Carta de Jung (26 de julio de 1875, 
 Kesswil, cantón de Turgovia, Suiza - 6 
 de junio de 1961, Küsnacht, cantón de 
 Zúrich, id.) a J. Kirsch, 25 de diciembre 
 de 1934. 
 En 1930 Jung fue nombrado presidente 
 honorario de la Asociación alemana de 
 psicoterapia y en 1933 profesor de 
 psicología médica en la Escuela 
 Politécnica Federal de Zúrich. Tras el 
 ascenso de Hitler al poder, ese mismo 
 año, la mencionada asociación, a la 
 que se habían adherido diversos 
 psicoterapeutas judíos, fue disuelta y 
 absorbida por otra más grande, de 
 alcance internacional, con Jung 
 presidente: la Sociedad médica de 
 psicoterapia. 
 El hecho de que Jung aceptara ser 
 presidente honorario de la Sociedad 
 médica de psicoterapia y director de la 
 Revista de psicoterapia (Zentralblatt fur 
 Psychotherapie), ambas de presunta 
 matriz nazi, ha sido utilizado como uno 
 de los argumentos al momento de 
 atribuírsele inclinaciones pronazis y 
 antisemitas. Estas acusaciones 
 empañarían su carrera hasta el fin de 
 sus días, a pesar de los desmentidos, 
 dando lugar a una discusión que aún 
 hoy permanece irresoluta. Al punto de 
 que se ha llegado a aseverar que una 
 serie de documentos norteamericanos 
 desclasificados recientemente y 
 material suizo revelado en la revista L 
 ´Hebdo indican una supuesta 
 colaboración entre Jung y Allen Dulles, 
 que llegaría en la posguerra a la 
 cabeza de la CIA. 
 Al respecto de sus acusaciones realizó 
 una carta famosísima como defensa, en 
 la que supo desligarse e incluso volver 
 contra sí las acusaciones, al mostrar el 
 poco sentido de las generalizaciones y 
 la auto-identificación negativa (aunque 
 tendente a una discriminación positiva) 
 de la opinión no fundada en general, y 
 de quienes se sienten de un colectivo 
 oprimido, en particular. 
 Extracto: 
 <<...Ya Freud me acusó de antisemita 
 porque me sentía incapaz de 
 experimentar su materialismo sin alma. 
 Con esta propensión a husmear por 
 doquier el antisemitismo los judíos 
 terminan suscitando el antisemitismo. 
 No comprendo por qué el judío no 
 puede admitir, tanto como el 
 pretendido cristiano, que cuando se 
 tiene una opinión sobre él no se le 
 está criticando. ¿Por qué hay que 
 suponer siempre inmediatamente que 
 se quiere condenar al pueblo judío en 
 su conjunto? (...) Considero que es una 
 manera inadmisible de cerrar el pico al 
 adversario. Me he entendido muy bien 
 con mis pacientes y colegas judíos en 
 la mayoría de los casos (...) Más de una 
 vez por haber criticado a un alemán 
 éste me ha reprochado odiar a los 
 alemanes. Es demasiado fácil querer 
 disimular la propia inferioridad tras un 
 prejuicio político (...) Usted debería 
 conocerme lo suficiente como para 
 creerme (...) capaz de una tontería tan 
 poco individual como el antisemitismo. 
 Sabe de sobra que considero al 
 hombre en tanto persona y cuánto me 
 esfuerzo siempre en arrancarle de sus 
 determinantes colectivos para hacer de 
 él un individuo (...) El nacionalismo, 
 por antipático que sea, es una conditio 
 sine qua non: simplemente el individuo 
 no debe hundirse en él (...) La próxima 
 calumnia a inventar será que sufro de 
 una total ausencia de convicción 
 porque no soy ni antisemita ni nazi. 
 Vivimos unos tiempos desbordantes de 
 locura...>> 
 Carta de Jung a J. Kirsch, 25 de 
 diciembre de 1934 
 Imagen de una carta de Jung a Freud 
 (anterior a 1913) 
 http://answers.google.com/answers/ 
 threadview/id/544213.html 
 http://es.wikipedia.org/wiki/ 
 Jung 
