El régimen de Adolf Hitler había 
 adoptado el término "arte 
 degenerado" ("Entartete Kunst") para 
 describir virtualmente todo el arte 
 moderno y proscribirlo en favor de lo 
 que denominaba el "arte heroico" que 
 ensalzaba las supuestas virtudes de "la 
 pureza racial, incorrupta de los 
 alemanes, arios o de raza superior". 
 En 1937 el Tercer Reich realizó una 
 exposición en la Casa del Arte de 
 Munich exhibiendo obras de estas 
 tendencias para ridiculizarlas y agitar a 
 la opinión pública en contra del arte 
 moderno. En la muestra que fue 
 exhibida después en otras ciudades de 
 Alemania y Austria, figuraban estas 
 piezas halladas ahora. En total, los 
 nazis decomisaron más de 15.000 
 obras de arte moderno. 
 Entartete Kunst (Arte Degenerado) 
 En Munich, la capital de Baviera, el 19 
 de julio de 1937, dos años antes del 
 inicio de la Segunda Guerra Mundial, y 
 en el momento más crítico de la frontal 
 y represiva campana anticultural 
 lanzada por el nacional-socialismo 
 contra contra todos aquellos que se 
 opusieron a su locura con una pluma, 
 una máquina de escribir, un 
 instrumento musical o un pincel. 
 La exposición representaba sólo una 
 pequeña fracción de las más de 15.000 
 obras de arte confiscadas por los nazis 
 hasta 1937. Entartete Kunst atrajo a 
 más de tres millones de alemanes y 
 austriacos durante la gira de la 
 muestra por 13 capitales de Alemania y 
 Austria. Mientras la quema de libros 
 iluminaba las oscuras noches de la 
 Alemania nazi. 
 Las obras que se presentaron en la 
 exposición del Archäologische Institute 
 de Munich sufrieron tachaduras e 
 incluso mutilaciones, y se presentaron 
 junto a carteles en los que se podía 
 leer: "arte incompetente, "arte 
 charlatán", “decadente", comercial". 
 Muchas de las palabras eran pintadas 
 nazis, y estaban escritas a mano con 
 brochas de pintura. 
 Para hacer mucho más fácil la 
 comprensión de la muestra los nazis 
 presentaron las obras por temas y 
 entre los artistas más prohibidos y 
 criticados estaban Klee, Chagall, 
 Kandinsky. Kokoschka y George Grozs. 
 La mayor parte de las obras que 
 componían aquella exposición se 
 perdieron o fueron destruidas. En 
 algunos casos, la identidad de los 
 autores de las piezas no pudo jamás 
 establecerse porque sus creadores 
 habían sido ejecutados. La historia 
 explica, sin embargo, que la acción 
 nazi contra la cultura alemana fue 
 devastadora. Compositores como 
 Arnold Schonberg o Kurt Weill y el 
 cineasta Fritz Lang también sufrieron la 
 censura, como ocurrió con el fundador 
 de¡ psicoanálisis, Sigmund Freud, e 
 incluso novelistas extranjeros, como el 
 norteamericano Ernest Hemingway. 
 La gran subasta de arte degenerado en 
 el Grand Hotel National de Lucerna. 
 En la primavera de 1938, mientras 
 Entartete Kunst (Arte degenerado) se 
 exhibía en Berlín, el mariscal Goering 
 propuso a Hitler la venta del arte 
 degenerado en el exterior. El führer 
 accedió a la venta de las obras de arte 
 confiscadas en los mejores museos y 
 colecciones privadas de Alemania. La 
 colección de arte degenerado que los 
 nazis pusieron a la venta contenía 
 piezas de los mejores artistas alemanes 
 del momento, además de obras de 
 Vincent Van Gogh, Paul Gauguin, Pablo 
 Picasso, Max Ernst, Modigliani y Marc 
 Chagall. 
 Siguiendo las órdenes de Hitler, el 
 ministro de Cultura y Propaganda, 
 Joseph Goebbels, clasificó las piezas. El 
 lote se subastó el 30 de junio de 1939 
 a las tres de la tarde en el salón 
 principal del Grand Hotel National de 
 Lucerna, el mismo día que las tropas 
 nazis se apoderaron de Danzig 
 (Polonia). El responsable de la subasta 
 fue Theodor Fischer, uno de los 
 marchantes de arte más conocidos de 
 Suiza y el único galerista no judío con 
 los contactos suficientes para montar 
 una subasta internacional. Se celebró 
 en alemán, francés e inglés y contó con 
 la asistencia de 350 personas, la mayor 
 parte coleccionistas, galeristas y 
 conservadores de museos europeos y 
 norteamericanos. La cifra total 
 alcanzada tras la subasta fue de 
 115.000 dólares de la época, un monto 
 ridículo incluso para aquellos años. 
 Uno de los cuadros más 
 espectaculares de la subasta fue el 
 "Autorretrato de Van Gogh", incautado 
 en la galería Neue Staatsgalery de 
 Munich, el 27 de marzo de 1938. Se 
 vendió a Maurice Wertheim, de Nueva 
 York. Actualmente el cuadro se expone 
 en el Fogg Art Museum de la 
 Universidad de Harvard. 
 El cuadro más caro fue, sin embargo, 
 un Picasso, "El bebedor de absenta", 
 un óleo pintado en 1902 y que fue 
 requisado a la Hamburcuer Kunsthalle. 
 Se vendió en 42.000 francos al 
 coleccionista suizo, Othmar Huber. 
 Actualmente se expone en el 
 Kunstmseum de Berna. 
 La delegación belga fue la que se hizo 
 con la mayor parte de los cuadros, al 
 adquirir obras de Chagall, Gauguin, 
 Kokoschka y dos de Picasso: Dos 
 arlequines (1905) y La familia Soler 
 (1903). 
  
 Depotraum für beschlagnahmte Werke 
 "Entarteter Kunst" im Schloß 
 Niederschönhausen mit Werken von 
 van Gogh, Picasso, und Matisse.(*) 
 Foto: 1937 
  
 (*) Traducción: Un espacio del almacén 
 para las obras confiscadas "arte 
 degenerado" en el palacio de 
 Niederschönhausen con obras de van 
 Gogh, Picasso y Matisse.
