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29/1/12

HISTORIA DE LA HERMANDAD MASÓNICA (PARTE 20)

NAPOLEON
DERROTADO POR UN EX-MASON.
WELLINGTON
El corso estuvo a punto de conseguir
sus megalómanos objetivos. Si no fue
así se debió, principalmente, a los
desastrosos efectos de una guerra que
no acababan de ganar en España (“la
ulcera española” como el propio
Bonaparte lo denomino en Santa
Elena), a la imposibilidad de vencer a
Rusia en 1812 y la inquebrantable
resistencia británica. Todo esto llevo a
que media europa se movilizase contra
el corso, provocando su derrota en
1813 y su destierro a la Isla de Elba.
Se podría pensar que la derrota de
Napoleón, que había aprovechado las
redes masónicas para sus objetivos
personales, significaba el fin del poder
político de los masones. Lo que
sucedió fue exactamente lo contrario.
En 1813 el Gran Oriente cambia de
bando: cuando los aliados derrotaron
al corso, e impusieron como monarca
a Luis XVIII, no dudaron en colocarse
al lado del nuevo rey.
Claro, esto colocaba en una posición
chunga a José Bonaparte, que, tras
perder el trono español, seguía siendo
Gran Maestre del Gran Oriente. La logia
le pidió que renunciara a su cargo, a lo
que Pepe se negó.
El 1 de Marzo de 1815, Napoleón
desembarca en Francia tras escapar de
la Isla de Elba. En un primer momento
los masones dijeron ser leales a Luis
XVIII, pero cuando el mariscal Ney,
masón, encargado de capturar al
corso, se puso a su bando, el monarca
se vio obligado a huir de francia.
Ahora los masones se encontraban en
una situación complicada, que,
precisamente, resolvió otro masón, hijo
de la Gran Bretaña, llamado Arthur
Wellington, iniciado en la masonería el
7 de Diciembre de 1790 en una logia
de Trim (Condado de Meath)
Wellington fue masón, pero con los
años se fue alejando cada vez mas de
la masonería. Ya en 1809 se mostro
enfadado por una procesión
organizada por algunos masones
ingleses en Lisboa. En 1838, una logia
irlandesa quiso poner el nombre del
vencedor de Napoleón a la logia, pero
Wellington, en tercera persona y de su
puño y letra, manifestó que no quería
que se le relacionara con la sociedad
secreta en la que se inicio décadas
atrás:
“El duque de Wellington presenta sus
saludos a Mr. Carleton. Recuerda
perfectamente que fue admitido en el
grado mas bajo de la masonería en
una logia que fue formada en Trim, en
el condado de Meath. Desde entonces
nunca ha asistido a una logia de
masones. En vista de ello, llamar a una
logia de masones con su nombre seria
asumir de manera ridícula la
reputación de estar vinculado a la
masonería, además de una falsedad”
En 1851, en una carta, Wellington va
aun mas alla en su repudio a la
masonería, indicando que “el duque
no tiene ningún recuerdo de haber
sido admitido en la condición de
masón. No tiene ningún conocimiento
de esa asociación”.
Si en el pasado desconfia de los
masones por su conexión innegable
con Napoleón y sus planes de
expansión mundial, en 1851 el duque
debía tener motivos sobrados para
semejante animadversión hacia la
masonería. O no. Seguramente no.
Sea como sea, lo cierto es que la
derrota de Napoleón en Waterloo
permitió que Luis XVIII regresase a
Paris, siendo bien recibido por los
masones, que aun intentaban echar
del cargo de Gran Maestro a José
Bonaparte. Y no lo consiguieron, pero
poco importo porque el hermano del
emperador pasaría sus últimos días en
Point Breeze, New Jersey.
Pero eso es otra historia.

HISTORIA DE LA HERMANDAD MASÓNICA (PARTE 18)

EL FIN DEL
IMPERIO ESPAÑOL. ¿FUE BOLIVAR
MASÓN? GRADOS Y
CONTRADICCIONES
Existen además, ciertas posibles
evidencias, planteadas por diversos
investigadores, de que no se quedo en
el grado de Maestro, sino que llego a
las cotas mas altas del escocismo,
siendo investido en Caracas, con el
grado 33, por José Cerneau, soberano
gran comendador del supremo
consejo del hemisferio occidental de
Nueva York, el 21 de Abril de 1824,
figurando su nombre en una lista que
reposa en el archivo general de la
nación en Caracas.
El problema esta en que en esas
fechas, Bolivar se encuentra en Perú,
en la ciudad de Jauja. Ante esto, se ha
mencionado que recibió su alta
investidura en el Perú de manos del
general de brigada, el puertorriqueño
Antonio Valero de Bernabé, pero el
problema con esta afirmación es que el
mencionado hermano, afiliado a la
logia Fraternidad Bogotana # 1 y luego
visitador de la logia Filantropía
Bogotana # 16, tenía tan solo Grado
32, habiendo recibido el Grado 33
definitivamente con posterioridad a
1.843 .
Efectivamente, Valero fundó varias
logias en el Perú y a comienzos de
1.825 levanta columnas de la única
logia militar ambulante que existió en
el ejército del Libertador, la Unión
Auxiliar. Es más, el Libertador teniendo
problemas con él, lo saca del Perú y se
queja del general ante el hermano
Santander. "Últimamente ha dejado
establecidas unas cuantas logias que
no dejan de dar qué hacer". Así las
cosas, queda desvirtuada la versión
que el realmente ilustre Valero hubiera
conferido el Grado 33 al Libertador.
¿En ese caso no sería más probable
que el Grado 33 se lo hubiera
conferido su edecán Luís Perú de
Lacroix, que como se mencionó,
pudiera haber sido representante de
algún Supremo Consejo?
En el Museo Masónico de Nueva York,
junto con muchas de las reliquias
masónicas de los héroes de la
Independencia de las América, se
exhiben el mandil y el collarín del
Libertador Bolívar, con los ornamentos
propios del Grado 32°, Al respecto
señaló un erudito masón
norteamericano en una revista de la
Gran Logia de Nueva York, que en los
agitados años de la guerra de la
Independencia, los grandes jefes,
acumularon tal suma de poderes, que
era perfectamente natural que les
confirieran de un solo viaje los más
altos grados del escocismo, lo que
explicaría esta fulminante ascensión, ya
sea hasta el 32 o hasta el 33.
CONTRADICCION
Pero parece ser que Bolivar acabo
aborreciendo las sociedades secretas
(y la masonería en aquel momento era
considerada una sociedad secreta) . El
8 de Noviembre de 1828, cuando el
Libertador era plenamente consciente
de que los sueños de una gran
América Unida controlada por
masones eran nada mas que eso,
sueños, promulgo un extrañísimo
decreto en el que se proscribían “todas
las sociedades o confraternidades
secretas, sea cual fuere la
denominación de cada una”. Este es el
texto exacto:
“Simón Bolívar, Libertador, Presidente,
etc. Habiendo acreditado la
experiencia, tanto en Colombia como
en otras naciones, que las sociedades
secretas sirven especialmente para
preparar los trastornos públicos
turbando la tranquilidad pública y el
orden establecido; que ocultando ellas
todas sus operaciones con el velo del
misterio, hacen presumir
fundadamente que no son buenas, ni
útiles a la sociedad, y por lo mismo
excitan sospechas y alarman a todos
aquellos que ignoran los objetos de
que se ocupan; oído el dictamen del
Consejo de Ministros,
Decreto:
Artículo 1º: Se prohíben en Colombia
todas las sociedades o
confraternidades secretas, sea cual
fuere la denominación de cada una.
Artículo 2° : Los Gobernadores de las
Provincias, por sí y por medio de los
Jefes de Policía de los Cantones,
disolverán e impedirán las reuniones
de las sociedades secretas,
averiguando cuidadosamente si
existen algunas en sus respectivas
provincias.
Artículo 3° : Cualquiera que diere o
arrendare su casa o local para una
sociedad secreta incurrirá en la multa
de 200 pesos, y cada uno de los que
concurran, en la de 100 pesos por la
primera y segunda vez; por la tercera y
demás será doble la multa; los que no
pudieren satisfacer la multa sufrirán
por la primera y segunda vez dos
meses de prisión, y por la tercera y
demás será doble la pena.
Parágrafo 1° : Los Gobernadores y Jefes
de Policía aplicarán la pena a los
contraventores haciéndolo breve y
sumariamente, sin que ninguno pueda
alegar fuero Cero en contrario.
Parágrafo 2° : Las multas se destinan
para gastos de policía, bajo la
Dirección de los Gobernadores de las
Provincias.
El Ministro Secretario de Estado del
Despacho del Interior queda
encargado de la ejecución de este
decreto.
Dado en Bogotá a 8 de noviembre de
1828.
Simón Bolívar. .”

HISTORIA DE LA HERMANDAD MASÓNICA (PARTE 16)

EL FIN DEL
IMPERIO ESPAÑOL. ¿FUE BOLIVAR
MASÓN? PARTE 2. BIOGRAFIA. EL PERÚ
En aquel mismo año, 1822, Simón
Bolívar se reunió en Guayaquil con el
otro gran caudillo, y masón, del
movimiento independentista del que
hemos hablado anteriormente, San
Martín, que había liberado Argentina y
Chile, para ver la forma de cooperar en
la liberación del Perú; ambos dirigentes
chocaron en sus ambiciones y en sus
apreciaciones políticas (pues San
Martín se inclinaba por crear
regímenes monárquicos encabezados
por príncipes europeos), desistiendo
San Martín de entablar una lucha por
el poder y dejando el campo libre a
Bolívar (poco después se marcharía a
Europa).
Bolívar pudo entonces ponerse al
frente de la insurrección del Perú,
último bastión del continente en el que
resistían los españoles, aprovechando
las disensiones internas de los
rebeldes del país (1823) . En 1824
obtuvo la más decisiva de sus victorias
en la batalla de Ayacucho, que
determinó el fin de la presencia
española en Perú y en toda
Sudamérica. Los últimos focos realistas
del Alto Perú fueron liquidados en
1825, creándose allí la República de
Bolívar (actual Bolivia). Bolívar,
presidente ya de Colombia (1819-30) ,
lo fue también de Perú (1824- 26) y de
Bolivia (1825-26) , implantando en estas
dos últimas Repúblicas un modelo
constitucional llamado «monocrático »,
con un presidente vitalicio y
hereditario.
Sin embargo, los éxitos militares de
Bolívar no fueron acompañados por
logros políticos comparables. Su
tendencia a ejercer el poder de forma
dictatorial despertó muchas reticencias;
y el proyecto de una gran
Hispanoamérica unida chocó con los
sentimientos particularistas de los
antiguos virreinatos, audiencias y
capitanías generales del imperio
español, cuyas oligarquías locales
acabaron buscando la independencia
política por separado.
Los meses que precedieron la muerte
del Libertador en Santa Marta, en 1830,
le significaron a Bolívar la evocación de
la memoria de su amarga derrota
política.
La trayectoria desde lo alto de la cima
del Chimborazo cuando Bolívar
deliraba y se confundía con el "Dios de
Colombia" hasta su renuncia a la
presidencia de Colombia en abril de
1830, significó para Bolívar la lucha por
la verdadera construcción de las
naciones. Abogó en todo momento
por la edificación de un Estado
centralista que lograra cohesionar
aquello que en virtud de la
heterogeneidad racial, cultural y
geográfica no resistía la perfección de
una federación.
Todo fue inútil. Las pugnas caudillistas
y nacionalistas vencieron y
procedieron a la separación de
Venezuela y Ecuador de la Gran
Colombia. En 1842 el gobierno de
Venezuela decidió trasladar los restos
de Bolívar, según su último deseo.
Desde entonces, su legado ha
devenido en mito y veneración como
"fundador de la patria".

HISTORIA DE LA HERMANDAD MASÓNICA (PARTE 4)

LA MASONERIA ESPECULATIVA ECHA A
ANDAR
El 24 de Junio de 1717, fiesta litúrgica
de San Juan Bautista, curiosamente, se
suele tomar como fecha de partida de
la masonería moderna, aunque, en
realidad, en sus componentes
esenciales, ya existia desde tres cuartos
de siglo antes. Lo que sucede es que
se la da un impulso importante: hasta
ese momento las logias eran
independientes entre sí y, a partir de
ese momento, cuantro de ellas, de la
zona de Londres, se van a agrupar
creado una Gran Logia, que nace con
pretensiones absolutistas respecto a
las logias particulares y se reserva en
exclusiva el derecho de elegir nuevas
logias.
Esta decisión, a la larga, resultará de
una eficacia asombrosa y marca el
punto de partida de la sorprendente
difusión de la masonería especulativa
por todo el mundo, siempre partiendo
desde la Gran Logia de Londres.
Asi es valido afirmar que todos los
masones actuales proceden de una
reunión solsticial de representantes de
cuatro logias (todos formadas
integramente por masones aceptados)
en la taberna El Ganso y la Parrilla,
sede de la Logia de san Pablo.
El primer Gran Maestro elegido en
aquella tenida (así llaman los masones
a sus reuniones) fue Anthony Sayer, y
se decidió, entre otras cosas, que el
derecho de constituirse en logia debia
de ser confirmado por la Gran Logia,
que expediria las patentes de
constitución. Tambien se reservaba el
poder de conferir los grados de
compañero y de maestro.
Estas medidas unificadoras no fueron
aceptadas por todas las logias y fueron
el germen del conflicto de la logia de
York, que iba a encabezar un "cisma"
que duraría hasta 1813. Pero gracias a
estas decisiones la masonería
experimentó un crecimiento y una
difusión insospechados. Habia nacido
el concepto de OBEDIENCIA o de
federación de logias, lo que dotó de
gran fortaleza a la organizacion.
La nueva masonería guardaba
continuidad material con la original,
pero era una realidad distinta, y con
estas medidas la escisión respecto a
las sociedades de constructores, en
plena decadencia, fue total y definitiva.
El segundo Gran Maestre, George
Payne, comenzó una salvaje campaña
de adquisicion de libros e información
sobre masones antiguos, llegando a
conseguir una cantidad enorme, que
desgraciadamente fue pasto de las
llamas en 1720.
El tercer Gran Maestre, elegido en
1719, fue Jean Teophile de Desaguliers,
fue junto al pastor anglicano James
Anderson, fue comisionado para
redactar unas constituciones, basadas
en los textos salvados de la quema de
la biblioteca del gran Maestrea
anterior: en 1723 surgen "Las
Constituciones de la antigua y
venerable confraternidad de masones
libres y aceptados" mas comunmente
conocida como "Las constituciones de
Anderson"