Durante los siglos de la Edad Media, 
 junto con la invención del papel, los 
 chinos dieron los primeros pasos en el 
 desarrollo de la imprenta. Buscaron un 
 procedimiento que, en lugar de copiar 
 los escritos a mano, les permitiera 
 obtener muchas reproducciones 
 iguales de un mismo original. La 
 solución fue labrar los caracteres de 
 una página en una plancha de madera, 
 de manera que éstos sobresalientes. 
 Después entintaban la plancha y 
 aplanaban sobre ella hojas de papel. 
 Como ves, es un sistema parecido a los 
 sellos de hoy en día. 
 Siglos más tarde, cada signo se labraba 
 en un trozo separado de madera, que 
 se combinaba con otros para formar 
 expresiones. El sistema era más rápido, 
 aunque la enorme cantidad de 
 caracteres de la lengua china 
 dificultaba las cosas. Los primeros 
 libros, calendarios y noticias se 
 imprimieron con estos procedimientos. 
 Juan Gutenberg: ¿El inventor de la 
 imprenta? 
 No se tiene clara la fecha de 
 nacimiento del inventor alemán 
 Johannes Gutenberg. Pero se ha 
 determinado que nació en Maguncia, 
 pequeño poblado de Alemania, hacia 
 el año 1400. Proveniente de una familia 
 noble, su verdadero nombre era Friele 
 Gensfleisch. Tampoco se tienen 
 antecedentes concretos de su muerte 
 estableciéndose que el hecho ocurrió 
 probablemente a fines de 1467 o a 
 comienzos de 1468. 
 En su pueblo natal se desempeñó 
 como orfebre. Se trasladó junto a su 
 familia a Estrasburgo, donde instaló 
 una empresa de grabados en madera, 
 que sería el punto de partida para el 
 desarrollo futuro de su legado. 
 Numerosos han sido los estudios por 
 determinar si fue efectivamente el 
 inventor de la imprenta y de las letras 
 móviles. Algunos han concluido que 
 no. Antecedentes corroboran que los 
 babilonios, en la Antigüedad 
 conocieron la impresión con sellos de 
 arcilla y que los chinos, alrededor del 
 año 1041, también imprimieron con 
 ese tipo de letras. Más aún, en la Edad 
 Media se hicieron grabados de páginas 
 enteras usando grabados de madera. 
 Sin embargo, podemos atribuir a 
 Gutenberg la utilización de tipos 
 móviles de metal no usados 
 anteriormente, pero no se sabe bien 
 quien fue el primero en 
 implementarlas. Investigadores 
 aseguran que el primero fue el 
 holandés Laurens Janszoon. Lo que se 
 sabe con certeza es que Gutenberg 
 construyó, entre 1436 y 1450, un 
 aparato que logró fundir 
 satisfactoriamente las letras metálicas 
 que usó en sus primeros libros, con las 
 cuales imprimió su famosa Biblia en 
 1455. A modo de anécdota podemos 
 contar que debido a sus deudas, 
 Gutenberg fue embargado y la 
 imprenta que lo hizo famoso quedó en 
 mano de sus acreedores, quienes con 
 la venta de la Biblia aumentaron en 
 cinco veces su inversión inicial. 
 Gutenberg en realidad no inventó 
 nada. Mucho tiempo antes que él, los 
 chinos habían desarrollado las técnicas 
 de la impresión y de la fabricación de 
 papel. Los orfebres ya sabían fabricar 
 buriles y los viñateros de Renania ya 
 utilizaban prensas con tornillo en sus 
 vendimias. Pero todavía nadie había 
 reunido estos distintos inventos. El 
 ingenio del impresor alemán lo llevó a 
 desarrollar un artefacto mecánico 
 verdaderamente eficaz para la 
 reproducción de los textos escritos. Así 
 se puede considerar como el 
 verdadero padre del libro moderno. 
 Para el profesor de fisiología de la 
 Escuela de Medicina de la U.C.L.A., a 
 Gutenberg se le debe distinguir por 
 sus avances en el uso de la imprenta 
 "una técnica para producción en serie 
 con letras metálicas, una nueva aliación 
 metálica para los tipos y la tinta de 
 impresión con pintura. También sería 
 conveniente ubicar a Gutenberg como 
 un símbolo porque inauguró la 
 industria editorial en occidente con la 
 Biblia de 1455". 
 En 1450 se asoció con Johannes Fust, 
 quien le prestó ochocientos florines 
 para que instalará la imprenta, 
 fundiera las letras metálicas y 
 comprara el pergamino para imprimir 
 la Biblia. El préstamo consideraba el 
 salario de los ayudantes y el sustento 
 del propio Gutenberg. 
 Dos años después Fust entregó la 
 misma cantidad nuevamente, para el 
 término del proyecto que contemplaba 
 dos volúmenes del libro sagrado. Pero 
 faltaba la ornamentacion a mano y el 
 empaste de los impresos. Fust molesto 
 finalmente decide ir a los tribunales 
 exigiendo que se le devolviera 
 inmediatamente el dinero. 
 El perfeccionamiento de los caracteres 
 metálicos móviles fue lo que mayores 
 inconvenientes le produjo, como se 
 puede deducir de las muchas pruebas 
 efectuadas sin éxito. Lo más inmediato 
 fue la elección de la base de los 
 impresos: el pergamino, elemento caro 
 y poco corriente, no era lo bastante 
 liso ni lo suficientemente liviano como 
 para facilitar un trabajo rápido y 
 límpio. 
 A pesar de la simpleza de la imprenta 
 significó para Gutenberg invertir casi su 
 vida entera en el perfeccionamiento de 
 ella. Logró revolucionar la vida cultural, 
 política, social e incluso religiosa de 
 una buena parte de la humanidad. 
 Extraído de http:// 
 www.proyectosalonhogar.com/ 
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