La película dirigida por 
 Martin Scorsese que es "La invención 
 de Hugo" y cuya acción se desarrollaba 
 en la estación parisina de 
 Montparnasse. Está llena de 
 pequeños detalles e hizo un hueco 
 para recoger e insertar en su trama el 
 accidente de tren que tuvo lugar en la 
 estación de Montparnasse en 1895 y 
 de la que quedó para siempre en la 
 historia de la fotografía esta imagen del 
 suceso captada por el estudio 
 fotográfico "Levy e hijos". La fotógrafía 
 parecía dar un asidero donde 
 agarrarse a aquellos agoreros que no 
 veían con buenos ojos la galopante 
 revolución industrial, resultando esta 
 imagen de la todopoderosa máquina a 
 vapor, el símbolo de los nuevos 
 tiempos, una advertencia de que estas 
 humeantes creaciones podían escapar 
 al control de los hombres y causar 
 desgracias no imaginadas hasta 
 entonces. Y es que hasta hoy es difícil 
 imaginar un tren cayendo a la calle a 
 través del muro de la primera planta 
 de un edificio. Eso fue lo que ocurrió 
 en 1895 cuando este tren no pudo 
 detener su marcha (trás ver la mentada 
 película no podremos evitar imaginar 
 al bueno de Hugo Cabret involucrado 
 en el desastre) y despues de 
 descarrilar se desplazó unos 30 metros 
 hasta romper un muro de unos 60 cm 
 de espesor y caer sobre la "Place de 
 Rennes" desde una altura de 10 
 metros. Afortunadamente parece que 
 no hubo víctimas mortales. 
 De esta imagen podemos leer en el 
 libro "El abc de la fotografía": "Esta 
 espectacular escena parece una 
 recreación fallida de un retablo 
 ferroviario del pintor Giorgio de 
 Chirico, bajo el reloj de la estación que 
 sigue funcionando como de costumbre 
 (en esta imagen de la famosa foto, la 
 de mejor calidad que he logrado 
 encontrar, el detalle del reloj no puede 
 apreciarse, al haberse recortado algo 
 el entorno del accidente). El 
 acontecimiento mereció el interés de la 
 prensa de la época y conservó su 
 atractivo hasta el periodo surrealista, 
 durante el cual ilustró la idea de una 
 vida real que terminaba muy mal. El 
 hecho de ser capaces de captar la 
 escena sobre película fue en cierto 
 modo un golpe maestro, pues los 
 fotógrafos de actualidad de los 
 primeros tiempos solían depender de 
 hechos previsibles dotados del valor 
 de la curiosidad, como la salida de 
 dirigibles y globos de aire caliente."
