como
ODESSA, encargada de otorgar
salvoconductos a antiguos oficiales SS.
La presencia de comunidades
alemanas ofrecía confianza, y ciertas
zonas de Argentina le recordaban las
montañas de su Baviera nativa.
Mengele se sentía como en casa, en su
residencia en la zona de Florida, en
Buenos Aires, viviendo bajo el nombre
de Helmut Gregor. Más tarde en la
década del ‘50, consideró que la caza
de criminales de guerra había
terminado, y comenzó a decir su
nombre. Incluso, habría llegado a
obtener la nacionalidad argentina.
Inició una compañía de implementos
agrícolas con su verdadero nombre...
¡Hasta figuró en la guía telefónica!
Tiempo después su abogado le
informó que el Gobierno alemán había
mandado cartas al Gobierno argentino,
solicitando la extradición de nazis. .
Con la ayuda de ODESSA huyó al
Paraguay, donde tramitó su
ciudadanía. Bajo las leyes paraguayas
ya no podía ser extraditado. En
aquellos tiempos, este país era
gobernado por el dictador Alfredo
Stroessner, descendiente de alemanes
y admirador de los nazis. Seguro,
aunque intranquilo, Mengele se dejaba
ver en las calles de Asunción.
En 1960, en Argentina tuvo lugar el
secuestro de "Otto" Eichmann, a
manos de un comando de la policía
secreta israelí. Eichmann estuvo a
cargo de la sección judía de la Gestapo
y de los traslados a los campos de
concentración. En Paraguay, Mengele
ya no se sentía seguro, e incluso antes
de enterarse de la noticia, se ocultó
aún más. El MOSSAD, servicio secreto
israelí y creador intelectual del
secuestro de Eichmann, estaba tras sus
huellas. En aquellos días, era un hecho
público que perseguían a otros
jerarcas nazis, por lo que Mengele
debió huir... el juicio de Eichmann
hacía eco en sus oídos...
Las recompensas ofrecidas por
Alemania, el Centro Weisenthal e Israel
para su captura, sumaban US$ 3,4
millones, cifra que hoy en día debiera
ser multiplicada por doce, una suma
impresionante, pero que no dio
resultados. En junio de 1985, la noticia
del descubrimiento de la tumba de
Wölfgang Gërhard recorrió al mundo.
Los restos que habían permanecido
bajo tierra desde 1979 fueron
exhumados. El equipo forense
concluyó que eran los restos de Josef
Mengele, el nazi más buscado desde la
Segunda Guerra. Si esto era cierto,
¿cómo fue su vida desde su huida del
Paraguay en 1960, hasta su presunta
muerte en 1979? En Brasil fue puesto
en contacto con refugiados bávaros,
todos ex pertenecientes al movimiento
nazi que se habían refugiado en Brasil
luego de la guerra. Ellos se alegraron al
encontrar a Mengele en la frontera,
donde lo instruyeron sobre su nueva
"identidad". Se disfrazó como un suizo
de apellido Stammer, comerciante de
implementos agrícolas. Una familia
adoptiva que verdaderamente llevaba
el apellido Stammer, lo estaría
esperando. Además, fue entrenado
para mantenerse anónimo, ocultarse y
a quiénes recurrir si alguien intentara
detenerlo.
Mengele pasó dieciséis años viviendo
con los Stammer en una granja cercana
a Sâo Paulo, adquirida por la firma
alemana Mengele. En 1976 la
convivencia con sus familiares
adoptivos se tornó imposible, por lo
que solicitó una nueva familia. Peter y
Geza Bossert se ofrecieron para acoger
a Mengele en su hogar, donde
permaneció hasta su muerte. Según
testigos, Mengele pasaba sus horas
construyendo botes y jugando con los
hijos de sus anfitriones. Su temor a ser
atrapado crecía, y siempre dormía en
su pequeña y oscura habitación, con
una pistola al alcance. En 1976 recibió
la visita de su hijo Rolf, quien luego
declararía para una revista alemana "Mi
padre asegura que nunca hizo algo
incorrecto en Auschwitz. Dice que sólo
seleccionaba prisioneros para trabajar,
y nada más. Odio lo que hizo, pero es
mi padre, y quiero creer en él".
Según la evidencia descubierta en
1985, 1979 sería un año marcado en la
vida de Mengele. "En 1979 fue invitado
a pasar un día de playa, a 50 millas de
Sao Paulo. Mengele se introdujo en el
mar, hasta que el agua alcanzó sus
rodillas. En ese momento desapareció.
Sufrió un ataque cardíaco, cayó al
agua y se ahogó. Cuando fue llevado a
la playa, y a pesar de los esfuerzos, no
pudo ser resucitado". Geza Bossert
hizo los arreglos para que Mengele
fuera enterrado en el cementerio de
Ambu, bajo una lápida que lleva el
nombre de Wölfgang Gërhard, y allí
permaneció hasta su exhumación en
1985.
JOSEF MENGELE, "EL ÁNGEL DE LA MUERTE" segunda parte
Eva Mozes Kor, sobreviviente de
Auschwitz relata "Cuando el tren se
detuvo, escuchamos a muchos nazis
dando órdenes afuera. Envolviendo al
campo había enormes muros con
alambres de púas. Todo allí era de un
color tétrico. Uno debía obedecer
inmediatamente las órdenes o moría.
Debía ser instantáneo, como un flash.
Ello decidiría entre la vida en el campo
o la muerte en las cámaras de gas. Mi
madre nos sostenía a mí y a Miriam, mi
hermana gemela de las manos.
Nosotras nos quedamos congeladas
en ese lugar. Mi madre no nos soltó.
Mi padre y mis otros hermanos
desaparecieron en la multitud, y jamás
los volvimos a ver... De pronto,
apareció Mengele gritando en alemán
"¡zwillingen, zwillingen!", es decir
"¡gemelos, gemelos!". Se detuvo frente
a nosotras y mirándonos a mi
hermana y a mí, preguntó si éramos
gemelas. Mi madre no sabía qué decir;
sólo atinó a preguntar: "¿es eso
bueno?" Allí, un oficial SS ordenó:
"¡responda por sí o no!". Y mi pobre
madre dijo "sí, son gemelas". Mi madre
fue enviada en una dirección, y
nosotras en la dirección opuesta.
Cuando me di vuelta, la vi por última
vez, extendiendo sus brazos hacia
nosotras..."
Eva Mozes Kor jamás volvería a ver a
su madre, y la colección de conejillos
de india de Mengele seguía creciendo.
Regularmente enviaba los resultados
de sus trabajos al Instituto Kaiser
Willheim de Berlín, a su maestro von
Verschuer. Mengele luchaba contra el
reloj para descubrir los secretos que
permitieran crear una raza aria pura,
mientras la marea de la guerra se
volvía adversa a Alemania.
El interés de Mengele en el genotipo
humano rubio de ojos azules es
curioso, pues ni él ni sus superiores
respondían a esa descripción. Mengele
estaba fascinado por los ojos azules, y
se decía que tenía una colección de
ellos en las paredes de su oficina,
similar a una colección de mariposas.
Constantemente trataba de cambiar el
color de los ojos de los niños.
¿Por qué podría alguien querer
cambiar el color de los ojos? ¿Qué
hacía tan especial a los ojos azules?
Mengele intentaba responder mediante
sus experimentos eugenésicos, ¿Por
qué la "raza superior aria" presentaba
más cantidad de personas con ojos
azules, que con ojos de otros colores
característicos de las razas inferiores?
Para resolver el intrincado
rompecabezas genético Mengele
tendría un poder de decisión absoluto:
podía hacer lo que quisiera.
Las investigaciones de Mengele tenían
un fin claramente demarcado: lograr la
absoluta perfección de la raza aria y
asegurar su reproducción. Es por ello
que intentaba descifrar los secretos de
los nacimientos múltiples. Cuando se
sabía que tocaba el turno de las
rondas de Mengele, la tensión invadía
por igual a prisioneros, guardias y
doctores de la SS. Todo el mundo se
aterrorizaba cuando comenzaba a
revisar a los recién llegados, en su
frenética búsqueda de gemelos.
Cuando él llegaba con su terrible voz,
los guardias nazis se aterrorizaban, y
eso aterrorizaba aún más a los judíos.
Mengele siempre se presentaba con su
uniforme impecable y sus botas de
cuero perfectamente lustradas, muy
elegante, como un caballero refinado y
aristocrático, caminando como si fuera
dueño del universo, absolutamente
seguro de sí mismo, mirando a los ojos
a cada uno de los recién llegados. "Lo
veíamos vestido inmaculadamente, con
un par de guantes de cuero en una de
sus manos, y con un pequeño látigo
para cabalgar en la otra. La relación
entre "sujetos" y "amo" es muy difícil
de explicar, y aún luego de haberla
vivido, no puedo explicarla" (Eva
Mozes Kor).
Mengele sabía el efecto que causaba
en las mujeres, y calculaba
perfectamente sus ademanes para
lograr el resultado deseado. Gissela
Weird, una doctora judía prisionera,
recuerda: "Mengele se deleitaba
presentándose ante nosotras,
exquisitamente perfumado... tan
elegante y atractivo... Vestía hermosas
camisas de color azul. Muchas mujeres
decían: “me encantaría pasar la noche
con él”. Era su forma de hacernos
enloquecer: se debe estar loco para
respirar el humo de los crematorios, y
seguir viendo en él a un hombre tan
atractivo como para pasar la noche".
En otras ocasiones, su lado oscuro
surgía descontrolado. Un sobreviviente
lo recuerda ejecutando a un joven de
17 años, por robar carbón. Mengele le
disparó en ambas rodillas, luego lo
tomó del cabello y le disparó en la
cabeza. "Robar está prohibido, y
ustedes deben respetar las reglas de
este lugar" dijo, para luego salir
caminando como si nada hubiera
ocurrido.
A excepción de ocasionales visitas,
Irenna Mengele no convivía con su
esposo. Auschwitz era muy poco
cosmopolita para ella, por lo que es
dudoso que conociera cabalmente lo
que ocurría, como así también que
Mengele le hubiera sido fiel durante su
estadía en el campo. "Mengele gustaba
seleccionar las más bellas mujeres
judías para pasar sus horas libres. Las
hacía pasar una bella noche, tocando
el piano. Pero en todos los casos, por
la mañana, las mataba" (Siegfried
Halbreich, sobreviviente). Mengele era
un excelente pianista. Incluso se
conoce una grabación suya, cantando
y tocando. A menudo, tocaba para los
invitados, mientras las notas se
paseaban, macabras, por el campo,
hasta el amanecer.
Auschwitz relata "Cuando el tren se
detuvo, escuchamos a muchos nazis
dando órdenes afuera. Envolviendo al
campo había enormes muros con
alambres de púas. Todo allí era de un
color tétrico. Uno debía obedecer
inmediatamente las órdenes o moría.
Debía ser instantáneo, como un flash.
Ello decidiría entre la vida en el campo
o la muerte en las cámaras de gas. Mi
madre nos sostenía a mí y a Miriam, mi
hermana gemela de las manos.
Nosotras nos quedamos congeladas
en ese lugar. Mi madre no nos soltó.
Mi padre y mis otros hermanos
desaparecieron en la multitud, y jamás
los volvimos a ver... De pronto,
apareció Mengele gritando en alemán
"¡zwillingen, zwillingen!", es decir
"¡gemelos, gemelos!". Se detuvo frente
a nosotras y mirándonos a mi
hermana y a mí, preguntó si éramos
gemelas. Mi madre no sabía qué decir;
sólo atinó a preguntar: "¿es eso
bueno?" Allí, un oficial SS ordenó:
"¡responda por sí o no!". Y mi pobre
madre dijo "sí, son gemelas". Mi madre
fue enviada en una dirección, y
nosotras en la dirección opuesta.
Cuando me di vuelta, la vi por última
vez, extendiendo sus brazos hacia
nosotras..."
Eva Mozes Kor jamás volvería a ver a
su madre, y la colección de conejillos
de india de Mengele seguía creciendo.
Regularmente enviaba los resultados
de sus trabajos al Instituto Kaiser
Willheim de Berlín, a su maestro von
Verschuer. Mengele luchaba contra el
reloj para descubrir los secretos que
permitieran crear una raza aria pura,
mientras la marea de la guerra se
volvía adversa a Alemania.
El interés de Mengele en el genotipo
humano rubio de ojos azules es
curioso, pues ni él ni sus superiores
respondían a esa descripción. Mengele
estaba fascinado por los ojos azules, y
se decía que tenía una colección de
ellos en las paredes de su oficina,
similar a una colección de mariposas.
Constantemente trataba de cambiar el
color de los ojos de los niños.
¿Por qué podría alguien querer
cambiar el color de los ojos? ¿Qué
hacía tan especial a los ojos azules?
Mengele intentaba responder mediante
sus experimentos eugenésicos, ¿Por
qué la "raza superior aria" presentaba
más cantidad de personas con ojos
azules, que con ojos de otros colores
característicos de las razas inferiores?
Para resolver el intrincado
rompecabezas genético Mengele
tendría un poder de decisión absoluto:
podía hacer lo que quisiera.
Las investigaciones de Mengele tenían
un fin claramente demarcado: lograr la
absoluta perfección de la raza aria y
asegurar su reproducción. Es por ello
que intentaba descifrar los secretos de
los nacimientos múltiples. Cuando se
sabía que tocaba el turno de las
rondas de Mengele, la tensión invadía
por igual a prisioneros, guardias y
doctores de la SS. Todo el mundo se
aterrorizaba cuando comenzaba a
revisar a los recién llegados, en su
frenética búsqueda de gemelos.
Cuando él llegaba con su terrible voz,
los guardias nazis se aterrorizaban, y
eso aterrorizaba aún más a los judíos.
Mengele siempre se presentaba con su
uniforme impecable y sus botas de
cuero perfectamente lustradas, muy
elegante, como un caballero refinado y
aristocrático, caminando como si fuera
dueño del universo, absolutamente
seguro de sí mismo, mirando a los ojos
a cada uno de los recién llegados. "Lo
veíamos vestido inmaculadamente, con
un par de guantes de cuero en una de
sus manos, y con un pequeño látigo
para cabalgar en la otra. La relación
entre "sujetos" y "amo" es muy difícil
de explicar, y aún luego de haberla
vivido, no puedo explicarla" (Eva
Mozes Kor).
Mengele sabía el efecto que causaba
en las mujeres, y calculaba
perfectamente sus ademanes para
lograr el resultado deseado. Gissela
Weird, una doctora judía prisionera,
recuerda: "Mengele se deleitaba
presentándose ante nosotras,
exquisitamente perfumado... tan
elegante y atractivo... Vestía hermosas
camisas de color azul. Muchas mujeres
decían: “me encantaría pasar la noche
con él”. Era su forma de hacernos
enloquecer: se debe estar loco para
respirar el humo de los crematorios, y
seguir viendo en él a un hombre tan
atractivo como para pasar la noche".
En otras ocasiones, su lado oscuro
surgía descontrolado. Un sobreviviente
lo recuerda ejecutando a un joven de
17 años, por robar carbón. Mengele le
disparó en ambas rodillas, luego lo
tomó del cabello y le disparó en la
cabeza. "Robar está prohibido, y
ustedes deben respetar las reglas de
este lugar" dijo, para luego salir
caminando como si nada hubiera
ocurrido.
A excepción de ocasionales visitas,
Irenna Mengele no convivía con su
esposo. Auschwitz era muy poco
cosmopolita para ella, por lo que es
dudoso que conociera cabalmente lo
que ocurría, como así también que
Mengele le hubiera sido fiel durante su
estadía en el campo. "Mengele gustaba
seleccionar las más bellas mujeres
judías para pasar sus horas libres. Las
hacía pasar una bella noche, tocando
el piano. Pero en todos los casos, por
la mañana, las mataba" (Siegfried
Halbreich, sobreviviente). Mengele era
un excelente pianista. Incluso se
conoce una grabación suya, cantando
y tocando. A menudo, tocaba para los
invitados, mientras las notas se
paseaban, macabras, por el campo,
hasta el amanecer.
JOSEF MENGELE, "EL ÁNGEL DE LA MUERTE" parte 1
" Cuando nace un niño judío no sé
qué hacer con él: no puedo dejar al
bebé en libertad, pues no existen los
judíos libres; no puedo permitirles que
vivan en el campamento, pues no
contamos con las instalaciones que
permitan su normal desarrollo; no
sería humanitario enviarlo a los hornos
sin permitir que la madre estuviera allí
para presenciar su muerte. Por eso,
envío juntos a la madre y a la
criatura."-
Josef Mengele (Günzburg, Baviera, 16
de marzo de 1911 – Bertioga, Brasil, 7
de febrero de 1979) nació en una
respetada familia católica bávara.
Amaba el arte y la música, e hizo el
juramento hipocrático de sanar a los
enfermos y de no entrar en una casa
sino para sanar a sus pacientes. Eso
fue lo que juró. Lo que hizo: torturar,
deshumanizar y masacrar. El Doctor
Mengele envió a cientos de miles de
inocentes a la muerte en los campos
de concentración nazi, donde era
conocido como "El Ángel de la
Muerte". Un médico responsable de
seleccionar a miles de judíos para
primero experimentar y luego
exterminarlos en los campos de
concentración de Auschwitz. Un
hombre que realizaba los más
dolorosos experimentos sobre
gemelos, con la esperanza de
descubrir el secreto de los nacimientos
múltiples, para así crear genéticamente
la Súper Raza Aria que dominaría al
mundo durante los mil años que,
según Hitler, duraría el Reich.
En la década del ‘20, Alemania era el
centro cultural y artístico del mundo. La
medicina y la música florecían y Berlín
era considerada una de las ciudades
más refinadas, sobrepasando incluso a
París. Nuevos conceptos sobre la
evolución de la raza humana se
discutían. Las teorías de Darwin eran
contrastadas con los nuevos
descubrimientos y una nueva ciencia
causaba revuelo: era la EUGENIA o
EUGENESIA: el estudio de los cruces
genéticos iniciado por Sir Francis
Galton, primo y coetáneo de Darwin.
Ese ambiente sería de extrema
importancia en la vida posterior de
Mengele. Desde joven supo que el
negocio familiar no era para él. "El
padre de Mengele era de duro
carácter. Cuando llegaba a la fábrica lo
hacía gritando. Era una persona muy
dura. Y su madre estaba hecha con el
mismo molde. Era una devota católica,
piadosa, aunque muy recta de carácter
y de dura disciplina. Mengele siempre
tuvo el impulso por hacer algo muy
especial, para probarse y superarse a
sí mismo. No tenía amor ni calor
hogareño. Un ex compañero de
escuela recordaba que desde aquellos
tiempos, Mengele decía que debía
hacer algo especial, que
definitivamente pruebe su capacidad
académica" (Gerald Astor, actor y autor
del libro "El último nazi").
La familia Mengele tenía cuantiosos
recursos, y su fábrica empleaba a
1.200 personas. Josef Mengele asistió a
una escuela pública, y posteriormente
al Gymnasyum, destinado a quienes
tenían aspiraciones académicas. "Era
un estudiante brillante y
extraordinariamente ambicioso.
Siempre intentaba hacer algo fuera de
lo común, para ser un gran
científico" (Julius Disbach, ex
compañero de clases de Mengele).
Otro amigo de esa época lo describió
como agresivo y muy patriótico.
En 1930, Mengele ingresó en la
Universidad de Münich, ciudad que se
convertiría en un centro de la agitación
política. Allí, quedó impactado por un
discurso de Hitler sobre la
superioridad de la raza germana. En
esos tiempos muchos estudiantes se
unieron al movimiento nazi. La
"herencia" y la "eugenia" eran
términos aplicados normalmente por la
comunidad científica, que en su
mayoría apoyaba a Hitler y a su
concepto místico del pueblo alemán,
pueblo que no podía florecer si
parásitos como los judíos, gitanos y
otros, los contaminaban. El
antisemitismo ganaba impulso y la
comunidad científica parecía estar de
acuerdo. Pureza hereditaria, eutanasia,
esterilización de los indeseables y
superioridad racial mediante la
eugenesia, ocupaban a la comunidad
científica. La eugenesia se convirtió en
una palabra sagrada. Este término fue
creado por el primo de Charles
Darwin, Francis Caultin en 1833, y
literalmente significa "buenos genes".
El propósito de Caultin, basado en sus
estudios sobre mejoramiento de
animales, era aplicar estos
conocimientos para mejorar la raza
humana, para una mejor sociedad, con
gente más exitosa: gente superior.
Aunque no hubiera sido su intención,
Caultin sembró una de las semillas
fundamentales del Holocausto, con un
siglo de anticipación.
Nadie abrazó esta idea con mayor
pasión que Mengele. En 1934 se unió
al Partido Nazi, pero siguió con sus
estudios y recibió el Doctorado en
Filosofía, para luego aprobar los
exámenes de ingreso a Medicina. Se
trasladó a la Universidad de Frankfurt y
comenzó a investigar en el Instituto de
Herencia Biológica e Higiene Racial
bajo la tutela del doctor Ottmar von
Verschuer, ardiente nazi y especialista
en la ciencia eugenésica, mediante la
cual se crearía la raza superior.
Durante esta época, Mengele publicó
un buen artículo sobre la genética y los
niños, y al igual que su mentor, se
concentraba en el estudio de los
gemelos. En el sudeste de Polonia, las
puertas de los campos de
concentración de Auschwitz llamaban
a Mengele. Allí, el científico encontraría
gemelos en abundancia, quienes no
tendrían otra opción más que
participar en sus mortales
experimentos genéticos. Pero
Auschwitz es el final de un largo
camino, y varios años habrán de
transcurrir hasta que Mengele se
convierta en el “Ángel de la Muerte”
para más de 4.000 hombres, mujeres y
niños indefensos.
Josef Mengele se hizo miembro del
cuerpo de elite Waffen SS, una
organización que exigía pureza racial
en sus miembros, cónyuges y
familiares, preferiblemente hasta la 4°
generación. Mengele se había
enamorado de Irenna Schumbaimm,
de quien más tarde afirmaría: "Era
hermosa y bien educada... fue el amor
de mi vida". Cuando él decidió casarse
con Irenna, hubo un interrogante
acerca de sus antepasados, porque
uno de ellos fue hijo extramatrimonial
y había dudas acerca de sus ancestros.
Mengele debió redactar documentos
afirmando que no existían rastros de
impurezas raciales ni sangre judía, algo
que sería un pecado imperdonable
para un oficial nazi de su jerarquía,
proveniente de una familia aria pura, y
además católica. Por otra parte Irenna
provenía de una familia luterana. Todo
esto hacía su situación
extremadamente incómoda. ¿Quién
hubiera pensado que el novio, cuyo
atractivo aspecto ario sólo era afectado
por la separación de sus dientes
incisivos, se convertiría en el nazi más
buscado y esquivo de la historia, con
una recompensa total de US$ 3,4
millones por su cabeza, por crímenes
contra la humanidad?
Mengele terminó el servicio militar
obligatorio con su grupo de elite SS en
los Alpes Tiroleses. Volvió a sus
estudios en Frankfurt, donde vivía
junto a Irenna en una hermosa casa
cerca del río Main. En septiembre de
1939 comenzaba la Blitzkrieg y Polonia
caía en manos de Alemania en menos
de un mes. Mientras la guerra se
desarrollaba a favor de los nazis,
Mengele permaneció con Irenna
concentrado en su investigación
biológica. Pero cuando la guerra se
extendió a dos frentes, con el ataque
sobre Rusia, Mengele y su unidad
fueron movilizados al frente oriental;
poco después fue herido en combate,
por lo que le otorgaron
condecoraciones y se convirtió en un
héroe nazi. ¡Un doctor condecorado
por valor en combate, con todo lo que
ello significa! Mengele recibió, además
de las condecoraciones normales por
servicio en el frente ruso, la Cruz de
Hierro en Primer Grado, y luego la Cruz
de Hierro en Segundo Grado: un
honor al que muy pocos accedían.
Cuando las heridas de Mengele
sanaron fue declarado no apto para
combate. Por ello, se ofreció
voluntariamente como médico de
campamento: es decir como médico en
los campos de concentración. ¿Por qué
querría alguien con tan elevadas
calificaciones y antecedentes, ir a un
sitio como Auschwitz? "Porque él
buscaba "zwillingen" (gemelos) para
sus experimentos y tendría a
numerosos de ellos y hasta se podía
dar el lujo de matarlos. Allí, desde el
principio, dispuso de 226 gemelos, con
edades entre 2 y 18 años. Y podía
hacer lo que quisiera con
ellos." (Michael Barembaum, médico,
director del US Memorial Museum).
Una de las asignaciones de los
médicos de campamento era recibir los
trenes cargados con judíos. Estos
doctores tenían un poder terrorífico:
podían decidir instantáneamente si un
prisionero iba a la muerte en la
cámara de gas, si se lo destinaba a
experimentos, o si iba a trabajos
forzados. La mayoría de los alemanes
llamaba a Auschwitz "Anus Mundi" o
"ano del mundo", pero para el Ángel
de la Muerte era su paraíso de
investigación. En muy poco tiempo, se
haría famoso por descubrir los
secretos de la vida. Y los trenes
seguían llegando. Mengele era uno de
los pocos médicos de campamento
que podía llevar a cabo la tarea de
selección a sangre fría, siempre en
busca de gemelos.
qué hacer con él: no puedo dejar al
bebé en libertad, pues no existen los
judíos libres; no puedo permitirles que
vivan en el campamento, pues no
contamos con las instalaciones que
permitan su normal desarrollo; no
sería humanitario enviarlo a los hornos
sin permitir que la madre estuviera allí
para presenciar su muerte. Por eso,
envío juntos a la madre y a la
criatura."-
Josef Mengele (Günzburg, Baviera, 16
de marzo de 1911 – Bertioga, Brasil, 7
de febrero de 1979) nació en una
respetada familia católica bávara.
Amaba el arte y la música, e hizo el
juramento hipocrático de sanar a los
enfermos y de no entrar en una casa
sino para sanar a sus pacientes. Eso
fue lo que juró. Lo que hizo: torturar,
deshumanizar y masacrar. El Doctor
Mengele envió a cientos de miles de
inocentes a la muerte en los campos
de concentración nazi, donde era
conocido como "El Ángel de la
Muerte". Un médico responsable de
seleccionar a miles de judíos para
primero experimentar y luego
exterminarlos en los campos de
concentración de Auschwitz. Un
hombre que realizaba los más
dolorosos experimentos sobre
gemelos, con la esperanza de
descubrir el secreto de los nacimientos
múltiples, para así crear genéticamente
la Súper Raza Aria que dominaría al
mundo durante los mil años que,
según Hitler, duraría el Reich.
En la década del ‘20, Alemania era el
centro cultural y artístico del mundo. La
medicina y la música florecían y Berlín
era considerada una de las ciudades
más refinadas, sobrepasando incluso a
París. Nuevos conceptos sobre la
evolución de la raza humana se
discutían. Las teorías de Darwin eran
contrastadas con los nuevos
descubrimientos y una nueva ciencia
causaba revuelo: era la EUGENIA o
EUGENESIA: el estudio de los cruces
genéticos iniciado por Sir Francis
Galton, primo y coetáneo de Darwin.
Ese ambiente sería de extrema
importancia en la vida posterior de
Mengele. Desde joven supo que el
negocio familiar no era para él. "El
padre de Mengele era de duro
carácter. Cuando llegaba a la fábrica lo
hacía gritando. Era una persona muy
dura. Y su madre estaba hecha con el
mismo molde. Era una devota católica,
piadosa, aunque muy recta de carácter
y de dura disciplina. Mengele siempre
tuvo el impulso por hacer algo muy
especial, para probarse y superarse a
sí mismo. No tenía amor ni calor
hogareño. Un ex compañero de
escuela recordaba que desde aquellos
tiempos, Mengele decía que debía
hacer algo especial, que
definitivamente pruebe su capacidad
académica" (Gerald Astor, actor y autor
del libro "El último nazi").
La familia Mengele tenía cuantiosos
recursos, y su fábrica empleaba a
1.200 personas. Josef Mengele asistió a
una escuela pública, y posteriormente
al Gymnasyum, destinado a quienes
tenían aspiraciones académicas. "Era
un estudiante brillante y
extraordinariamente ambicioso.
Siempre intentaba hacer algo fuera de
lo común, para ser un gran
científico" (Julius Disbach, ex
compañero de clases de Mengele).
Otro amigo de esa época lo describió
como agresivo y muy patriótico.
En 1930, Mengele ingresó en la
Universidad de Münich, ciudad que se
convertiría en un centro de la agitación
política. Allí, quedó impactado por un
discurso de Hitler sobre la
superioridad de la raza germana. En
esos tiempos muchos estudiantes se
unieron al movimiento nazi. La
"herencia" y la "eugenia" eran
términos aplicados normalmente por la
comunidad científica, que en su
mayoría apoyaba a Hitler y a su
concepto místico del pueblo alemán,
pueblo que no podía florecer si
parásitos como los judíos, gitanos y
otros, los contaminaban. El
antisemitismo ganaba impulso y la
comunidad científica parecía estar de
acuerdo. Pureza hereditaria, eutanasia,
esterilización de los indeseables y
superioridad racial mediante la
eugenesia, ocupaban a la comunidad
científica. La eugenesia se convirtió en
una palabra sagrada. Este término fue
creado por el primo de Charles
Darwin, Francis Caultin en 1833, y
literalmente significa "buenos genes".
El propósito de Caultin, basado en sus
estudios sobre mejoramiento de
animales, era aplicar estos
conocimientos para mejorar la raza
humana, para una mejor sociedad, con
gente más exitosa: gente superior.
Aunque no hubiera sido su intención,
Caultin sembró una de las semillas
fundamentales del Holocausto, con un
siglo de anticipación.
Nadie abrazó esta idea con mayor
pasión que Mengele. En 1934 se unió
al Partido Nazi, pero siguió con sus
estudios y recibió el Doctorado en
Filosofía, para luego aprobar los
exámenes de ingreso a Medicina. Se
trasladó a la Universidad de Frankfurt y
comenzó a investigar en el Instituto de
Herencia Biológica e Higiene Racial
bajo la tutela del doctor Ottmar von
Verschuer, ardiente nazi y especialista
en la ciencia eugenésica, mediante la
cual se crearía la raza superior.
Durante esta época, Mengele publicó
un buen artículo sobre la genética y los
niños, y al igual que su mentor, se
concentraba en el estudio de los
gemelos. En el sudeste de Polonia, las
puertas de los campos de
concentración de Auschwitz llamaban
a Mengele. Allí, el científico encontraría
gemelos en abundancia, quienes no
tendrían otra opción más que
participar en sus mortales
experimentos genéticos. Pero
Auschwitz es el final de un largo
camino, y varios años habrán de
transcurrir hasta que Mengele se
convierta en el “Ángel de la Muerte”
para más de 4.000 hombres, mujeres y
niños indefensos.
Josef Mengele se hizo miembro del
cuerpo de elite Waffen SS, una
organización que exigía pureza racial
en sus miembros, cónyuges y
familiares, preferiblemente hasta la 4°
generación. Mengele se había
enamorado de Irenna Schumbaimm,
de quien más tarde afirmaría: "Era
hermosa y bien educada... fue el amor
de mi vida". Cuando él decidió casarse
con Irenna, hubo un interrogante
acerca de sus antepasados, porque
uno de ellos fue hijo extramatrimonial
y había dudas acerca de sus ancestros.
Mengele debió redactar documentos
afirmando que no existían rastros de
impurezas raciales ni sangre judía, algo
que sería un pecado imperdonable
para un oficial nazi de su jerarquía,
proveniente de una familia aria pura, y
además católica. Por otra parte Irenna
provenía de una familia luterana. Todo
esto hacía su situación
extremadamente incómoda. ¿Quién
hubiera pensado que el novio, cuyo
atractivo aspecto ario sólo era afectado
por la separación de sus dientes
incisivos, se convertiría en el nazi más
buscado y esquivo de la historia, con
una recompensa total de US$ 3,4
millones por su cabeza, por crímenes
contra la humanidad?
Mengele terminó el servicio militar
obligatorio con su grupo de elite SS en
los Alpes Tiroleses. Volvió a sus
estudios en Frankfurt, donde vivía
junto a Irenna en una hermosa casa
cerca del río Main. En septiembre de
1939 comenzaba la Blitzkrieg y Polonia
caía en manos de Alemania en menos
de un mes. Mientras la guerra se
desarrollaba a favor de los nazis,
Mengele permaneció con Irenna
concentrado en su investigación
biológica. Pero cuando la guerra se
extendió a dos frentes, con el ataque
sobre Rusia, Mengele y su unidad
fueron movilizados al frente oriental;
poco después fue herido en combate,
por lo que le otorgaron
condecoraciones y se convirtió en un
héroe nazi. ¡Un doctor condecorado
por valor en combate, con todo lo que
ello significa! Mengele recibió, además
de las condecoraciones normales por
servicio en el frente ruso, la Cruz de
Hierro en Primer Grado, y luego la Cruz
de Hierro en Segundo Grado: un
honor al que muy pocos accedían.
Cuando las heridas de Mengele
sanaron fue declarado no apto para
combate. Por ello, se ofreció
voluntariamente como médico de
campamento: es decir como médico en
los campos de concentración. ¿Por qué
querría alguien con tan elevadas
calificaciones y antecedentes, ir a un
sitio como Auschwitz? "Porque él
buscaba "zwillingen" (gemelos) para
sus experimentos y tendría a
numerosos de ellos y hasta se podía
dar el lujo de matarlos. Allí, desde el
principio, dispuso de 226 gemelos, con
edades entre 2 y 18 años. Y podía
hacer lo que quisiera con
ellos." (Michael Barembaum, médico,
director del US Memorial Museum).
Una de las asignaciones de los
médicos de campamento era recibir los
trenes cargados con judíos. Estos
doctores tenían un poder terrorífico:
podían decidir instantáneamente si un
prisionero iba a la muerte en la
cámara de gas, si se lo destinaba a
experimentos, o si iba a trabajos
forzados. La mayoría de los alemanes
llamaba a Auschwitz "Anus Mundi" o
"ano del mundo", pero para el Ángel
de la Muerte era su paraíso de
investigación. En muy poco tiempo, se
haría famoso por descubrir los
secretos de la vida. Y los trenes
seguían llegando. Mengele era uno de
los pocos médicos de campamento
que podía llevar a cabo la tarea de
selección a sangre fría, siempre en
busca de gemelos.
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