28/11/14

Catedral gótica

Desde el año de 1892 hasta 1894 Claude Monet produce la famosa serie de la Catedral de Rouen. Se traslada a una casa alquilada frente al templo gótico desde cuya ventana o desde la plaza adyacente pinta los diferentes efectos de luz sobre la fachada occidental del edificio.
Monet insistirá en demostrar que los objetos varían dependiendo de la luz que los ilumine. No es lo mismo la luz en la mañana, que al mediodía, o con las sombras del crepúsculo. Con una dedicación casi obsesiva pintó estos 31 lienzos, altísima expresión del impresionismo, sobre la percepción fugaz del objeto observado: "Cuanto más viejo me hago más cuenta me doy de que hay que trabajar mucho para reproducir lo que busco: lo instantáneo. La influencia de la atmósfera sobre las cosas y la luz esparcida por todas partes"

Códice Nuttall

El Códice Nuttall (conocido también como Códice Tonindeye o Zouche-Nuttall) es un manuscrito pictórico prehispánico, perteneciente a la cultura mixteca. Consta de dos lados: un lado que registra la vida, conquistas y alianzas de Ocho Venado, un prominente gobernante mixteca, y otro lado, que trata el origen de la dinastía e historia de Tilantongo y Teozacoalco. El códice Zouche-Nuttall es uno de los seis códices mixtecos considerados de tradición prehispánica que sobrevivieron a la conquista de México.
El manuscrito está conformado por 16 piezas de piel de venado tratada unidas a los extremos, que
constituyen una larga tira de 11.41 metros. Las hojas son dobleces realizados en cada una de las piezas de piel, dando así un total de 47 láminas, no todas pintadas. Se desconoce la fecha real de elaboración del códice, pero se estima fue alrededor del siglo XIV en la población de Tilantongo.
No hay datos de cómo salió el códice de México. Probablemente fue enviado a España en el siglo XVI, poco después de consumarse la conquista de los pueblos mixtecos en 1522. Fue identificado por primera vez en el año de 1854 en el convento dominico de San Marcos en Florencia. Cinco años más tarde fue vendido a John Temple Leader, quien lo envió a Robert Curzon, cuarto barón Zouche.
Una edición facsimilar fue publicada por el Museo Peabody de Arqueología y Etnología de la Universidad Harvard en 1902, con introducción escrita por Zelia Nuttall. Hoy en día el códice pertenece a la colección del Museo Británico.

El Sátiro Danzante de Mazara

La estatua de bronce fue encontrado en la primavera de 1998 durante un viaje de pesca en el estrecho de Sicilia y es un raro ejemplo de estatuas de bronce griego. Inflexión en el lado derecho, con los brazos estirados hacia adelante, está atrapado en el momento en el que está haciendo un salto en el dedo del pie derecho levantando su pierna izquierda al mismo tiempo. Su pelo, pelo grueso delgado destacó por grabados, se agitan por el pathos de la danza orgiástica, que rompe todas las reglas del equilibrio, dando al cuerpo un movimiento enfático.
Extraordinariamente conservado los ojos, en yeso piedra caliza originalmente integrado con vítreo coloreado pasta. Según la iconografía del Sátiro en éxtasis, conocido ya desde el siglo IV A.C., la estatua debía sostener con su mano derecha el tirso, atributo Dionisio mientras el brazo izquierdo sostenía una piel de Pantera y su mano izquierda un vaso de vino.

Geghard

El monasterio de Geghard es una construcción arquitectónica única en la provincia de Kotayk en Armenia, parcialmente excavada en la montaña adyacente, rodeada por acantilados. El monasterio, junto con el valle alto del Azat, fueron incluidos por la Unesco en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 2000.
Mientras que la capilla principal fue construida en 1215, el complejo monástico fue fundado en el siglo IV por Gregorio el Iluminador en el lugar de un manantial sagrado en el interior de una caverna. El monasterio por lo tanto fue llamado originariamente Ayrivank, significando con ello «el Monasterio de la Cueva». El nombre usado habitualmente para el monasterio hoy en día, Geghard, o de forma íntegra Geghardavank, significa «el Monasterio de la Lanza», que se origina de la lanza que hirió a Jesús en la Crucifixión, supuestamente llevada a Armenia por el apóstol Judas, llamado Tadeo, y conservada entre otras reliquias. Actualmente se exhibe en el tesoro de Echmiadzin.

Cotufas

En los comienzos de la explotación comercial del cine, el hecho de ir a ver una película era uno de los pocos entretenimientos que tenían las clases más desfavorecidas. Al igual que ahora, no son pocas las familias que se sientan frente al televisor para ver su serie favorita mientras cenan, en aquello primeros años en los que no existía la caja tonta, no era extraño que las familias o amigos se reunieran en las salas de proyección para comer o beber algo mientras veían una película, era un formato de entretenimiento totalmente distinto a como se nos presenta hoy en día, con inclusión de bailes y orquestas que amenizaban aquellas sesiones de cine mudo.
Con la llegada de la crisis de 1929 la clases populares quedaron totalmente arruinadas y aunque las entradas para el cine seguían siendo realmente baratas (sobre todo comparadas con las de hoy día), la economía familiar no llegaba para hacer gastos también en el interior de las salas, así que se impuso como alternativa el vender en los accesos de los cine, palomitas de maíz, un producto del que habían existencias suficientes, era muy barato, tenía muchas calorías -más si se le añade mantequilla-, saciaba el hambre (un recipiente de los grandes puede tener hasta 1200 calorías) y además no ensuciaba el local.
No tardaron los dueños de las salas exhibidoras en darse cuenta del negocio potencial de las palomitas o cotufas y pensaron añadirlo a su oferta. Julia Braden convenció a los dueños del Linwood Theater de Missouri para que le dejaran colocar su puesto de cotufas dentro del propio cine, en vez de en la calle como hasta entonces. El negocio fue mayúsculo, tanto que a partir de 1931 la idea ya era copiada por todos los exhibidores. La nueva época de escasez que llegó con la Segunda Guerra Mundial terminó por afianzar esta opción, que además se impuso a otras alternativas como los cacahuetes o las pipas por su virtud de no ensuciar la sala.

Fuente:
unmundoenlascocinas

20/11/14

Renuncia

He renunciado a ti. No era posible.
Fueron vapores de la fantasía;
son ficciones que a veces dan a lo inaccesible
una proximidad de lejanía.
Yo me quedé mirando cómo el río se iba
poniendo encinta de la estrella...
Hundí mis manos locas hacia ella
y supe que la estrella estaba arriba...
He renunciado a ti, serenamente,
como renuncia a Dios el delincuente;
he renunciado a ti como el mendigo
que no se deja ver del viejo amigo;
como el que ve partir grandes navíos
con rumbos hacia imposibles y ansiados continentes;
como el perro que apaga sus amorosos bríos
cuando hay un perro grande que le enseña los dientes;
como el marino que renuncia al puerto
y el buque errante que renuncia al faro
y como el ciego junto al libro abierto
y el niño pobre ante el juguete caro.
He renunciado a ti, como renuncia
el loco a la palabra que su boca pronuncia;
como esos granujillas otoñales,
con los ojos extáticos y las manos vacías,
que empañan su renuncia, soplando los cristales
en los escaparates de las confiterías...
He renunciado a ti, y a cada instante
renunciamos un poco de lo que antes quisimos
y al final, cuántas veces el anhelo menguante
pide un pedazo de lo que antes fuimos!
Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo.
Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño;
desbaratando encajes regresaré hasta el hilo.
La renuncia es el viaje de regreso del sueño...
Andrés Eloy Blanco

Imagen: Ophelia at Rivers Edge - Carlos Ewerbeck (1900)

18/11/14

Preguntas

¡Escríbeme qué llevas puesto! ¿Es cálido?
¡Escríbeme en qué duermes! ¿Es también blando?
¡Escríbeme qué aspecto tienes! ¿Sigue siendo el mismo?
¡Escríbeme qué echas de menos! ¿Mi brazo?
¡Escríbeme cómo te va! ¿Te respetan?
¡Escríbeme qué andan haciendo! ¿Tienes bastante valor?
¡Escríbeme qué haces tú! ¿Sigue siendo bueno?
¡Escríbeme en qué piensas! ¿En mí?
¡La verdad es que sólo tengo preguntas para ti!
¡Y espero con ansiedad la respuesta!
Cuando tú estás cansada, nada puedo llevarte.
Si pasas hambre, no puedo darte de comer.
Así que estoy como fuera del mundo,
perdido, como si te hubiese olvidado.

Bertolt Brecht

Imagen: Dans le blue - Amelie Beaury Saurel (1848-1924)

17/11/14

No te enojes conmigo, Odiseo

«No te enojes conmigo, Odiseo, que en lo demás eres más sensato que el resto de los hombres. Los dioses nos han enviado el infortunio, ellos, que envidiaban que gozáramos de la juventud y llegáramos al umbral de la vejez uno al lado del otro. Por esto no te irrites ahora conmigo ni te enojes porque al principio, nada más verse, no te acogiera con amor. Pues continuamente mi corazón se estremecía dentro del pecho por temor a que alguno de los mortales se acercase a mí y me engañara con sus palabras, pues muchos conciben proyectos malvados para su provecho... Pero ahora que me has manifestado claramente las señales de nuestro lecho, que ningún otro mortal había visto sino sólo tú y yo...
ya tienes convencido a mi corazón»

Capítulo XXIII
Odisea
Imagen: Eduardo García Benito, Paris. 1939

LA CAPILLA SIXTINA

La Capilla Sixtina fue construida entre 1471 y 1483 por orden del Papa Sixto IV, al que debe su nombre. Fue el resultado de rehabilitar y ampliar la Capilla Magna, antigua aula medieval fortificada donde tenían lugar las reuniones de la corte papal y, desde aquel momento, se convertiría en la sede de la elección de cada Papa en el cónclave del Colegio cardenalicio.
Y como Sixto IV era de los que pensaba que la historia le juzgaría por sus obras -de arte, que no por su forma de obrar-, encargó los frescos de la capilla a los pintores
florentinos más famosos: Sandro Botticelli, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli, Pietro Perugino… En 1483 se inauguró la capilla con una ceremonia en la que fue consagrada y dedicada a la Virgen María.
La tradición católica sitúa la Basílica de San Pedro sobre la tumba del primer obispo de Roma, San Pedro.
La construcción del actual edificio, sobre una basílica del siglo IV en la época del emperador Constantino el Grande, comenzó en 1506 por orden del Papa Julio II, sobrino de Sixto IV, y finalizó en 1626. En el haber de Julio II también hay que añadir el hecho de que ordenase al gran Miguel Ángel la decoración de la bóveda de la Capilla Sixtina. Aunque en un principio se mostró reticente,
aceptó el encargo cuando consiguió del Papa libertad creativa: un conjunto de pinturas al fresco en las que se representa la historia del mundo y del cosmos antes de Jesucristo.
Harto difícil cuantificar el enorme coste de estas dos emblemáticas construcciones pero, cual político español con sus proyectos aeroportuarios, nada iba a detener los aires de grandeza de tío y sobrino… y menos la financiación.
Sixto IV fue un adelantado a su tiempo, ya que legalizó la prostitución en Roma -si entendemos por legalizar gravar la actividad con un impuesto-. Todas las prostitutas debían pagar un tributo para ejercer su profesión y, visto que aquello reportaba pingües beneficios, decidió ampliar aquel impuesto a todos los miembros del clero que mantuviesen barraganas y a los miembros de la nobleza que quisiesen tener libre acceso a la cama de alguna joven doncella. Pero todavía quedaba su obra maestra: la venta de indulgencias. Según la RAE, las indulgencias son la remisión ante Dios de la pena temporal correspondiente a los pecados ya perdonados, que se obtiene por mediación de la Iglesia; en palabras de Sixto IV…
Los que murieron en la luz de la caridad de Cristo pueden ser ayudados por las oraciones de los vivos. Y no sólo eso. Si se dieren limosnas para las necesidades de la Iglesia, las almas ganarán la
indulgencia de Dios.
Se convirtió en un auténtico mercado en el que el Papa obtenía
financiación y los compradores el perdón de sus pecados. Pero Sixto fue un poco más allá, también podía sacar tajada con los muertos. Hasta la fecha, los beneficiarios de las indulgencias eran los vivos, pero ahora los vivos podían comprar un pasaje en un crucero de lujo para que sus difuntos saliesen del aterrador purgatorio, donde se redimían las penas, y alcanzar el paraíso celestial. Otra ventaja de este mercado, a diferencia de anteriores Papas que vendieron reliquias más falsas que Judas u obtenidas de expoliar tumbas de santos, era que al no entregar nada a cambio era un producto inagotable. Una legión de clérigos recorrieron ciudades y pueblos vendiendo humo que los temerosos de Dios compraban en beneficio de sus difuntos.
A Julio II, el Papa Guerrero, más que un líder de la Iglesia se le podía considerar un monarca. Gustaba vestir la armadura y beber con sus soldados; luchó contra los Borgia y sus aliados, contra Venecia y contra los franceses. Estas guerras implicaban un preciado botín que en buena parte fueron destinados a financiar las obras arquitectónicas y contratar a los mejores artistas de la época. Además, y siguiendo los pasos
de su tío, también obtuvo importantes ingresos de la prostitución pero añadiendo otra fuente: creó su propio burdel. E incluso parece que Julio II era el que hacía los castings para contratar a los/las profesionales. En 1508, el día de Viernes Santo, no se permitió besar los pies del Papa por las ulceraciones que los cubrían, propias del morbo gálico o mal francés.
Murió de sífilis, quizás contraída en los castings.

Fuentes: De lo humano y lo divino,
Los Papas y el Sexo – Eric Frattini

T.S. ELIOT, LA ROCA

Todo nuestro conocimiento nos
acerca a nuestra ignorancia,
toda nuestra ignorancia nos acerca a la muerte,
pero la cercanía de la muerte no nos acerca a Dios.
... ¿Dónde está la vida que hemos
perdido en vivir?
¿Dónde está la sabiduría que hemos
perdido en conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que hemos
perdido en información?
Los ciclos celestiales en veinte siglos
nos apartan de Dios y nos aproximan al polvo.

Versión de J.L Borges
Imagen: William Blake, Newton

9/11/14

LOS PARAGUAS, RENOIR. NATIONAL GALLERY DE LONDRES (1881-1886)

Fue realizada en dos etapas diferentes, y se puede ver perfectamente, si se observa el cuadro con detenimiento: la parte mas diestra del primer término, la de la joven madre acompañada por sus dos hijas, fue pintada con técnica impresionista; el resto de la composición, con técnica que
utilizaba Cézanne, absolutamente.
Por ello las diferencias son tan acusadas: la primera parte fue pintada entre 1881-1882, interrumpió el trabajo, y lo retomó varios años mas tarde.
La idea del cuadro, básicamente es la de representar una gran cantidad de personas caminando por las calles de París, y encima en día lluvioso... plagado de paraguas. Es por eso, que el resultado es el una perfecta perspectiva y de movimiento de las personas plasmados, como podemos observar: no es una masa de gente símplemente: son personas pasean con fluidez.
Era moda a finales del siglo XIX,
entre algunos pintores, inspirarse en grabados japoneses del siglo XVIII: es mas que probable que estos paraguas estuvieran inspirados en las sombrillas japonesas.

Hedy Lamarr

La historia de Hedy Lamarr tiene todos los ingredientes de una gran historia: el Hollywood dorado de los años 40, el régimen nazi avanzando por Europa, una increíble huida hacia los Estados Unidos desde la Alemania de Hitler y un invento revolucionario en las telecomunicaciones. mantenido en secreto, que
cambiaría el curso de los acontecimientos.
Y como toda buena historia, nada hacía sospechar en su comienzo que una chica nacida como Hedwig Eva Maria Kiesler en el antiguo imperio austrohúngaro, y de familia judía, acabaría siendo la primera mujer en protagonizar un desnudo en la historia del cine y la primera persona en concebir la versión del espectro ensanchado que daría lugar a la tecnología wifi.
La joven que de pequeña era considerada por sus maestros como superdotada, durante años se la conoció únicamente como “la mujer más bella de la historia del cine” y durante muchos más se la recordó como aquella que en la película checa Éxtasis (Gustav Machaty, 1933) corría desnuda por el bosque y mostraba
directamente su rostro durante un orgasmo. Algo absolutamente escandaloso para la época. El controvertido filme llegó a ojos de un rico vendedor alemán de armas, Friedrich 'Fritz' Mandl, que proveía de municiones y
aviones de combate a sus amigos Hitler y Mussolini.
Mandl se obsesionó con Lamarr. Obligó a sus padres a darla en matrimonio, intentó destruir todas las copias de la película –cosa que no logró– y la encerró en su mansión dejándola salir al exterior exclusivamente con él
en cenas y viajes de negocios. Hedy recordaría años más tarde aquella época como de auténtica esclavitud.
Su actividad artística, por supuesto, se interrumpió abruptamente pero aprovechó su cautiverio para continuar sus estudios de ingeniería y para obtener de los clientes y proveedores de su marido, que nada sospechaban, informaciones sobre tecnología armamentística de la época.
Los acontecimientos que siguen son dignos de un guión cinematográfico. Con ayuda de la asistenta, con quien mantenía una relación sentimental, escapó desde la ventana del baño de un restaurante donde estaba un
coche esperándola para huir a París. Perseguida por los guardaespaldas de su marido, logró llegar a su destino y continuar hacia Londres. Una vez allí vendió sus joyas y conoció, por casualidad, a uno de los
magnates de Hollywood, Louis B. Mayer, el empresario de la Metro Goldwyn Mayer. Ambos embarcaron juntos dirección a los Estados Unidos.
Hollywood y el gran invento
En aquel viaje en barco liberador fue donde nació Hedy Lamarr, nombre dado por su protector Mayer, y donde firmó un contrato de siete años como actriz con la compañía. Compartió guión con Charles Boyer, Clark Gable, Lana Turner o Jimmy Stewart. De esa época de grandes películas como Sansón y Dalila (Cecil B. DeMille, 1949), es célebre su frase: “Cualquier chica puede ser glamourosa. Lo único que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida”.
Richard Rhodes, uno de sus biógrafos y autor de Hedy's Folly: The life and breakthrough inventions of Hedy
Lamarr, the most beautiful woman in the world, aseguraba que Hedy Lamarr odiaba las fiestas y nunca bebía.
“Su principal hobby era inventar". Ya con el título de ingeniera en Telecomunicaciones, conoció a quien sería su principal apoyo en la creación de un sistema secreto de comunicaciones .
El compositor George Antheil y ella idearon un sistema de detección de los torpedos teledirigidos utilizados en la contienda. Inspirado en un principio musical, el invento funcionaba con 88 frecuencias, equivalentes a las teclas del piano, y era capaz de hacer saltar señales de transmisión entre las frecuencias del espectro magnético.
Registraron la patente y se la ofrecieron de forma gratuita al Ejército de los Estados Unidos, quienes no la utilizaron por miedo a que fuera detectada por el enemigo, pero la guardaron y la mantuvieron en secreto.
Mientras, el régimen nazi continuaba su avance por Europa, y Lamarr, impotente, de nuevo ofreció su colaboración y su inteligencia al Gobierno estadounidense para el desarrollo de investigaciones científicas en
busca de avances armamentísticos. Aunque su título de “mujer más bella” se impuso a su ingenio y para lo que el Gobierno la demandó fue para utilizar su fama –y, por supuesto, su belleza– para convertirse en
imagen de pósteres propagandísticos y para ayudar en la venta de bonos de guerra. Aquel que comprara 25.000 dólares conseguiría un beso de la actriz: Lamarr logró vender siete millones de dólares en bonos de guerra en una única noche.

La tecnología patentada por Lamarr y Antheil en 1940 ha demostrado ser la solución esencial para la comunicación secreta vía radio y para compartir el número de canales de radio ocupados. Hizo posible la
transmisión de señales secretas sin poder ser interferidas y Estados Unidos lo utilizó por primera vez durante la crisis de Cuba, después como base para el desarrollo de las técnicas de defensa antimisiles hasta que, en la década de 1980, el sistema de espectro expandido vio sus primeras aportaciones en ingeniería civil.
Su idea, mantenida en secreto por el ejército, acabó convirtiéndose en la precursora de la tecnología que se utiliza hoy en día en las comunicaciones inalámbricas de los teléfonos móviles, los sistemas GPS y la
tecnología wifi .
“Thank God for Hedy Lamarr”, dijo Cecil B. DeMille, director de Sansón y Dalila, al terminar el rodaje de la película, sin saber que realmente había que agradecer mucho a Hedwig Eva Maria Kiesler por su ingenio y su
agudeza.
En 1998 la Electronic Frontier Foundation concedió a Hedy Lamarr y George Antheil el Premio Pionero reconociendo su contribución fundamental en el desarrollo de las comunicaciones basadas en ordenadores.
George Antheil murió sin conocer su aportación a la tecnología ni ver su reconocimiento y Hedy Lamarr rehusó a ir a recoger aquel premio. Murió dos años después en Florida.

El día de su nacimiento, el 9 de noviembre, se celebra el Día del Inventor en su honor.

Fuente

4/11/14

Poema 12

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se
iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se
disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se
menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan se
estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se
entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se
acribillan,
se remachan, se injertan, se
atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se
enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se
asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehúyen, se evaden, y se entregan.

Oliverio Girondo (Buenos Aires
1891-1967): “Poema 12”

Imagen de  Ben Lamberty

3/11/14

BERTOLT BRECHT.- QUIERO IR CON AQUEL A QUIEN AMO

Quiero ir con aquel a quien amo.
No quiero calcular lo que cuesta.
No quiero averiguar si es bueno.
No quiero saber si me ama.
Quiero ir con aquél a quien amo

Imagen: Camile Claudel.- El baile
Fotografía de Sébastien Le Gourriérec

JULIO CORTÁZAR.- UNA CARTA DE AMOR

Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta
prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos
inventamos
sea otro signo de la libertad.

Imagen: Man Ray

DON BYAS, EL GRAN OLVIDADO DEL JAZZ

Don Byas (Wesley Carlos Byas. 1912-1972 - EEUU), fue uno de esos músicos que decidieron no aguantar más las humillaciones habituales a las que eran sometidos los músicos de color en la tierra de la libertad y al finalizar la Segunda Guerra Mundial marchó a Europa con la
Orquesta de Don Redman y llegada la hora de volver decidió quedarse para desarrollar su carrera allí. Antes de abandonar su formación al estilo del primer violín de una orquesta rusa de gira, ya atesoraba la calidad suficiente para ser el elegido por Count Basie para sustituir en su orquesta al inmenso Lester Young y previamente había trabajado en la formación de Lionel Hampton. Ya en Europa, fijó su residencia en Paris o Amsterdam pero hizo también alguna estancia en España (su madre era española), principalmente en Barcelona, donde realizó algunas magistrales grabaciones, algunas de ellas con nuestro mejor jazzista, el pianista Tete Montoliu. Trabajo no le faltó y las grandes orquestas cuando visitaban el viejo continente sabían que el puesto de saxofonista tenor estaba asegurado, pues contaban con este esplendoroso comodín ya en destino. Pero más allá de estas ventajas, su marcha de Estados Unidos terminó por jugarle una mala pasada y es que siendo, sin temor a exagerar, uno de los más grandes saxofonistas de la historia del jazz, a la altura de los conocidos Ben Webster, Coleman Hawkins (su maestro) o Lester Young, y ahora sí que me arriesgo un poco y digo que quien sabe si incluso mejor que ellos en los dominios de las baladas, no ha quedado reseñado como tal en la mayoría de los libros de jazz. Es el gran olvidado, quedando casi omitido en todas las reseñas, debido exclusivamente a que simplemente no estaba allí, estaba lejos, demasiado lejos para escuchar su música, en los momentos en los que se estaba fraguando toda la mitología de este estilo musical.
Es difícil encontrar vídeos buenos de este músico, pero no tanto sus discos y este que les presento de la colección "Jazz in Paris", de título "Laura", es uno de mis preferidos.
Está repleto de grandes temas de
Porter, Gershwin, Kern resueltos de una manera elegante e hipnotizadora. Es un disco que pongo a la más mínima oportunidad, he bombardeado con él a compañeros que sucumbieron a su encanto, ha amenizado cenas en las que los invitados no pudieron resistirse a preguntar ¿Quién toca en ese disco? casos en los que se llevaban una copia de regalo que ya estaba preparada (para que postergar lo inevitable, siempre quieren una). El tema de "Laura" que da nombre al disco es la visión que Byas tiene del tema principal de la película del mismo nombre de Preminger (que bonita estaba Gene Tierney en ese peliculón ). En definitiva una delicia, una sonoridad tan profunda como la de Webster o Hawkins, pero con ese "nosequé queseyó" que te lo hace incluso más atractivo. Puede que el atractivo sea el saber que es que es un verso suelto y casi olvidado en la historia del jazz, pero que rima con el conjunto de una manera soberbia y definitiva. Para Johnny Griffin, uno de los grandes saxofonistas del jazz, Don Byas, era ni más ni menos que el Tatum del saxo, dejando claro que en el mundo del jazz, Tatum es de
manera incontestable y reconocida el mejor del piano.

Besa

[Besa e shqiptarit nuk shitet pazarit, el honor de un albanés no puede ser vendido o comprado en un bazar]

Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Albania era una monarquía dependiente económica y militarmente de Italia. Así que, cuando los italianos la ocuparon y el rey Zog I huyó -eso sí, con todo el oro que pudo-, apenas cambiaron las cosas. En estas fechas, el número de judíos en Albania apenas llegaba a los 200… cuando terminó la guerra eran más de 3.000. Los judíos que huían de los países ocupados por los nazis encontraron refugio en Albania… un país de mayoría musulmana. Los organismos gubernamentales proporcionaron documentación falsa a las familias judías que les permitía entremezclarse entre el resto de la población y los albaneses proporcionaron sus casas y sus escasos recursos para acogerlos.
Las cosas se complicaron en 1943 cuando fueron los nazis los que, a petición de Mussolini, tomaron Albania. Al igual que hicieron en el resto de la Europa ocupada, los nazis solicitaron a las autoridades locales los listados de los judíos residentes en el país… pero obtuvieron un no por respuesta. ¿Por qué un país de mayoría musulmana se implicó en salvar a los judíos poniendo en juego su propia vida?
-"No hicimos nada especial. Es Besa - así responden los albaneses- ."
Según el profesor Saimir Lloja, de la Asociación de Fraternidad Albano- Israel,
-"Besa es la regla de oro, es un código moral, una norma de conducta social, además de una antigua tradición.[...] Besa se trata, en esencia, de no ser indiferentes ante alguien que sufre o es perseguido. Es una autoexigencia moral que le pide a cada albanés que viva honestamente y que -llegado el caso- también se sacrifique."
Herman Bernstein, embajador de Estados Unidos a Albania en los años 30, escribió:
-"No hay rastro de ningún tipo de discriminación contra los judíos en Albania [...] Albania ha pasado a ser un lugar raro en Europa hoy en día, donde no existe el odio ni los prejuicios religiosos, a pesar de que los albaneses mismos están divididos en tres religiones."

Imagen: Alí Sheqer Pashkaj, fotografiado por Norman Gershman.
Su padre, también llamado Alí, salvó al joven judío Yasha Bayuhovio, con sombrero mexicano en una de las fotos

Besa: The Promise Trailer from Besa: The Promise on Vimeo.
Fuentes: eSefarad, WebIslam

Dea Nutrix

Dea Nutrix: es la forma latina de “diosa nutricia”, un término utilizado para describir una manifestación concreta de la Diosa Madre celta en Europa occidental. La imagen tipo de esta diosa pudo derivarse de las representaciones de las divinidades nutricias italianas, o bien del concepto de emperatriz deificada, que algunas veces era considerada una diosa de la fertilidad. Se conservan unas figurillas de arcilla de una figura femenina sentada que se fabricaron en talleres galos, bretones y renanos durante los dos primeros siglos de nuestra era. La diosa aparece sentada, por lo general en una silla con un amplio respaldo, mientras amamanta a uno o dos niños. Estas imágenes de la diosa se han encontrado en contextos domésticos, en tumbas y templos. En Dhronecken, cerca de Trier, hubo un santuario dedicado a esta diosa nutricia en el que había numerosas figurillas tanto de la propia deidad como de los niños a los que protegía.
La Dea Nutrix aparece también en otros santuarios, entre ellos en Alesia y en el templo de St Ouen de Thouberville (Eure), un santuario en Trier, donde la diosa recibía el nombre de Aveta.

¡Qué te vuelvas visir...!

En torno al Palacio de Topkapi (Turquía) existen muchas leyendas y curiosidades, pero hay una que llama especialmente la atención. Se dice que cuando el sultán de turno llamaba a su presencia a algún visir que hubiera cometido alguna falta grave era llevado a este suntuoso palacio y de inmediato un sirviente le servía un sorbete bien fresquito. Si el contenido era de color blanco significaba que el sultán le perdonaba. Pero si era de color rojo… ¡ya podía darse prisa! Al sentenciado a muerte entonces se le daba la oportunidad de correr trescientos metros hasta el lugar de ejecución. Si llegaba antes que el verdugo se le perdonaba la vida, pero si se retrasaba inmediatamente se le cortaba la cabeza. Con este sistema tan curioso el sultán Selim I llegó a ejecutar a siete visires, y tan de moda se puso esta pena de muerte que sus súbditos, cuando se enfadaban con alguien decían lo
siguiente: “¡Qué te vuelvas visir de Selim!”

La Catrina

“La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas,
güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba
siendo calavera”- José Guadalupe Posada

Tanto se burla el mexicano de la muerte que entre
sus artefactos populares también le ha dado nombre
y forma, y se llama La Catrina.
La Catrina como símbolo popular de la muerte (o uno
de los símbolos dentro de toda la cosmovisión y
cultura mexicana frente a la muerte) fue bautizada
como tal por el muralista Diego Rivera (1886-1957), y
aunque en sus obras encontramos representaciones
de esta dama blanca elegante y delgada, no fue el
primero en incluirla en su obra, ya que fue José
Guadalupe Posada (1852-1913) el precursor de esta
representación.
La historia de La Catrina empieza durante los
gobiernos de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de
Tejada y Porfirio Díaz. En estos periodos, se
empezaron a popularizar textos escritos por la clase
media que criticaban tanto a la situación del país
como de las clases privilegiadas. Los escritos,
redactados de manera burlona y acompañados de
dibujos de cráneos y esqueletos se empezaron a
reproducir en los periódicos llamados de combate.
José Guadalupe Posada (1852-1913) fue un célebre
grabador, caricaturista e ilustrador que colaboró en
medios como El Padre Cobos, El Ahuizote y La Patria
Ilustrada. Sus críticas sociales que evidenciaban
situaciones de desigualdad e injusticia en el país y
en la sociedad porfiriana le hicieron famoso dentro
del arte popular por sus dibujos de “calacas”; las
calacas o calaveras ilustraban corridos, historias de
crímenes, a políticos, damas, toreros…
Es por ello que sus calaveras, bautizadas en un
principio y por él mismo como “La Calavera
Garbancera” representan al pueblo, a su carácter
desenfado y festivo, y a la situación de la época,
aunque hoy se les asocie más al día de muertos. El
garbancero era aquel que a pesar de tener sangre
indígena pretendía ser europeo y renegar a su
propia cultura; situación que el ilustrador
condenaba. Por ello, su calavera con sombrero, sin
nada más, representa al garbancero: al que pretende
aparentar lo que no es.
Las Catrinas también estuvieron acompañadas en los
periódicos por las famosas calaveras.
Las calaveras literarias, son composiciones en verso
tradicionalmente mexicanas que en vísperas del día
de muertos se suelen escribir como otra de las
manifestaciones de la cultura popular para hacer
burla tanto a los vivos como a los muertos, y
recordar que todos nos vamos a morir. Están escritas
con un lenguaje satírico o burlesco y son textos muy
breves pero que reflejan todo el espíritu y festividad
del mexicano frente a la muerte. Hoy en día se
acostumbra que desde que los niños son pequeños,
en la escuela, hagan burla o crítica de algún
personaje o situación de interés general o moda con
este formato.
La influencia de la obra de Posada le llegó
posteriormente a Rivera , quien re-adaptó el
concepto, la bautizó como Catrina, como
anteriormente menciono, y le añadió nuevos
atributos, ropa, porte y elegancia, como se puede ver
en Sueño de una tarde dominical en la Alameda
Central, convirtiéndola en Catrina.

Imágenes:
- Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, Diego Rivera
- Calavera garbancera, de José Guadalupe Posada.
Periódico de la época revolucionaria.

Fuente

Georg Trakl. Un clásico del expresionismo

El 3 de noviembre se conmemora el primer centenario de la muerte de Georg Trakl (Salzburgo, 1887-Cracovia, 1914),
acaecida durante la Primera Guerra Mundial en una dependencia psiquiátrica del ejército austro-húngaro. Hasta
entonces Trakl sólo había publicado en forma de libro una selección de poemas. En el momento de morir tenía en
imprenta otro título, Sebastián en sueños .
Aquel joven acosado por los tormentos mentales,
adicto al alcohol y los estupefacientes, es
comúnmente celebrado como una de las figuras
señeras del Expresionismo. Sus enigmáticos, sus
hermosos y encendidos poemas, pronto fueron
materia de reflexión para una muchedumbre de
intérpretes, Martin Heidegger entre ellos. No
tardaron en despertar interés allende las
fronteras del idioma alemán. También en España, Georg Trakl ha sido editado con
fortuna.
Poeta del derrumbe, de la corrosión y el pudrimiento, Trakl anticipó con su particular
simbología la caída del Imperio Austro-Húngaro. Gustó sobremanera de las imágenes
repulsivas. Sus poemas abundan en ratas, gusanos, carroña, sangre... Lo fascinó la
muerte, presente también en sus conversaciones cotidianas. Tuvo especial predilección
por la belleza violenta y las visiones de destrucción y ruina. Ya en la adolescencia se
familiariza con los libros de Baudelaire y Rimbaud, leídos en versión original. Nietzsche
fue otra presencia crucial en la formación literaria de este hombre tan dotado de
sensibilidad como carente de sosiego.
Nacido en Salzburgo, la ciudad de Mozart, el 3 de febrero de 1887, Trakl fue hijo de un
comerciante bondadoso que hizo cierta fortuna con su negocio de ferretería, y de una
madre a la que se atribuye un influjo altamente negativo en la conformación psíquica
del poeta. Mujer de frialdad extrema, dio a luz seis criaturas de las que apenas se
ocupó como no fuera para imponerles el aprendizaje de algún instrumento musical.
Con frecuencia se pasaba dos, tres o más días encerrada en su alcoba, sin relacionarse
con ningún miembro de la familia, consagrada obsesivamente a su colección de
antigüedades.
Es conocido el estrecho vínculo que unió al poeta con Grete, su hermana pequeña, seis
años menor que él, en la que al parecer veía un doble femenino de sí mismo. Se ha
especulado no poco acerca de la naturaleza incestuosa de dicha relación, si bien no
existen pruebas testimoniales que la abonen. No es menos cierto que una parte
considerable de la correspondencia epistolar entre los dos hermanos desapareció de
forma misteriosa tras la temprana muerte de ambos, lo que deja a oscuras importantes
zonas de su vida privada. Como su hermano, Grete, en parte inducida por él, sucumbió
al alcohol y las drogas. Abandonada por su marido, truncada su carrera de pianista,
llevó una vida de soledad y penuria en Berlín hasta su suicidio en 1917.
A edad temprana, Georg Trakl se aficionó al consumo de sustancias estupefacientes.
Visita asiduamente los burdeles de Salzburgo y gana, entre sus profesores y compañeros
de colegio, fama de raro. A pesar de no haber concluido el ciclo escolar, había
terminado los cursos suficientes como para poder estudiar Farmacia. Lo hizo en Viena,
ciudad que aborrecía, en la que asistió a la tertulia de Karl Kraus. Se diplomó de la
referida disciplina en 1910 con el título de Magister. Ejerció a rachas. Las reiteradas
tentativas por dedicarse a una profesión culminaron en fracaso. Trakl era incapaz de
llevar una vida ordenada. Lo aquejan frecuentes caídas en la depresión, ataques de
pánico, estados de delirio, de exaltación y embriaguez. A menudo ha de ser socorrido
económicamente por familiares y amigos.
El año anterior al estallido de la Gran Guerra, Trakl se incorporó a una sección militar
de farmacia. Un mes después solicitó el pase a la reserva, que le fue concedido. Los
hábitos insalubres y la poesía continúan determinando su vida. Se ha dicho de él que
escribió sus mejores poemas cuando más lo apretaba el sufrimiento. Algunos de ellos
aparecieron en revistas (en Der Brenner sobre todo) y periódicos. Estuvo a punto de
beneficiarse de una generosa donación de Ludwig Wittgenstein, el célebre autor del
Tractatus Logico-Philosophicus ; pero un ataque de ansia en el interior del banco le
impidió extraer el dinero. Optó entonces por enviar la suma íntegra del generoso
mecenas a su hermana Grete. Llegó entretanto la guerra y Trakl, contagiado del
entusiasmo general, marchó al frente del Este enrolado en una unidad sanitaria.
Las dantescas escenas de dolor, de cuerpos destrozados y muerte sangrienta que hubo
de presenciar terminaron de desquiciarlo. Luego de un intento de suicidio, que no logra
consumar por la intervención oportuna de sus compañeros, Trakl fue internado en una
dependencia psiquiátrica, donde, según el parte médico, expiró al anochecer del 3 de
noviembre de 1914 a consecuencia de una sobredosis de cocaína. Tenía 27 años.

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